La Tierra Errante (The Wandering Earth): 2019, año de despegue para las películas chinas de ciencia ficción

La superproducción china de ciencia ficción "The Wandering Earth" (La Tierra Errante, en español) obtuvo alrededor de 1400 millones de yuanes (unos 208,7 millones de dólares) en taquilla en los primeros cinco días de su estreno hasta las 14 hora local del sábado, según informó Maoyan, agencia que evalúa el comportamiento de la taquilla en China.

La película, una de las principales ganadoras en el mercado cinematográfico de la Fiesta de Primavera en China, recibió también reseñas favorables de la audiencia y los críticos.

En el argumento del film, en un futuro cercano la humanidad se ve amenazada por un sol moribundo e inflamado y, por eso, se construyen propulsores gigantes para impulsar al planeta fuera del sistema solar en un viaje de 2500 años en busca de un nuevo sol.

Considerada un hito en el desarrollo del cine de ciencia ficción chino, "The Wandering Earth", adaptada de la novela del mismo nombre de Liu Cixin, galardonado con el Premio Hugo, se ganó el corazón de muchos fanáticos de la ciencia ficción. Uno de ellos es Zhou Yingsen, de la provincia de Guangdong, en el sur de China: "La película debe su éxito al destacado guión y al proceso de producción profesional", declaró Zhou, al hacer la reseña, en la que también expresó su confianza en el futuro del cine de ciencia ficción chino.

Además de la historia fascinante y los efectos especiales sorprendentes, la interpretación de los valores tradicionales de familia, heroísmo y patriotismo que hace la película también resonaron entre la audiencia. "Me inspiraron fuertemente los tres padres que hay en la película. Todos ellos hicieron sacrificios en busca de un bien mayor, y mostraron una dedicación real por sus familias", dijo Fan Xinggang, padre de un niño de tres meses de edad de Xi'an, capital de la provincia de Shaanxi, en el noroeste de China.

Asimismo, Guo Fan, el director de la película, señaló que llevar a la Tierra por un viaje interestelar es la manifestación máxima de la conexión entre los seres humanos y la tierra, algo que tiene raíces profundas en la cultura china.

Por su parte, Liu Cixin, autor de la historia original y productor ejecutivo de la película, la elogió como el "inicio de una nueva travesía" para la industria cinematográfica de ciencia ficción de China.

La historia se enfoca en un astronauta chino y su hijo, con el cual está distanciado emocionalmente, quienes se unen a la misión global para evitar que la Tierra choque contra Júpiter: Los hechos ocurren en un futuro próximo, en el cual el sol envejece y está a punto de convertirse en un gigante rojo. El drama fuerza a consolidar un gobierno mundial e iniciar un proyecto para mover la Tierra fuera del sistema Solar, con rumbo al sistema Centauri de Alfa, como intento de preservar la civilización humana. Grandes fuentes de energía de fusión se construyen para propulsar al planeta. La población humana es reducida severamente debido a las mareas catastróficas que se producen después de que los motores planetarios detienen la rotación de la tierra y, más adelante, cuando el planeta se mueve lejos del sol, y gran parte de la superficie queda congelada debido a las bajas temperaturas. Todo esto obliga a los seres humanos a vivir en grandes ciudades subterráneas construidas especialmente.

Al principio de la película, el coronel Liu Peiqiang, un astronauta chino, promete a su hijo Liu Qi que retornará, mientras inicia su misión a una estación espacial que ayuda a la Tierra a navegar mientras ésta se mueve fuera del Sistema Solar. La tutela del niño queda en manos del suegro de Peiqiang, Han Zi'ang.

