Entre la salud y el amor, todavía tengo que elegir el último

CRI 2019-08-18 20:33:41
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El 31 de diciembre del 2010, después de más de 30 años de lucha contra la enfermedad, Shi Tiesheng abandonó en silencio este mundo.

Murió en el último día del 2010, si lo conseguía después de tan solo cuatro días hubiese sido su cumpleaños número 60.

La muerte para él no es algo por lo que se tiene que estar ansioso por conseguir, es un festival que inevitablemente llegará algún día. Entonces, en su "cumpleaños" número 60, Zhang Haidi llegó con un abrigo rojo y le dio 60 rosas rojas. Tie Ning le regaló una cesta de cerezas, porque Shi Tiesheng le dijo una vez a ella: "Me encanta comer cerezas." En su funeral no hubo coronas ni gasas, no hubo pastores ni pareados elegíacos, sino flores y vestidos rojos, nostalgia y bendiciones, además 60 velas rojas formaban un círculo y cada tarjeta contenía una bendición que decía "Tie Sheng, feliz cumpleaños", "Tie Sheng, que todo te vaya bien", él creía que una digna despedida debía ser de esta manera.

Entre la salud y el amor, todavía tengo que elegir el último

Parte I

Mi pasatiempo favorito es el atletismo y luego está la literatura.

Shi Tiesheng, uno de los mejores escritores de China de la nueva era.

Durante muchos años estuvo enfermo, pero escribió con tenaz perseverancia y extraordinaria sabiduría, varias obras que contienen millones de palabras. Su contribución e influencia han trascendido el campo de la literatura, su profundo amor por la vida y la búsqueda incesante del verdadero significado de la misma, son sus mayores regalos a los lectores.

El 4 de enero de 1951, Shi Tiesheng nació en un conventico de Beijing. Fue un excelente estudiante desde pequeño y durante sus estudios en la Escuela Secundaria de la Universidad de Tsinghua, fue el campeón de la carrera de obstáculos de 80 metros, por esto y mucho más se puede decir que fue un verdadero pequeño gran hombre.

Él dijo que su pasatiempo favorito es el atletismo y luego está la literatura.

A sus 18 años, Shi Tiesheng respondió positivamente a mudarse a vivir y trabajar en un equipo de producción en un campo llamado Bahía Qingping. En el campo, a menudo él sufría de dolor en la espalda y las piernas, al principio pensaron que era dolor en el nervio ciático y no le prestaron mucha atención.

Una vez cuando cuidaba el ganado, fue atrapado por una fuerte lluvia y por ello sufrió de una calentura tan grabe que tuvo que ser hospitalizarlo.

A la edad de 21 años, Shi Tiesheng salió del hospital, pero fue cargado en una tabla por amigos, ya que sus piernas estaban completamente entumecidas, así empezó su estancia en silla de ruedas por más de 30 años.

Para curar sus piernas, su madre gastó casi todo su dinero para encontrarle un médico, comprarle medicamentos y a él le tocaba comerlas, beberlas, aplicarlas, ahumarlas o cauterizarlas. Lo intentaron todo, un día él le dijo a su madre: "¡No pierdas el tiempo! ¡Es inútil!"

Para apoyar económicamente a su familia, Shi Tiesheng empezó a buscar un trabajo por todas partes en su silla de ruedas. Sin embargo, todos le dijeron que incluso las personas sin ningún tipo de discapacidad no podían encontrar un trabajo.

Él que era un joven apasionado por el atletismo de repente perdió sus piernas, uno solo se puede imaginar el inmenso dolor en su interior.

Durante aquel tiempo, el temperamento de Shi Tiesheng se tornó irritable y a menudo golpeaba las cosas de casa, cada vez que esto sucedía, su madre se escondía silenciosamente en lugares que él no podía ver y escuchaba todos sus movimientos. Cuando todo se calmaba, ella se acercaba silenciosamente y lo miraba con ojos llorosos ("Nostalgia del otoño").

Shi Tiesheng no quería molestar a sus familiares, por ello la mayor parte de su tiempo la pasaba solo en su silla de ruedas cerca del templo de la tierra. Desde entonces, ha tenido un vínculo indisoluble con este templo.

Más tarde, fue asignado a trabajar en una fábrica en la calle y así entre trabajar y escribir pasaron siete años, pero para cuando su novela se publicó y ganó varios premios, su madre ya falleció. Pensando en el pasado y su madre, Shi Tiesheng escribió un largo ensayo llamado "Yo y el templo de la tierra" que ha conmovido a innumerables personas.

