Elvira Concheiro: Tiempo y esfuerzo de revisión de la historia del marxismo

2018-05-10 16:51:30
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Desde el 5 al 6 de mayo, el bicentenario del nacimiento de Karl Marx, la Universidad de Beijing organizó el Segundo Congreso Mundial sobre Marxismo. Más que 120 marxistas e investigadores importantes en dicho campo de unos 30 países extranjeros, y más que 800 investigadores chinos de marxismo se reúnen en Beijing para dialogar sobre marxismo y la comunidad de destino compartido para toda la humanidad.

Durante la conferencia, mantuvimos una entrevista con la socióloga Elvira Concheiro Borques, investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sobre neo-intepretación del marxismo, y sus comentarios sobre la práctica de dicha teoría científica en el país asiático.

(Utilizamos “P” para las preguntas del periodista y “R” para las respuestas del académico. Las seis primeras preguntas fueron realizadas por Radio Internacional de China, las restantes por Agencia Xinhua).

Elvira Concheiro: Tiempo y esfuerzo de revisión de la historia del marxismo

P: Estimada profesora, ¿cuál es su impresión y comentarios sobre esta conferencia, el Segundo Congreso Mundial sobre Marxismo en la Universidad de Beijing?

R: Bueno, yo creo que es muy importante. No es un lugar común. Es muy importante que a 200 años del nacimiento de Marx nos sentemos a reflexionar, no solamente que todos estamos convencidos que tiene actualidad, que los problemas del capitalismo de nuestros días hacen muy actual a Marx; sino también nuestra propia historia como marxistas. Y en esa medida creo que hay un esfuerzo importante hasta donde he podido escuchar, al ser una reflexión que tenga ese anclaje, ese sustento, en los procesos actuales de nuestras sociedades.

P: ¿Porqué usted trae este tema relacionado con la revisión sobre la historia de marxismo?

R: Yo creo que desde hace años he tenido la preocupación de revisar autocríticamente la historia del marxismo, en los marxistas o los marxismos, y encontrar las grandes deudas que tenemos con ese pensamientos, como ha sido interpretado durante este más de siglo y medio, sino también los límites que hacen que el marxismo de nuestros días no sea desde mi perspectiva un marxismo con una gran influencia cultural, intelectual y política. Y eso como marxista me preocupa, entonces hay que buscar las causas creo yo.

P: Marxismo, y la intepretación del marxismo tiene una larga historia, pasando el tiempo y espacio. En su opinión, ¿cuál tarea es más importante para el entendimiento del marxismo en el mundo contemporáneo?

R: Yo creo que el capitalismo de nuestros días ha acentuado una tendencia que Marx estudia, de fragmentación de los procesos sociales y que se expresa en la manera en que entendemos esos procesos. Cuando el critica la economía política, es justamente en esa disociación, en esa fragmentación, que no entiende la relación y la unidad de la totalidad. Ese es su método, su planteamiento, su propuesta principal. Paradójicamente, los marxistas hemos caminado en una híperespecialización, en una fragmentación de su propuesta, y no en la construcción de una ciencia unitaria como dice Ceorg Lukacs. Esto desde mi perspectiva, yo trabajo en un centro de interdisciplina donde nos cuestionamos permanentemente esta falta de comunicación y de relación entre los conocimientos precisos o puntuales que se necesitan con su integración con el todo. Y esta es la propuesta principal de Marx desde mi perspectiva, de tal manera que creo que a 200 años es bueno repensarlo. Yo creo que el marxismo ha dejado de criticar el concepto mismo de ciencia, es lo que dije en mi ponencia. Yo creo que la ciencia tiene que ser replanteada, ha sido parte de esa fetichización que hay en la sociedad, esta fragmentación y extrañamiento de unos procesos con otros, de tal manera que tendríamos que repensar a Marx hoy desde una perspectiva mucho más unitaria y global total.

P: En su discurso, usted expresó una opinión muy interesante: “cuando tenemos crisis global, siempre regresamos a la filosofía (incluyendo el marxismo).” En una visión objetiva, estamos en un mundo con conflictos en todos los sectores: comerciales, políticos, ecológicos... ¿Cómo regresamos al marxismo ahora?