Varios años más tarde, la misión de Liu Peiqiang está a punto de terminar y pronto volverá a la Tierra. Para celebrar el Año Nuevo chino, un ya adulto Liu Qi lleva a su hermana adoptada, Han Duoduo, a un viaje a la superficie terrestre en un camión que roban, pero la aventura resulta mal y ambos son arrestados. Cuando la Tierra se aproxima a Júpiter, el planeta es capturado por la gravedad de Júpiter, causando terremotos devastadores que desactivan muchos propulsores en todo el mundo. La joven pareja de hermanos, junto a Han Zi'ang, escapan en medio del caos y tratan de hacer su camino utilizando la camioneta robada, pero el vehículo es designado para una misión de rescate por parte del ejército. La misión es para el transporte de un componente del motor que tiene una hélice dañada en Hangzhou, el cual es supervisado por soldados dirigidos por Wang Lei. En Shanghai, tras perder el vehículo, y mientras transportan el componente por encima de las ruinas de un rascacielos, Han Zi'ang es asesinado. Con la noticia de que la hélice de Hangzhou está totalmente comprometida y la ciudad fue destruida, el grupo desespera temporalmente. Sin embargo, a bordo de otro vehículo, el ingeniero Li Yiyi los convence para transportar un componente destinado a reparar otro motor planetario más grande, en Sulawesi.

En el espacio, Liu Peiqiang descubre que la Inteligencia Artificial (AI) al mando de la estación espacial se dedicó a organizar un escape en lugar de buscar real ayuda para los seres humanos en la Tierra. Liu sale entonces de hibernación forzada y trata de detener la nave junto con el cosmonauta ruso Makarov, quien es asesinado por medidas de seguridad automáticos de la nave espacial. Liu Peiqiang llega a la sala de control, pero sus permisos fueron revocados debido a sus actos undisciplinary y poco puede hacer poco para anular el proceso de escape.

El grupo de Liu Qi llega a Sulawesi para descubrir que el motor fue completamente restaurado y que a nivel mundial la mayoría de los propulsores planetarios han sido reparados. Sin embargo, la Tierra se ha movido más allá del límite de Roche de Júpiter y será destruida de todos modos. Pero Liu Qi, inspirado por el recuerdo de su niñez sobre la explicación que le dio su padre sobre la mecánica de los propulsores, se propone encender la atmósfera de hidrógeno abundante de Júpiter para alejarse de la tierra. Li Yiyi propone concentrar la potencia del motor de Sulawesi para disparar un haz lo suficientemente alto para encender Júpiter. El grupo debe además superar diversos retos, tales como temblores y réplicas que lesionan a varios miembros, mientras configura el motor para llevar a cabo el plan. Sin embargo, finalmente no son capaces de empujar un perno del motor para encenderlo.

Liu Peiqiang toma nota de esto y persuade al Gobierno de la Tierra Unidos de utilizar sus canales de comunicación para pedir asistencia en Sulawesi. Aun así, la AI a bordo de la estación espacial revela que la solución que se intenta no tiene posibilidades de éxito basándose en el cálculo de probabilidades. El motor logra ser encendido, pero no consigue encender el hidrógeno. Liu Peiqiang decide entonces utilizar el propio motor de la estación espacial para encender el hidrógeno de Júpiter, después de deshabilitar la AI -que se resistía a esta acción-, y encendiendo un fuego con vodka que Makarov había llevado a bordo de contrabando. Los pilotos de la nave espacial entre Júpiter y la Tierra se sacrifican a sí mismos cuando la ignición resulta exitosa, permitiendo que la Tierra se salve de la destrucción y continúe moviéndose hacia el sistema estelar de destino.

Al final de la película, Liu Qi relata y contempla las etapas de la migración de la tierra, contando acerca de un obligado e incierto proceso de 2500 años, pero en un tono de esperanza.

Según los comentaristas chinos, el logro de la película no sólo muestra una nueva tendencia del mercado cinematográfico de este país asiático, sino que también presenta valores muy diferente que los blockbusters estadounidenses, presentando una idea más china. En esta obra, no existe un personaje “héroe” en el sentido de Hollywood, ya que se muestra un esfuerzo colectivo de todos los seres humanos. Al mismo tiempo, al ocurrir un gran desastre en el sistema solar, las opciones de los chinos también son muy diferente a los de las películas clásicas de ciencia ficción, tales como dejar la Tierra y buscar un nuevo hogar para la especie humana. Esta vez, los humanos llevan a la Tierra en su viaje, porque el “hogar” es un valor supremo para los chinos y para muchas otras culturas de Asia Oriental.

