Pesimista, perseverante y poco convencional
I.
En la vida una persona tiene muchos pensamientos, sin embargo, realmente no hay muchos problemas que hagan que las personas piensen por toda la vida, a veces están emocionadas, a veces no piensan en ello. Hablando a fondo, las personas solo piensan en un problema durante toda su vida, este problema es invisible para todos y es lo suficientemente confuso como para pensarlo por toda la vida.
En retrospectiva, los motivos que han enredado mis pensamientos durante muchos años no han cambiado. Me instó a leer y pensar constantemente, me motivó a luchar y persistir, pero al mismo tiempo me aliento a retirarme y acostumbrarse a no perseguir fama ni riqueza. Si quieres usar palabras para expresar esta motivación implícita, es como una propuesta muy simple: solo hay una vida.
Si las personas pueden vivir para siempre o innumerables veces, el panorama de los problemas de la vida cambiará por completo e incluso no habrá problemas que duren toda una vida. La razón por la cual la vida se convierte en un problema es porque hay solo una y su corta duración. Sin embargo, desde la premisa de que solo hay una vida, diferentes personas, no, la misma persona puede llegar a diferentes resultados basándose en el mismo problema. Quizás, la confusión radica en encontrar estas soluciones contradictorias que parecen no tener sentido. Quizás la sabiduría también está haciendo una reconciliación dialéctica de estas contradictorias conclusiones.
II.
No importa quién sea, cuando se da cuenta por primera vez el triste hecho de que solo tenemos una vida, nacerá una sensación de desilusión, en ese momento la tentación de vivir la vida acaba de aparecer en el horizonte, pero en un parpadeo, ya llegó a su final. ¡Una vida es demasiado corta! El corazón está lleno de tantos deseos y sueños, ¿cómo podría ser suficiente tan solo una vida? ¿Por qué hay tantos imperios y dinastías en la historia, hay innumerables estrellas en el universo y yo solo tengo una vida? En el ascenso y la caída de los Imperios, durante las largas historias de las dinastías y el eterno existir de las estrellas, ¿mi pequeña vida no es igual a cero? De hecho, es igual a cero. Una vez que termina, no hay rastro de ella. ¿Cuál es la diferencia entre ella y algo que nunca existió?
Un protagonista del escritor checo Milan Kundera a menudo repite un proverbio alemán, que se traduce como: "Vivir solo una vez es igual a no vivir". Este proverbio equivale a que tener una sola vida, es igual a no tener una.
Recientemente, leí una crítica de Jin Shengtan sobre “El romance en la cámara del oeste”. Sus críticas únicas en su estilo, describieron vívidamente lo corta que es la vida, lo que me hizo sentir impotente y desesperado. En el prefacio, escribió: Desde la antigüedad, decenas de miles de años han sido como el agua, las nubes, el viento, la electricidad y todos se fueron al final. En lo que respecta a este momento, yo estoy temporalmente aquí. Esta vez sí, pero yo también me iré como el agua, las nubes, el viento, la electricidad. También quería tener algo que hacer, pero lo que hice también fue seguir adelante, es que no quiero hacer nada, solo quiero divertirme y la crítica de este libro "El romance en la cámara del oeste" es del tipo de mis pasatiempos. Sin embargo, no hago nada en absoluto, ¿por qué no hago lo mismo que el agua, las nubes, el viento o la electricidad? Pensé en ello, incluso para divertirme, pero también todo se fue, soy realmente impotente.
III.
Es muy fácil ser pesimista, pero no es nada fácil ser completamente pesimista. Solo mira el raro nirvana pre-vida de los budistas. Pero si no eres tan pesimista como para querer suicidarte de inmediato, el instinto de vivir puede encontrar muchas razones y causas para confrontar el pesimismo, siempre encontrará varias razones para competir con el pesimismo. De hecho, a partir de la premisa de que solo tenemos una sola vida, se puede inferir que la vida no vale nada, pero al mismo tiempo se puede decir que la vida es preciosa. Lo escaso es caro y preciado, así que la cosa más rara y escasa en el mundo es la vida, la que va a terminar tarde o temprano. Esta vida es la única que todos nosotros tenemos. Si la perdemos, significa que lo perdemos todo, aparte de amarla y persistir en ella, ¿qué más podemos hacer?