R: La humanidad está en un punto de inflexión que puede no tener regreso, su destrucción. Y creo que no estamos a la altura de esa emergencia, de esa urgencia, creo que en esa medida tenemos que tenemos que profundizar mucho más nuestras críticas, nuestras herramientas, y una de las partes fundamentales es vincularlo de nueva cuenta con los grandes procesos políticos. Creo que la especialización en el marxismo ha dejado de lado el tema político, que hoy es muy complicado, pero creo que ahí está una de las posibilidades de esta unificación. Creo que hay avances, es contradictorio el desarrollo. Hay avances con el nuevo proyecto de la MEGA 2, con una nueva generación que trae nuevas preguntas y nuevos problemas a la discusión. Y al mismo tiempo un marxismo que se convierta en una sección mucho más aislada de las sociedades, una cosa de expertos, y eso me preocupa. Creo que el marxismo en su vocación por transformar el mundo siempre estuvo vinculado a esos procesos sociales, a esas luchas políticas, y hoy eso no es así. El feminismo no se reconoce en el marxismo, las luchas de los indígenas en América Latina no se reconocen en el marxismo, etc. Tenemos que ser en esa medida autocríticos y analizar nuestro proceder.

P: Según su ponencia, el marxismo es diferente que las teorías filosóficas clásicas, se vinculada con las acciones prácticas sociales. Usted como académica, ¿cómo opina que se puede equilibrar marxismo teórico y marxismo como acción?

R: Yo creo que esa es otra de las grandes aportaciones de Marx, que los marxistas hemos visto de manera muy formal. Todos repetimos el tema de la unidad, la teoría y la práctica. Creo que en el fondo hemos hecho una formula vacía, una fórmula que no entiende el planteamiento de Marx. Creo que Marx hablaba de otra actividad, una actividad que tiene un fundamento teórico, no una unidad de dos entes separados, la filosofía o la teoría por acá y la práctica o la lucha política por allá, que se juntan. Marx hablaba de una nueva actividad, que está fundamentada en un conocimiento científico. Ese es mi planteamiento, creo que tenemos que revisar de nueva cuenta, qué entendemos por la praxis, qué entendemos por esta propuesta de Marx, qué hace que innove en tantos campos, se haya adelantado en tanto. Porque ese es mi planteamiento, Marx se adelanta a hacernos una propuesta que está por encima de las disciplinas del conocimiento y es el momento en que las disciplinas están surgiendo. Y Marx o los estudios sobre Marx se ven envueltos en esa historia de la ciencia, del siglo pasado e incluso antepasado. Entonces, Marx se adelantó en muchos campos y también en este otro, de lo que significa la praxis, creo que estamos todavía por construir esta nueva actividad que tiene un fundamento teórico.

P: ¿Cuál es su opinión sobre el desarrollo del marxismo en América Latina, especialmente en México?

R: Yo creo que los procesos en América Latina son muy interesantes, es una región del mundo, que aquí me extraña que no esté más representada porque en los últimos años ha tenido movimientos y procesos muy interesantes. Y esto hace que las nuevas generaciones de marxistas estén con mucha energía, con mucha fuerza, con mucha creatividad. Y esto no se ha reflejado aún porque son generaciones jóvenes, pero creo que tiene mucho futuro, esa es mi percepción. Estoy trabajando en un grupo muy amplio en marxismo en América Latina, donde la mayoría son gente muy joven. Está inscrito un grupo de investigación en el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), y mi percepción es que viene con mucho empuje, con mucha fuerza, una propuesta diferente y renovada de pensamiento marxista latinoamericano. América Latina ha dado en el pasado contribuciones importantes desde el punto de vista teórico, y tenemos a muy relevantes marxistas que no son conocidos fuera de América Latina y que tienen propuestas extraordinariamente importantes en la dirección que he planteado de alguna manera aquí.

