La Universidad de Beijing, el alma máter de Li Keqiang

2016-02-20 22:55:56
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Por GONG HAN

SIN importar dónde esté, seguro que a usted le suena alguno de estos nombres: Tu Youyou, ganadora del Premio Nobel de Fisiología o Medicina; Lin Yifu, ex economista jefe del Banco Mundial; Li Yanhong, fundador del principal buscador de Internet del país, Baidu; Joel Bellassen, inspector general del idioma chino del Ministerio Nacional de Educación de Francia; Romulus Budura, ex embajador de Rumania en China y conocido por su nombre chino de Luo Ming; Anna Budura, historiadora rumana especializada en China; y Mulatu Teshome, presidente de Etiopía. Ellos comparten algo con el primer ministro de China, Li Keqiang: todos han sido alumnos de la Universidad de Beijing (también conocida como Beida).

La Universidad de Beijing, el alma máter de Li Keqiang

La Universidad de Beijing es una de las universidades más famosas de China.

Temprano espíritu de apertura

La Universidad de Beijing, fundada en 1898, ha sido una de las más importantes fuentes contemporáneas del pensamiento democrático en China. A principios del siglo XX, cuando el famoso pedagogo Cai Yuanpei asumió el rectorado, la universidad tenía prestigiosos profesores que llevaban trenzas y enseñaban literatura inglesa (como Gu Hongming) y estaba también la élite académica de los chinos que habían regresado al país (como Hu Shi). Extranjeros de la talla de Bertrand Russell, John Dewey, Albert Einstein y Marie Curie también ofrecieron clases en esta universidad, lo cual generó una corriente de inclusión y libertad ideológica que influye hasta el día de hoy.

A comienzos de 1934, el destacado periodista estadounidense, Edgar Snow, fue profesor de la Facultad de Periodismo, invitado por la Universidad Yenching (la cual se uniría a Beida en 1952). Snow compartió con sus alumnos lo que había visto y oído en su viaje a la región fronteriza de Shaanxi-Gansu-Ningxia, lo cual tuvo buena acogida entre los estudiantes. En la Universidad Yenching fue donde Snow terminó su reconocido libro Estrella roja sobre China. Luego de la fundación de la República Popular China, Snow volvió a Beida en 1960 y 1964 para reunirse con profesores, alumnos y amigos. En su obra La orilla del otro océano, Snow escribió que “la Universidad de Beijing había pasado de ser un instituto nacional de enseñanza superior en el que se habían capacitado los más importantes fundadores del Partido Comunista de China, a convertirse en un lugar al cual aspiraban a ir ávidos alumnos de las especialidades de artes y ciencias, así como investigadores ya graduados”. Debido al gran amor que sentía por la universidad, una parte de las cenizas de Snow fueron esparcidas en el lago Weiming de Beida.

Beida sigue siendo hoy la institución de enseñanza superior más sobresaliente de China. Figura en el puesto 42 de las mejores universidades del mundo, según la lista publicada por Higher, el suplemento educativo del diario británico The Times. Las carreras de humanidades y ciencias físicas y naturales siguen siendo la mejor carta de presentación de Beida, mientras que otras especialidades como chino, historia, arqueología, economía, química, física, matemática y biología tienen una alta calidad a nivel mundial.

De acuerdo con las cifras del ESI estadounidense de 2013, 18 especialidades de ciencias de la Universidad de Beijing se encuentran en el 1 % superior entre universidades e institutos de investigación del mundo, mientras que cinco disciplinas (química, ciencia de materiales, medicina clínica, ingeniería y física) figuran en el 0,1 % superior. 

La Universidad de Beijing, el alma máter de Li Keqiang

25 de septiembre de 2015. Alumnos extranjeros de la Sociedad Estudiantil Jiandao ofrecen una presentación en Beida.

Li Keqiang y Beida

Li Keqiang fue uno de los primeros estudiantes en participar en los exámenes de admisión a los centros superiores en China, tras la Revolución Cultural. Por mucho tiempo aspiró a ingresar a Beida y fue admitido en la Facultad de Derecho. De hecho, en dicha universidad estudió durante diez años, desde los estudios de pregrado hasta el doctorado. “No buscaba solo conocimientos, sino un temperamento y un estilo de estudio”, ha comentado el primer ministro chino.