No se puede decir que la película sea perfecta en todos los aspectos, y tampoco es la primera obra de ciencia ficción en China. Pero esta vez, la obra atrajo la atención de todo el mercado cinematográfico chino y global, lo cual apoyará el desarrollo del sector en el futuro. Los fans chinos de películas y literatura de ciencia ficción tienen ahora una gran esperanza: que a partir del 2019 el cine de ciencia ficción en China inicie un próspero camino.

Liu Cixin (nacido en 1963), uno de los escritores chinos más importantes en el campo de ciencia ficción, ganador en nueve oportunidades del premio Galaxy y una vez de premio Xingyun (Nébula). Está considerado como uno de los más prolíficos y reconocidos escritores de ciencia ficción de los 1960s en el país asiático. Antes de ganar fama como escritor, trabajaba como ingeniero en una central eléctrica en Niangziguan de la Ciudad Yangquan, Provincia de Shanxi. Sus obras más famosas son: La era de la supernova, Maestro rural, La esfera luminosa, Trilogía de los tres cuerpos.

La superproducción china de ciencia ficción "The Wandering Earth" (La Tierra Errante, en español) obtuvo alrededor de 1400 millones de yuanes (unos 208,7 millones de dólares) en taquilla en los primeros cinco días de su estreno hasta las 14 hora local del sábado, según informó Maoyan, agencia que evalúa el comportamiento de la taquilla en China.

La película, una de las principales ganadoras en el mercado cinematográfico de la Fiesta de Primavera en China, recibió también reseñas favorables de la audiencia y los críticos.

En el argumento del film, en un futuro cercano la humanidad se ve amenazada por un sol moribundo e inflamado y, por eso, se construyen propulsores gigantes para impulsar al planeta fuera del sistema solar en un viaje de 2500 años en busca de un nuevo sol.

Considerada un hito en el desarrollo del cine de ciencia ficción chino, "The Wandering Earth", adaptada de la novela del mismo nombre de Liu Cixin, galardonado con el Premio Hugo, se ganó el corazón de muchos fanáticos de la ciencia ficción. Uno de ellos es Zhou Yingsen, de la provincia de Guangdong, en el sur de China: "La película debe su éxito al destacado guión y al proceso de producción profesional", declaró Zhou, al hacer la reseña, en la que también expresó su confianza en el futuro del cine de ciencia ficción chino.

Además de la historia fascinante y los efectos especiales sorprendentes, la interpretación de los valores tradicionales de familia, heroísmo y patriotismo que hace la película también resonaron entre la audiencia. "Me inspiraron fuertemente los tres padres que hay en la película. Todos ellos hicieron sacrificios en busca de un bien mayor, y mostraron una dedicación real por sus familias", dijo Fan Xinggang, padre de un niño de tres meses de edad de Xi'an, capital de la provincia de Shaanxi, en el noroeste de China.

Asimismo, Guo Fan, el director de la película, señaló que llevar a la Tierra por un viaje interestelar es la manifestación máxima de la conexión entre los seres humanos y la tierra, algo que tiene raíces profundas en la cultura china.

Por su parte, Liu Cixin, autor de la historia original y productor ejecutivo de la película, la elogió como el "inicio de una nueva travesía" para la industria cinematográfica de ciencia ficción de China.

La historia se enfoca en un astronauta chino y su hijo, con el cual está distanciado emocionalmente, quienes se unen a la misión global para evitar que la Tierra choque contra Júpiter: Los hechos ocurren en un futuro próximo, en el cual el sol envejece y está a punto de convertirse en un gigante rojo. El drama fuerza a consolidar un gobierno mundial e iniciar un proyecto para mover la Tierra fuera del sistema Solar, con rumbo al sistema Centauri de Alfa, como intento de preservar la civilización humana. Grandes fuentes de energía de fusión se construyen para propulsar al planeta. La población humana es reducida severamente debido a las mareas catastróficas que se producen después de que los motores planetarios detienen la rotación de la tierra y, más adelante, cuando el planeta se mueve lejos del sol, y gran parte de la superficie queda congelada debido a las bajas temperaturas. Todo esto obliga a los seres humanos a vivir en grandes ciudades subterráneas construidas especialmente.