P: Y en su opinión, ¿cuál es papel de China en el desarrollo del marxismo hoy día en el mundo?

R: Bueno, a mí me gustaría, porque sé que tiene una historia política y social diferente en China, creo que me gustaría verla más presente, por lo menos en la región en que yo vivo. En América Latina se conoce muy poco el marxismo chino, en realidad prácticamente no llega, y lo del conocimiento por tanto es muy pobre. Creo que tiene muchas conexiones lo que ha preocupado al marxismo chino, encontrar estas peculiaridades de una sociedad que tiene muy distinto desarrollo a los países europeos o Estados Unidos, eso hermana con muchos de los procesos y las preocupaciones que tienen regiones como América Latina.

P: Durante este congreso, usted ha comunicado con muchos académicos internacionales en el campo de marxismo. ¿Cuál es su impresión principal sobre sus colegas, sobre todo los acaémicos de China?

R: Me ha sorprendido mucho el entusiasmo que hay, con las nuevas situaciones que hay en China. Innovación, o no sé si llamarle así, del presidente de China, que se ha expresado alrededor del pensamiento de Marx en un sentido muy positivo. Y alrededor de eso, lo que yo he escuchado, han estado acotando elementos los colegas chinas que participan de este congreso. Han una gran complejidad que no sé si logra transmitir plenamente, creo que son procesos contradictorios, que no son sencillos, que desde fuera podemos simplificar, y que son muy interesantes las explicaciones o los elementos que los colegas chinos han estado aportando. Creo que tenemos todavia mucho trabajo por hacer en ese terreno. El tiempo es corto aquí, por eso muchas veces se quedan en esa introducción, o en ese considerar este pensamiento del presidente chino como el fundamento de lo que tiene hoy el marxismo en China para desarrollarse. Yo vengo a aprender, a conocer más esta propuesta, esots planeamientos. Me acaban e regalar el primer tomo la obra de Xi en español, y espero tener tiempo para leerla a tener más elementos (sobre dicha teoría).

P: Cuáles son sus espectativas para China en el futuro desarrollo, ¿tanto teórico como práctico del marxismo?

R: Yo espero que, va acompañado… si los procesos políticos se despliegan en un proceso más creativo, más activo, esto se va a ver reflejado en el pensamiento marxista chino. Desde hace tiempo, China se ha abierto al conocimiento y el diálogo con otras corrientes del pensamiento marxista, otros afluentes occidentales. Podría crearse una gran integración, una gran renovación de esto que yo he hablado. Mientras que cada uno se quede en su espacio, no creo que avancemos mucho. Yo creo que el marxismo chino está expresando la propia situación de China. Una innovación muy interesante en cuanto a reformas o procesos, que han implicado que China aparezca en el escenario mundial con mucha fuerza y al mismo tiempo todavía estamos esperando que China juegue un papel mucho más importante en los procesos de riesgo ecológico, en los riesgos de guerra nuclear, en los procesos de deterioro de las relaciones políticas que están ocurriendo en el mundo. Y esto es el gran riesgo, tenemos un mundo al borde de la destrucción en muchos sentidos, y no podemos ser pasivos. En relación al marxismo en general, tenemos un gran reto. Creo que China, en cuanto al papel político o geopolítico que juega en este momento, creo que tiene grandes retos por delante.

P: Y el marxismo, detalladamente, ¿cómo puede resolver dichos problemas actuales?

R: El marxismo n o resuelve nada en sí mismo. Yo creo que resuelve la lucha política y que la gente se mueva, yo estoy convencido que es la fuerza de las sociedades la que resuelve la lucha política, que la gente se mueva, yo estoy convencido de que es la fuerza de las sociedades la que permite los cambios. El marxismo acompaña esos procesos, el marxismo los explica, les da herramientas, pero cuando yo digo que Marx no solamente es el vocero de un moviendo, el movimiento de los trabajadores del mundo, sino que es deudor de ese movimiento; estoy diciendo que ese movimiento ha producido un conocimiento, ese movimiento es al que Marx voltea a ver y el que piensa no guiar, sino fundamentar. Eso es muy importante, Marx también innova en cuanto a las formas políticas y no es un dirigente a la vieja manera que todavía persiste, y eso sí es muy claro. Desde luego que en las condiciones que tiene el mundo hoy, estamos muy lejos de seguir la propuesta de Marx.