Su dedicación al aprendizaje del inglés dejó una gran impresión. Tanto en el comedor como en el autobús, Li llevaba un cuaderno de apuntes, el cual memorizaba. Gracias a su elevado nivel de inglés, Li Keqiang tradujo más de 10.000 caracteres de Datos sobre la Constitución de Inglaterra, el cual fue adoptado por la Comisión Legislativa del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional. Otra de sus traducciones, Programa de la Constitución de Inglaterra, fue también impresa por la Facultad de Derecho de Beida y es considerado un material de referencia.

En enero de 1982, Li Keqiang se graduó de la Universidad de Beijing con excelentes calificaciones. Muchos estudiantes se preparaban para continuar sus estudios en Europa o EE. UU. Li también tenía ese plan y se preparó para los exámenes correspondientes. Empero, luego de diez pláticas con los directores de la universidad, decidió permanecer en Beida, lo cual tuvo una gran reacción en la comunidad académica, aunque muchos sintieron pena por él.

El maestro de Li en el programa de maestría fue el afamado economista Li Yining, uno de los primeros en proponer la transformación de la economía china mediante el sistema de acciones.

Li Keqiang obtuvo su doctorado en 1995 y su tesis Análisis sobre la estructura tripartita de la economía china expuso los problemas y las medidas efectuadas por China en su tránsito de una sociedad agrícola a una industrial. La tesis ganó el premio más prestigioso en el campo de la economía: el Premio Sun Yefang.

Al recordar aquellos tiempos en Beida, el primer ministro chino ha dicho que entre los alumnos y profesores había una relación de igualdad, que era también una expresión de respeto por el conocimiento y la verdad. “Basados en este principio, los profesores preferían que los alumnos dominaran no solo conocimientos, sino que comprendieran también la fuerza del conocimiento y aspiraran a un verdadero talento, no a un prestigio ficticio”.

Al ser la más antigua universidad pública de China, Beida ha formado a numerosos personajes.

Li Yanhong, el fundador de Baidu, sostiene que Beida ha ejercido una gran influencia en su vida. Tras terminar sus estudios en EE. UU. y regresar al país, Li y otros amigos emprendieron la creación de un buscador chino. “Desde la ventana de mi oficina puedo ver el edificio n.° 43 de Beida, en el que yo vivía”, comentó Li en una conferencia. “Cuando cae la noche, la luz del edificio n.° 43 me recuerda la vida universitaria”. De hecho, debajo de la placa conmemorativa de la empresa Baidu se puede leer: “Una empresa creada por un graduado de Beida”.

Beida tiene un prestigio ganado en el extranjero. Desde 1998, más de 50 presidentes y jefes de Estado del extranjero la han visitado.

El año pasado, el presidente de Etiopía, Mulatu Teshome, se presentó en Beida, donde terminó sus estudios de bachillerato y de doctorado. De hecho, se convirtió en el primer jefe de Estado capacitado por Beida. “Mis compañeros de entonces demuestran hoy su talento en diversas áreas y realizan extraordinarias contribuciones”, ha mencionado el presidente Teshome, quien se siente orgulloso de sus años universitarios.

Una ventana a China

Beida cuenta actualmente con más de 3600 estudiantes extranjeros, procedentes de 116 países. Las carreras de administración comercial e industrial, y de lengua y literatura china son las más demandadas. Además, Beida posee otras disciplinas en ciencias con prestigio internacional.

Vale la pena mencionar que la Academia Yenching de Beida ha establecido el proyecto de dos años de maestría “Estudios de China”, que incluye diez asignaturas, como cultura, filosofía, economía, leyes, sistema social, entre otras, las cuales son impartidas en inglés. El proyecto tiene como objetivo formar a personas calificadas de diversos sectores en el conocimiento profundo de China. Si bien presta atención a la historia y cultura de China, se le da más importancia a la China moderna y al mundo del futuro. El proyecto aplica una admisión rigurosa y la tasa de ingreso entre los estudiantes extranjeros es de menos del 25 % de los postulantes. Los primeros 96 alumnos del proyecto provienen de 34 países (24 chinos y 72 extranjeros), de los cuales una parte proviene de universidades de primer nivel como Harvard, Yale, Oxford y Cambridge.

En Beida hay más de 200 sociedades estudiantiles y la universidad incentiva la participación en ellas. Las sociedades de voluntariado, de artes marciales, de intercambios internacionales y las deportivas figuran entre las preferidas por los extranjeros.