Parte II

Mi profesión es estar enfermo mientras que escribir es mi pasatiempo. Algunas personas dicen que después de Shi Tiesheng, hablar de la vida es un lujo y de la muerte es demasiado sensible.

En el año 1980, debido a la parálisis de sus extremidades inferiores y el daño severo a su función renal, Shi Tiesheng tuvo muchos problemas con la micción normal y solo se pudo insertar un uréter. Luego, debido a la prolongada presión por solo estar sentado todos los días, se obstruyó el flujo sanguíneo y las hemorroides comenzaron a atacar.

Entre la salud y el amor, todavía tengo que elegir el último

Más tarde, la uremia amenazó su vida, el dolor causado por la próstata no le dejaba escribir, solo podía estar todo el día en la cama. El médico le dijo: "En invierno, tus piernas no podrán soportar el frío. Si se congelan, existe la posibilidad de necrosis. En verano, el calor de todo el cuerpo solo puede descargarse desde la parte superior del mismo y por ello los salpullidos de la frente no dejarán de aparecer..."

Shi Tiesheng afirmó que estuvo enfermo la mayor parte de su vida, incluso cuando aún sufría por una enfermedad otra apareció. Finalmente, él se burló de sí mismo diciendo: "Mi profesión es estar enfermo mientras que escribir es mi pasatiempo".

Entre las 12 salas del hospital, él ha vivido en 10 y tenía que realizarse una diálisis cada dos días, por lo que se había convertido en el paciente más reconocido del hospital. Incluso sus enfermeras pensaron: "El significado de tu nombre es correcto, tienes una vida más dura que el hierro". (Tiesheng en chino significa hierro y vida)

Al revisar las fotos de Shi Tiesheng, descubriremos que cuando él era joven, rara vez sonreía, pero a menudo sonreía en la silla de ruedas y aún estando enfermo en la cama.

Shi Tiesheng comprendió ampliamente la vida, la muerte, la enfermedad y el dolor. Ha mostrado la actitud más optimista que nadie podría tener frente a un destino tan cruel. Por ejemplo, con respecto de la diálisis, comentó: "Hacer diálisis es como ir a trabajar, a veces será molesto, pero los médicos y las enfermeras van a trabajar todos los días, pero yo solo tres días, es mucho mejor que ellos".

Durante la diálisis, pasó cuatro años en silla de ruedas y la cama de hospital, pero aún así escribió la famosa obra "Fragmentos escritos en los hiatos de enfermedad". En este libro, escribió: "Si tienes fiebre, sabrás cuán refrescantes son los días en que no tienes fiebre; si toses, sabrás cuán pacífica es una garganta sin tos".

Cuando empezaba a pasar sus días sentado en la silla de ruedas, sintió que estaba en un mundo de caos y desorden, pero luego surgieron las úlceras por la presión y las ulceraciones en la piel, fue entonces que descubrió que los días en que pasaba su tiempo sentado en la silla de ruedas fueron días muy soleados. Más tarde, padeció uremia y empezó a realizarse muchas diálisis y así se fue enamorando más y más del pasado. Finalmente se dio cuenta de que siempre tenemos suerte en todo momento, porque cualquier desastre en el futuro puede estar precedido por uno "más". Con tal sentido del humor escuchamos a la tristeza, pero también contiene una comprensión sobre la vida.

Parte III

Shi Tiesheng a menudo decía que era el más afortunado entre los desafortunados en el amor.

En 1989, Shi Tiesheng, de 38 años, conoció a Chen Ximi, que era 10 años más joven que él. La primera vez que vio a Ximi, él le dijo: "Eres lo que siempre he soñado".

Entre la salud y el amor, todavía tengo que elegir el último

Chen Ximi era editora de la revista Esperanza y en el año 1979, se publicó la primera novela de Shi Tiesheng en aquella revista, así se encontraron dos almas gemelas. Después de eso, los dos se siguieron escribiendo cartas hasta que se encontraron por primera vez en diez años. Él le contó sobre su pasado, su madre, su primer amor y ella se echó a llorar.

Antes de Chen Ximi, Shi Tiesheng tuvo un amor que no fue reconocido por los demás, pero esta vez, su amor por Chen Ximi también fue cuestionado. La pierna izquierda de Chen Ximi tenía una discapacidad leve y algunas personas se burlaban de ellos diciéndoles: Un paralítico y una coja, para quien es un Don Juan, con doña María basta. Aunque a Shi Tiesheng no le importaban estas burlas, le preguntó a Ximi: "Si no es amor, vete; si lo es, quédate, vivamos juntos la gloria del amor". Chen Ximi se quedó y tuvieron una feliz vida conyugal como personas comunes. Chen Ximi cuidó de Shi Tiesheng atentamente y aunque los días eran pobres, también fueron alegres.

