El Color Verde

2019-05-08 15:35:03
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La segunda vez que visité la Montaña Xianyan, me sorprendió el verde de la piscina de lluvia de albaricoque.

El Color Verde

La piscina de lluvia de albaricoque se encuentra al pie de una cascada, la más baja de las tres cascadas de Xianyan. Si te acercas a la montaña, escuchas el gorgoteo y el chapoteo, y al mirar hacia arriba, puedes ver un cinturón de agua blanca y brillante, rodeado por dos húmedos bordes negros. Primero, llegamos a Plum Rain Pavilion, este se encuentra frente a la cascada y sentado a su lado no se necesita levantar la cabeza para ver toda la cascada. A los pies del pabellón se encuentra la profunda piscina Plum Rain, aquel pabellón se encuentra en una roca que sobresale en el paisaje, sin nada por encima o por debajo, como un águila en el cielo con las alas extendidas. Las montañas a los tres lados forman un semicírculo a tú alrededor, haciéndote sentir como si estuvieras en el fondo de un profundo pozo.

Fue en un brumoso día de otoño cuando fuimos allí, las nubes fangosas flotaban en lo alto y un rico verde brotaba por la humedad en una de las caras de la roca y en la incontable de hierba. Aquel día la cascada parecía inusualmente glamurosa. Caía con una longitud lisa, que arrasaba todo lo material, luego era inevitablemente desgarrada en grandes y pequeños jirones de seda, y a medida que avanzaba más allá de la roca afilada, la espuma brotaba como astillas de jade salpicando salvajemente. Esta salpicadura de espuma brillante parecía desde lejos una lluvia de diminutos pétalos de ciruela blanca que revoloteaban mientras caen lentamente, dicen que este es el origen del nombre “Piscina de lluvia de albaricoque”. Pero consideró que sería más preciso comparar aquella espuma con las semillas de sauce, cuando la brisa sopla y las motas se dispersan con el viento, se parecen aún más a un sauce que cae lentamente, pero de repente, unas gotas salpicaron nuestros cálidos pechos, perforando nuestra ropa y a la vez desapareciendo para siempre.

El verde parpadeante de la Piscina de lluvia de albaricoque nos estaba llamando y nos dispusimos a aprovechar su escurridizo esplendor, aferrándonos a la hierba y agarrándonos de las rocas irregulares, bajamos cautelosamente, hasta que sumergimos nuestras cabezas para pasar por una pequeña puerta de piedra, llegamos al borde del amplio y profundo estanque esmeralda. La cascada estaba tan cerca que podría haberla tocado, pero yo ya no podía continuar, mi corazón bailaba con el verde de la piscina, ese tono embriagador se extendió como una enorme hoja de loto, tornándose en un verde absolutamente fantástico, quería estirar mis brazos y abrazarlo, pero este solo fue un impulso salvaje. Cuando me paré en la orilla y miré por encima de la piscina, todo parecía una extensión de la misma, este verde compacto de suave extensión, es absolutamente encantador, que se ondulan como los bellos pliegues de la falda de una joven esposa, palpitando como el corazón de una doncella cuando se enamora por primera vez, brillando como si estuviese cubierto de aceite, suave y liviano como la clara de un huevo, que me recuerda a la piel más suave que jamás haya tocado.

No está mancho por polvo u hojarasca, ni siquiera por una sola encantadora hoja de color turquesa y translúcida, ¡sin embargo no se pudo ver ni una! Me he dado cuenta de que los sauces verdes que brotan del suelo en el Parque Shichahai en Beijing parecen demasiado pálidos y de color amarillo azulado, y la alta y densa "pared verde" cerca del Templo Hupao en Hangzhou parece demasiado sólida con su interminable hierba verde y follaje.

Para los demás, las olas del Lago del Oeste son demasiado brillantes, mientras que las del Río Qinhuai son demasiado oscuras, entonces, ¿con qué puedo compararte, mi amor? ¿Qué comparación puede haber? Esta piscina debe ser muy profunda para producir este extraordinario verde, como si un fragmento del profundo cielo azul se hubiese derretido para crear este exquisito color. ¡Este verde es tan embriagador! Si pudiera convertirte en una faja, se la daría a una elegante bailarina para que pudiera girar y revolotear con el viento. Si a partir de ti pudiera hacer un par de ojos, se los daría a esa chica ciega que ama cantar, para que ella pudiese tener ojos brillantes y una vista perfecta. No puedo soportar dejarte, ¿cómo podría dejarte? Te acaricio una y otra vez como si fueses una niña de doce o trece años, a la que llevo a mis labios, como si la estuviese besando. ¿Quieres que te dé un nombre? ¿Qué te parece Girl Green?