Durante las vacaciones veraniegas de cada año, la Asociación de Alumnos de Beida organiza actividades sociales en toda China, y muchos estudiantes extranjeros participan. Esto les permite conocer profundamente la sociedad china.

Romulus Budura, ex embajador de Rumania en China, y su esposa Anna Budura, reconocida historiadora especializada en China, fueron estudiantes de Beida. El año pasado, Anna Budura escribió una carta de felicitación por el 116° aniversario de la fundación de Beida, la cual decía: “Me siento como si volviera al otoño de 1952, cuando apenas entré en Beida. Su precioso paisaje, su arquitectura imperial, sus dormitorios y equipos deportivos, su pasión y sus simpáticos profesores y compañeros me dejaron una imborrable impresión. En esos cuatro años aprendí la historia china, empecé a amar la cultura y filosofía de China y a entender el modo de pensamiento, la vida y las acciones de los chinos. Fue un placer acercarme al alma de los chinos e ir definiendo mi deseo de ser sinóloga e historiadora”.

Por GONG HAN

SIN importar dónde esté, seguro que a usted le suena alguno de estos nombres: Tu Youyou, ganadora del Premio Nobel de Fisiología o Medicina; Lin Yifu, ex economista jefe del Banco Mundial; Li Yanhong, fundador del principal buscador de Internet del país, Baidu; Joel Bellassen, inspector general del idioma chino del Ministerio Nacional de Educación de Francia; Romulus Budura, ex embajador de Rumania en China y conocido por su nombre chino de Luo Ming; Anna Budura, historiadora rumana especializada en China; y Mulatu Teshome, presidente de Etiopía. Ellos comparten algo con el primer ministro de China, Li Keqiang: todos han sido alumnos de la Universidad de Beijing (también conocida como Beida).

La Universidad de Beijing, el alma máter de Li Keqiang

La Universidad de Beijing es una de las universidades más famosas de China.

Temprano espíritu de apertura

La Universidad de Beijing, fundada en 1898, ha sido una de las más importantes fuentes contemporáneas del pensamiento democrático en China. A principios del siglo XX, cuando el famoso pedagogo Cai Yuanpei asumió el rectorado, la universidad tenía prestigiosos profesores que llevaban trenzas y enseñaban literatura inglesa (como Gu Hongming) y estaba también la élite académica de los chinos que habían regresado al país (como Hu Shi). Extranjeros de la talla de Bertrand Russell, John Dewey, Albert Einstein y Marie Curie también ofrecieron clases en esta universidad, lo cual generó una corriente de inclusión y libertad ideológica que influye hasta el día de hoy.

A comienzos de 1934, el destacado periodista estadounidense, Edgar Snow, fue profesor de la Facultad de Periodismo, invitado por la Universidad Yenching (la cual se uniría a Beida en 1952). Snow compartió con sus alumnos lo que había visto y oído en su viaje a la región fronteriza de Shaanxi-Gansu-Ningxia, lo cual tuvo buena acogida entre los estudiantes. En la Universidad Yenching fue donde Snow terminó su reconocido libro Estrella roja sobre China. Luego de la fundación de la República Popular China, Snow volvió a Beida en 1960 y 1964 para reunirse con profesores, alumnos y amigos. En su obra La orilla del otro océano, Snow escribió que “la Universidad de Beijing había pasado de ser un instituto nacional de enseñanza superior en el que se habían capacitado los más importantes fundadores del Partido Comunista de China, a convertirse en un lugar al cual aspiraban a ir ávidos alumnos de las especialidades de artes y ciencias, así como investigadores ya graduados”. Debido al gran amor que sentía por la universidad, una parte de las cenizas de Snow fueron esparcidas en el lago Weiming de Beida.

Beida sigue siendo hoy la institución de enseñanza superior más sobresaliente de China. Figura en el puesto 42 de las mejores universidades del mundo, según la lista publicada por Higher, el suplemento educativo del diario británico The Times. Las carreras de humanidades y ciencias físicas y naturales siguen siendo la mejor carta de presentación de Beida, mientras que otras especialidades como chino, historia, arqueología, economía, química, física, matemática y biología tienen una alta calidad a nivel mundial.

De acuerdo con las cifras del ESI estadounidense de 2013, 18 especialidades de ciencias de la Universidad de Beijing se encuentran en el 1 % superior entre universidades e institutos de investigación del mundo, mientras que cinco disciplinas (química, ciencia de materiales, medicina clínica, ingeniería y física) figuran en el 0,1 % superior. 

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