Es cierto que la vida parece ser igual a cero en comparación con la historia y el universo. Pero como Percy Bysshe Shelley dijo: "En comparación con la vida, el surgimiento y la caída de Imperio y el cambio de las dinastías no significan nada. En comparación con la vida, el funcionamiento y el destino del universo tampoco son dignos de ser mencionados". Frente al amor ilimitado de la vida, ese tiempo y espacio infinitos, que reflejan lo insignificante de la vida, ya no merecen ser una preocupación. El tiempo de vida es el límite de una persona, lo más importante es asumir su propia responsabilidad y administrar este tiempo, en lugar de tratar de evitarlo y lamentarse por el mundo.
A lo largo de los siglos, aunque las opiniones pesimistas ante la vida son muchas, las enseñanzas de persuadir a las personas para que valoren la vida y den importancia al tiempo son aún más persistentes. En comparación con ambos aspectos, la persistencia es ciertamente más sensata que el pesimismo. El pesimismo es en sí mismo algo siniestro. Seguir meditando sobre la inutilidad de la vida durante toda la vida, nunca dejará que los días de una persona brillen y sofocará la alegría de la vida. Es mejor poner esta inutilidad entre paréntesis y concentrarse en hacer cosas positivas en la vida, como solo hay una, lo que es digno de las mejores mentes del mundo, ya se sea exitoso o fracasado, no se puede esperar en esta vida y no hay esperanza en ese acto. ¿Por qué no esforzarse por perseguirlo todo con un vivido estado de ánimo?
IV.
Sin embargo, estar ligado a la persistencia es igual que estar ligado al pesimismo, los cuales están muy lejos de la sabiduría, lo peligroso del pesimismo es que crea una actitud de aversión hacia la vida y lo peligroso de la persistencia es que crea una actitud posesiva hacia la vida.
La llamada actitud posesiva hacia la vida no se refiere necesariamente al deseo insaciable de lucrar. En el libro de Erich Fromm "Tener o ser" analiza específicamente la actitud posesiva hacia la vida, que se refleja en todas las actividades cotidianas de la misma, como el estudio, la lectura, la conversación, los recuerdos, las creencias y el amor. Según mi propia opinión, cualquiera que esté demasiado preocupado por el éxito o el fracaso en la vida, el honor y la desgracia, las ganancias y las pérdidas, y que considere el éxito y la felicidad como los primeros y más altos objetivos de una vida, puede incluirse en esta lista. Pensar así solo significa ver la vida como una posesión, que se debe obtener el mayor beneficio de ella y así uno se podrá sentirá mejor.
Pero la vida no se puede detener, es mejor decir que solo es un regalo temporal que ha llegado a nuestras manos y que lo devolveremos tarde o temprano. Sería preferible jugar con ella con un estado de ánimo tranquilo y relajado, en lugar de desperdiciarla a través de una exhaustiva búsqueda de ganancias y pérdidas, caso contrario ya no tendríamos un buen estado de ánimo.
Hay algo más importante en la vida que el éxito y la felicidad, es decir, una mentalidad abierta para aceptar los éxitos y los fracasos. En el último sentido, los éxitos y los fracasos, la felicidad y los desastres del mundo humano son solo un vistazo al pasado, y no hay una diferencia sustancial entre ellos. Cuando lo pensamos así, nos mantenemos alejados de nuestros encuentros externos, al mismo tiempo estamos más apegados a nuestra vida real, la cual es una vida rica en experiencias tanto indulgente como poco convencional.
