Nostalgia de otoño

CRI 2019-07-12 14:03:11
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Aunque esta es una obra corta de menos de mil palabras, es uno de los escritos más conmovedoras del escritor Shi Tiesheng (1951-2010).

En 1981, Shi Tiesheng tenía 30 años y debido a que era parapléjico, él siempre estaba muy sombrío y colérico durante su convalecencia en su casa. Al final su madre que sufría los estragos de la fase terminal de una dolencia hepática aún quería derramar todo su amor sobre su querido hijo. Después del fallecimiento de su madre, Shi Tiesheng escribió esta obra.

Desde el profundo amor del autor por su madre, vemos su comprensión y creencias sobre la vida, lo cual hace trascender de las emociones tristes y deplorables que trae la nostalgia a un estado sublime y magnífico.

Nostalgia de otoño

Obra completa:

Después de que mis piernas se paralizaron, mi temperamento se tornó irritable.

Mirando a la bandada de gansos silvestres que vuelan hacia el norte, de repente rompí el vidrio frente a mí; Escuchando la dulce voz de Li Guyi, arrojaré violentamente cosas que estaban a mi alrededor hacia las paredes circundantes.

Mi madre se escondió silenciosamente en lugares que yo no podía ver, escuchó todos mis movimientos. Cuando todo se calmó, ella se acercó silenciosamente y me miró con ojos llorosos.

“Dicen que las flores en el Parque Beihai ha florecido, te llevaré a verlas en tu silla de ruedas”, ella siempre decía así.

A mi madre le gustaban las flores, pero después de la parálisis de mis piernas, todas las flores que ella cultivaba murieron.

“¡No, no me iré!”, Golpeé desesperadamente estas dos odiosas piernas y grité: “¡Qué significa vivir para mí!”

Mi madre se abalanzó sobre mí, tomó mi mano y dijo aguantando su lloriqueo: “Tú y yo estamos juntos, podemos vivir muy felices, aún podemos vivir muy felices...”

Pero nunca supe que su enfermedad había llegado a esa fase. Más tarde, mi hermana me dijo que mi madre a menudo tenía mucho dolor en el hígado, incluso que no podía dormir por la noche.

Ese mismo día, me senté solo en la habitación, viendo caer las hojas fuera de la ventana.

Mi madre entró y se detuvo frente a la ventana: “El crisantemo en el Parque Beihai ha florecido, te llevo allá para que lo veas”. Su rostro macilento parecía un mendigo.

“¿Cuándo?”

“Si quieres, ¿puede ser mañana?”, dijo ella mientras sentía una alegría inesperada ante mi respuesta.

“Vale. Mañana está bien”, le dije.

Ella estaba tan feliz que un rato se sentaba y en otro se ponía de pie: “Date prisa y prepárate”.

“Ay, ¡no me fastidies! Solo son unos pocos pasos, ¿para qué prepararse?”

Ella también se echó a reír y se sentó a mi lado, susurrándome dijo: “Después del crisantemo, vamos al restaurante ‘Fangshan'. Cuando eras un niño, te encantaba la tarta de harina de guisantes. ¿Recuerdas que una vez te llevé al Parque Beihai? Dijiste que la flor de álamo es una oruga, corrías y pisabas una tras otra...”. De repente, no dijo nada más, frente a las palabras “correr” y “pisar”, ella es más sensible que yo, salió en silencio.

Ella se fue y nunca volvió.

Cuando los vecinos la llevaron en triciclo, ella todavía estaba vomitando sangre. Yo no pensaba que ella ya estaba tan enferma. Mirando alejarse al triciclo, nunca pensé que sería una despedida para siempre.

Cuando el vecino me llevó cuesta arriba para verla, ella estaba respirando con dificultad, igual de difícil como lo fue toda su vida. Otros me dijeron que lo último que dijo antes de caer en coma fue: “"Mi hijo enfermo y mi hija menor de edad...”

Llegó otro otoño y mi hermana me llevó al Parque Beihai para ver los crisantemos. Las flores amarillas eran ligeras y elegantes, las flores blancas eran nobles y puras, y las flores purpuras eran cálidas y profundas, las cuales estaban floreciendo gracias al viento de otoño. Sé las palabras que mi madre no pudo decir. Mi hermana también lo entiende. Estamos juntos, debemos vivir muy felices...

Nostalgia de otoño

Shi Tiesheng (4 de enero de 1951 al 31 de diciembre del 2010) fue un escritor y prosista de China. Cuando era joven, tenía las piernas paralizadas y padecía uremia, por lo que necesitaba diálisis para mantenerse con vida. Durante muchos años, Shi Tiesheng ha luchado en contra de aquella enfermedad y ha creado una gran cantidad de excelentes obras literarias y es bien sabido que fue paralítico. Es definitivamente uno de los mejores escritores de China en la nueva era. No transmite sus pensamientos a través de las obras, sino que guía a los lectores a explorar el significado de la vida.

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