La segunda vez que visité Xianyan, me sorprendió el verde de la piscina de lluvia de albaricoque.

Zhu Ziqing (1898-1948), fue un poeta y autor de relatos chino del período moderno, su verdadero nombre era Zhu Zhihua. Además, Zhu fue un importante filólogo chino, estudió en la Universidad de Pekín y se desempeñó como profesor de literatura china en la Universidad de Tsinghua en 1925. Entre 1931 y 1932 estudió lingüística y literatura inglesa en Londres.

La segunda vez que visité la Montaña Xianyan, me sorprendió el verde de la piscina de lluvia de albaricoque.

El Color Verde

La piscina de lluvia de albaricoque se encuentra al pie de una cascada, la más baja de las tres cascadas de Xianyan. Si te acercas a la montaña, escuchas el gorgoteo y el chapoteo, y al mirar hacia arriba, puedes ver un cinturón de agua blanca y brillante, rodeado por dos húmedos bordes negros. Primero, llegamos a Plum Rain Pavilion, este se encuentra frente a la cascada y sentado a su lado no se necesita levantar la cabeza para ver toda la cascada. A los pies del pabellón se encuentra la profunda piscina Plum Rain, aquel pabellón se encuentra en una roca que sobresale en el paisaje, sin nada por encima o por debajo, como un águila en el cielo con las alas extendidas. Las montañas a los tres lados forman un semicírculo a tú alrededor, haciéndote sentir como si estuvieras en el fondo de un profundo pozo.

Fue en un brumoso día de otoño cuando fuimos allí, las nubes fangosas flotaban en lo alto y un rico verde brotaba por la humedad en una de las caras de la roca y en la incontable de hierba. Aquel día la cascada parecía inusualmente glamurosa. Caía con una longitud lisa, que arrasaba todo lo material, luego era inevitablemente desgarrada en grandes y pequeños jirones de seda, y a medida que avanzaba más allá de la roca afilada, la espuma brotaba como astillas de jade salpicando salvajemente. Esta salpicadura de espuma brillante parecía desde lejos una lluvia de diminutos pétalos de ciruela blanca que revoloteaban mientras caen lentamente, dicen que este es el origen del nombre “Piscina de lluvia de albaricoque”. Pero consideró que sería más preciso comparar aquella espuma con las semillas de sauce, cuando la brisa sopla y las motas se dispersan con el viento, se parecen aún más a un sauce que cae lentamente, pero de repente, unas gotas salpicaron nuestros cálidos pechos, perforando nuestra ropa y a la vez desapareciendo para siempre.

El verde parpadeante de la Piscina de lluvia de albaricoque nos estaba llamando y nos dispusimos a aprovechar su escurridizo esplendor, aferrándonos a la hierba y agarrándonos de las rocas irregulares, bajamos cautelosamente, hasta que sumergimos nuestras cabezas para pasar por una pequeña puerta de piedra, llegamos al borde del amplio y profundo estanque esmeralda. La cascada estaba tan cerca que podría haberla tocado, pero yo ya no podía continuar, mi corazón bailaba con el verde de la piscina, ese tono embriagador se extendió como una enorme hoja de loto, tornándose en un verde absolutamente fantástico, quería estirar mis brazos y abrazarlo, pero este solo fue un impulso salvaje. Cuando me paré en la orilla y miré por encima de la piscina, todo parecía una extensión de la misma, este verde compacto de suave extensión, es absolutamente encantador, que se ondulan como los bellos pliegues de la falda de una joven esposa, palpitando como el corazón de una doncella cuando se enamora por primera vez, brillando como si estuviese cubierto de aceite, suave y liviano como la clara de un huevo, que me recuerda a la piel más suave que jamás haya tocado.

No está mancho por polvo u hojarasca, ni siquiera por una sola encantadora hoja de color turquesa y translúcida, ¡sin embargo no se pudo ver ni una! Me he dado cuenta de que los sauces verdes que brotan del suelo en el Parque Shichahai en Beijing parecen demasiado pálidos y de color amarillo azulado, y la alta y densa "pared verde" cerca del Templo Hupao en Hangzhou parece demasiado sólida con su interminable hierba verde y follaje.

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