Hasta ahora, Tie Ning recuerda su visita a la casa de Shi Tiesheng hace muchos años: en una pequeña casa de menos de 70 metros cuadrados, Chen Ximi estaba amasando la pasta y haciendo pan, a esto Tie Ning agregó: "esta casa está llena del olor del pan, es muy limpia, sencilla y acogedora, así como digna. Y cada día que viven, está lleno de emociones y recuerdos".

A los ojos del mundo exterior, Shi Tiesheng es un legendario escritor y muy exitoso. Sin embargo, en los ojos de Chen Ximi, su esposo es un paciente que necesita atención y protección.

Insistieron en no utilizar el apoyo de enfermera, porque tan solo entre dos personas se puede estar más tiempo tranquilo, además de escucharse mutuamente y contarse todo.

Muchos medios querían entrevistar a Shi Tiesheng, pero la mayoría de ellos fueron rechazados por Chen Ximi, diciendo que no estaba en condiciones de recibirlos y que no aceptaría entrevistas. Incluso si se permitieran entrevistas, ella se los comunicaría: "Si la entrevista por teléfono será por la noche, no hables demasiado y no demasiado tarde".

Shi Tiesheng frecuentemente sentía que Chen Ximi era como la ventana que abrió Dios para él cuando le cerró todas las puertas.

Entre la salud y el amor, todavía tengo que elegir el último

Él escribió en la novela "Notas sobre los principios", la que tiene la naturaleza de una autobiografía, "¿Qué pasa con nosotros? ¿Es verdad? ¿Somos realmente capaces de tocarnos tan pronto como nos acercamos? Están entrecerrando los ojos y tomándose de las manos, como si estuvieran preocupados de estar separados en esta oscura noche ".

Él también le escribió en secreto un poema llamado "Poema para mi esposa":

Ximi, Ximi

Eres un niño que flota en el agua

Eres la alegría que vuela con el viento

......

Ximi, Ximi

Sin ti, la noche no tendrá esperanza

Sin ti, el día no aclarará el seto

Parte IV

La muerte es un festival que seguramente llegará.

A principios del 2010, Shi Tiesheng fue hospitalizado de urgencia por su neumonía. En la ambulancia, dijo sonriendo a Chen Ximi: "Estoy bien". Él continúo viviendo, pero el estado de Shi Tiesheng se deterioró gravemente. Solo podía recostarse en la cama, ya ni podía sentarse en la silla de ruedas y tampoco podía leer un libro, pero su mente seguía tan lucida como siempre. Si tenía una idea, la iba a apuntar con su teléfono móvil o dejaba que Chen Ximi la escribirá.

Chen Ximi lo cuidaba día y noche, y cuando él abría sus ojos, la podía ver a su lado.

Él dijo: "Esta vez, me temo que realmente se va a terminar".

Ella dijo: "No, no digas eso".

Luego él le cantó suavemente una canción y aunque él no había terminado de cantar, ella ya estaba llorando.

Shi Tiesheng ha descrito innumerables veces la vida y la muerte en sus obras. Es más minucioso que cualquier otro escritor con los temas relacionados con la muerte, incluso usó los poemas de Xu Zhimo para escribir su propio epitafio: me voy suavemente, justo como vine al mundo suave y limpio de todo el polvo.

Siempre espero donar todos sus órganos útiles después de su muerte, diciendo "Permítanles que miren el mundo por mí".

Shi Tiesheng siempre estaba muy tranquilo cuando su esposa estaba a su lado durante el proceso de donación. Una vez Ximi se realizó un electrocardiograma y una electroencefalografía cuyos resultados fueron completamente caóticos, tan pronto como ella regresó a su casa, volvió la calma a su corazón, así es como funciona la llamada resonancia de corazones o almas gemelas.

A las 3:46 del 31 de diciembre del 2010, Shi Tiesheng abandonó el mundo para siempre y su rostro estaba tranquilo y en paz.

Todos los trabajadores del hospital se lamentaron por profundamente su muerte y después de 9 horas, su hígado y bilis fueron trasplantadas al cuerpo de otra persona.

En su fiesta de "cumpleaños" número 60, Chen Ximi les dijo a sus amigos que vinieran a expresar sus condolencias: "Su amor fue su mayor consuelo en este mundo". Sin embargo, sus amigos dijeron: "Es por tu amor, que él pudo sobrevivir por tanto tiempo".

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