Podemos enamorarnos de la vida y persistir en ella, pero al mismo tiempo también debemos pensar en lo que dijo Michel de Montaigne, “hay que preparar bien las maletas y estar listos para despedirnos de la vida”. Entrando en el mundo más profundo sin olvidar sus límites, este tipo de persistencia en base del pesimismo no conducirá a la codicia, la persistencia del pesimismo es en realidad una especie poco convencional.
V.
Creo que todas las almas profundas son pesimistas. En otras palabras, el pesimismo tiene su propia profundidad. Qué gran evento de la vida es la muerte, ni siquiera puedo pensar en ello, esto solo puede explicarse por cobardía o tontería. En palabras de Ludwig van Beethoven: "¡Las personas que no conocen la muerte son realmente pobres!" Por supuesto, podemos agregar una frase más: "¡Las personas que solo conocen la muerte también son realmente pobres!" Una verdadera alma profunda nunca se entrega al pesimismo, el pesimismo se originó en el amor, pero lucha por el amor en contra del pesimismo, pero es algo más que tan solo una creación ordinaria, el propio Beethoven es el mejor ejemplo de ello.
Sin embargo, lo profundo es que no importa cuán exitosa sea una persona, no se puede eliminar el pesimismo del corazón, por lo que finalmente puedes ver este éxito con una mirada poco convencional. Si un pesimismo puede ser fácilmente disipado por el éxito externo, me atrevo a decir que no es pesimismo, si no solo son problemas superficiales.
El desapego es el resultado del conflicto violento entre el pesimismo y la persistencia, pero también es la reconciliación entre ambos. Como se mencionó anteriormente, Jin Shengtan realizó se entristeció debido a la crítica del libro “El romance de la cámara del oeste”, pero no se detuvo allí. De lo contrario, el ama demasiado esta obra y no puede contener ese amor. Por lo tanto, continuó y le dio media vuelta a sus emociones escribiendo: Dado que el Cielo y la Tierra solo me dieron luz accidentalmente, entonces, "Yo no soy el yo de antes de nacer ni tampoco el de después de nacer, aunque ahora todavía estoy vivo, no soy yo". Sus pensamientos muestran sutilmente la simpatía y la persistencia de la reconciliación en el desapego, nos dice, tengo pesimismo y persistencia en mi corazón. En cuanto más insisto, soy más pesimista, cuanto más pesimista soy, más persistente puedo ser, y así me meto en un círculo vicioso entre ambos. Simplemente me dividí a mí mismo en dos partes y ahora comprendo cabalmente ese yo persistente, y lo dejo ser. Cuando la persistencia no tiene relación con el pesimismo, se puede ser persistente como uno quiera. Mientras que cuando el pesimismo abandona la persistencia, se ha convertido en el desapego. No solo se piensa en la riqueza, el poder y la fama como algo externo, también se piensa en el yo, que finamente morirá, como algo externo, de ahí se logra entender el verdadero desapego.
Como solo hay una vida, las personas pesimistas la ven como un cero y caen en el abismo del pesimismo. Por lo tanto, una persona obsesionada lo considera como un todo y despierta el entusiasmo de la posesión. Ninguno tiene la razón, la sabiduría está en medio de ambos puntos de vista, para ser exactos, es a la vez inclusiva y superior a ambos. La vida es un cero y un todo, y es la unidad de ambos. El todo desdice el cero para resistir el vacío y el cero niega el todo, para contener la codicia, la sabiduría parece amar este camino en espiral. Sin embargo, esta es solo una descripción muy simplificada. De hecho, en el corazón de una persona que ama la vida y tiene una idea de la verdad de la vida, los tres factores, el pesimismo, la perseverancia y el desapego siempre existen: nada desaparecerá por completo y la sabiduría existe en el dinámico equilibrio de los mismos.
Zhou Guoping es un escritor, poeta, académico, traductor, filósofo e investigador chino moderno del Instituto de Filosofía de la Academia China de Ciencias Sociales. A partir del 2017, Zhou ha publicado más de 20 libros, algunos de ellos publicados en Japón, Hong Kong y Corea. La mayoría de sus obras se encuentran entre las más vendidas de su género.