Desde el 5 al 6 de mayo, el bicentenario del nacimiento de Karl Marx, la Universidad de Beijing organizó el Segundo Congreso Mundial sobre Marxismo. Más que 120 marxistas e investigadores importantes en dicho campo de unos 30 países extranjeros, y más que 800 investigadores chinos de marxismo se reúnen en Beijing para dialogar sobre marxismo y la comunidad de destino compartido para toda la humanidad.

Durante la conferencia, mantuvimos una entrevista con la socióloga Elvira Concheiro Borques, investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sobre neo-intepretación del marxismo, y sus comentarios sobre la práctica de dicha teoría científica en el país asiático.

(Utilizamos “P” para las preguntas del periodista y “R” para las respuestas del académico. Las seis primeras preguntas fueron realizadas por Radio Internacional de China, las restantes por Agencia Xinhua).

Elvira Concheiro: Tiempo y esfuerzo de revisión de la historia del marxismo

P: Estimada profesora, ¿cuál es su impresión y comentarios sobre esta conferencia, el Segundo Congreso Mundial sobre Marxismo en la Universidad de Beijing?

R: Bueno, yo creo que es muy importante. No es un lugar común. Es muy importante que a 200 años del nacimiento de Marx nos sentemos a reflexionar, no solamente que todos estamos convencidos que tiene actualidad, que los problemas del capitalismo de nuestros días hacen muy actual a Marx; sino también nuestra propia historia como marxistas. Y en esa medida creo que hay un esfuerzo importante hasta donde he podido escuchar, al ser una reflexión que tenga ese anclaje, ese sustento, en los procesos actuales de nuestras sociedades.

P: ¿Porqué usted trae este tema relacionado con la revisión sobre la historia de marxismo?

R: Yo creo que desde hace años he tenido la preocupación de revisar autocríticamente la historia del marxismo, en los marxistas o los marxismos, y encontrar las grandes deudas que tenemos con ese pensamientos, como ha sido interpretado durante este más de siglo y medio, sino también los límites que hacen que el marxismo de nuestros días no sea desde mi perspectiva un marxismo con una gran influencia cultural, intelectual y política. Y eso como marxista me preocupa, entonces hay que buscar las causas creo yo.

P: Marxismo, y la intepretación del marxismo tiene una larga historia, pasando el tiempo y espacio. En su opinión, ¿cuál tarea es más importante para el entendimiento del marxismo en el mundo contemporáneo?

R: Yo creo que el capitalismo de nuestros días ha acentuado una tendencia que Marx estudia, de fragmentación de los procesos sociales y que se expresa en la manera en que entendemos esos procesos. Cuando el critica la economía política, es justamente en esa disociación, en esa fragmentación, que no entiende la relación y la unidad de la totalidad. Ese es su método, su planteamiento, su propuesta principal. Paradójicamente, los marxistas hemos caminado en una híperespecialización, en una fragmentación de su propuesta, y no en la construcción de una ciencia unitaria como dice Ceorg Lukacs. Esto desde mi perspectiva, yo trabajo en un centro de interdisciplina donde nos cuestionamos permanentemente esta falta de comunicación y de relación entre los conocimientos precisos o puntuales que se necesitan con su integración con el todo. Y esta es la propuesta principal de Marx desde mi perspectiva, de tal manera que creo que a 200 años es bueno repensarlo. Yo creo que el marxismo ha dejado de criticar el concepto mismo de ciencia, es lo que dije en mi ponencia. Yo creo que la ciencia tiene que ser replanteada, ha sido parte de esa fetichización que hay en la sociedad, esta fragmentación y extrañamiento de unos procesos con otros, de tal manera que tendríamos que repensar a Marx hoy desde una perspectiva mucho más unitaria y global total.

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