Recordar el camino para regresar a casa

Al vivir en el mundo actual, la tranquilidad espiritual no es fácil de conseguir. El mundo está lleno de oportunidades y presiones. Las oportunidades seducen a la gente a experimentar y la presión obliga a la gente a luchar, lo que hace que la gente no pueda calmarse. No abogo por que los jóvenes rechacen todas las oportunidades, que evadan toda presión y que se enfrenen al mundo con una actitud muy cerrada. Las mentes jóvenes no deben estar tan tranquilas como el agua y no deben no tener ninguna ola. El mundo debe pertenecer a los jóvenes y esta es una experiencia necesaria para la vida de los jóvenes si estos andan por el vasto mundo. Lo que necesitan evitar es entregarse a sí mismo, por completo a las oportunidades y la presión. Si uno no tiene su propia dirección y metas en el mundo, es igual que perder el camino para regresar a casa.

Cada vez que estoy en una ciudad extraña, me acostumbro a pasear por sus calles sin rumbo y la curiosidad me impulsa a explorar las animadas calles y sus apartados rincones. De esta manera, es inevitable que me pierda temporalmente, pero debo estar seguro en mi corazón que podré recordar con confianza la ruta de regreso a mi lugar de residencia, de lo contrario me sentiré un poco desconfiado. Creo que es lo mismo en la vida, es factible que desee una buena profesión, tener aventuras, disfrutar del amor, pero al fin y al cabo no se debe olvidar el camino a casa. Ese hogar es tu propio ser humano, es tú propio mundo espiritual.

Buscar la paz en el corazón, es la premisa que primero debe tener un alma. En teoría, todos tienen un alma, pero en realidad no es así. Hay algunas personas que siempre están rodeadas por el poder del mundo exterior y viven para siempre en ese ruidoso mundo. Es decir, no tienen una vida interior real. Para tales personas, la paz mental no puede ser comprendida. Solo cuando uno presta atención al alma, será molestado por esta y habrá una necesidad de buscar la paz interior. Por lo tanto, es más importante tener la intención de pensar en la vida interior o desarrollar tal hábito. Cualquier persona con este don o hábito sabe que, de hecho, la vida interior y la vida externa no son mutuamente excluyentes, y que la misma persona puede ser muy rica en ambos aspectos. La diferencia es que las personas que prestan más atención a la vida interior son buenas para convertir las cosechas de la vida externa en riqueza para el alma. Aquellos que carecen de tales habilidades o hábitos a menudo se pierden en la vida exterior y siempre están dispersos. El yo es un punto central, cuando una persona tiene un yo sólido, se puede decir que ya tiene una coordenada espiritual en este mundo, puede encontrar su camino a casa sin importar cuán lejos vaya. En otra analogía, digamos que una persona con un yo sólido parece tener un amigo espiritual cercano, lleva a este amigo cercano a donde quiera que vaya, este amigo cercano compartirá fielmente todas sus experiencias y escuchará su lenguaje del corazón.

Si una persona tiene una propia aspiración espiritual y ha sabido balancearse en el mundo, además de tener una experiencia considerable en asuntos de la vida, entonces gradualmente se dará cuenta de su posición en este mundo.

El mundo es infinitamente amplio y sus tentaciones también lo son, sin embargo, la posibilidad de lo real, pertenece a todos, pero es limitada. Es recomendable mantener una mente abierta ante todas las posibilidades, porque esa es la fuente del encanto de la vida, pero al mismo tiempo debe anclar en el mundo real y encontrar el campo que más convenga. Ya sea que una persona sea grandiosa u ordinaria, siempre y cuando se ajuste a su propia naturaleza, encontrará lo que realmente le gusta hacer y hará todo lo posible para hacer lo que ama, así se pude tener un hogar inquebrantable en este mundo. Por lo tanto, no solo tendrá el coraje suficiente para resistir la presión del mundo exterior, sino que tendrá la razón suficiente para enfrentar las tentaciones de oportunidades equivocadas. Por supuesto, no tenemos ninguna razón para dudar de que esa persona pueda obtener una vida de riquezas y la tranquilidad interior al mismo tiempo.

Zhou Guoping es un escritor, poeta, académico, traductor, filósofo e investigador chino moderno del Instituto de Filosofía de la Academia China de Ciencias Sociales. A partir del 2017, Zhou ha publicado más de 20 libros, algunos de ellos publicados en Japón, Hong Kong y Corea. La mayoría de sus obras se encuentran entre las más vendidas de su género.