Liao Zhai Zhi Yi: Yan Zhi, tortuosa historia romántica de la hija del médico
Un veterinario con apellido Bian que vivía en la ciudad de Dongchang tenía una hija cuyo nombre de bebé era Yan Zhi (significa colorante en idioma español). Era una niña bonita e inteligente, amado mucho por su papá. Su papá quería se casara con el hijo de una familia culta, pero ninguna de las familias nobles cercanas quería un casamiento con la hija del veterinario. Por eso, poco a poco, ella se convirtió en una chica a la que le pasaron los años y sin haberse casado.
Su mejor amiga era la Sra. Wang, quien estuvo casada con el Sr. Gong del otro lado de la calle de los Bianes, era una mujer frívola. Ella visitaba mucho a la joven Yan Zhi para charlar con ella. Estaba saliendo un día cuando vieron a un joven pasar por la puerta, muy elegante por su cara y vestido de luto blanco. Yan Zhi, que estaba más cautivada, lo bañó con miradas amorosas, pero bajó la cabeza y se apresuró a acercarse. Ella siguió mirando hacia él hasta que estuvo ya lejos.
"Una captura envidiable para una niña como tú, mi querida Yan Zhi", dijo Wang, que había percibido su interés. Las mejillas de Yan Zhi se pusieron rojas, pero estaba demasiado conmovida como para decir una palabra.
"¿Sabes quién es él?", Preguntó Wang.
"No lo sé."
“Él es E Qiusun, el joven intelectual de la calle sur, hijo del difunto señor Xiaolian. Solíamos vivir en la misma calle. Así es como lo conozco. No hay un hombre más encantador qué él en este mundo. Acaba de fallecer su esposa, como se puede ver en su ropa con color blanco (el vestido de luto en antigua china era de color blanco). Si te gusta él, ¿por qué no hacer que alguien mande el mensaje en tu nombre?”
Yan Zhi no dijo nada, y Wang se fue con una sonrisa.
Pasaron los días, y no ocurrió nada. Yan Zhi sospechaba que Sra. Wang no había encontrado el tiempo para ir o que el joven era demasiado elegante para comunicar con la familia como los Bianes, y esto la puso en un dilema de reflexión tan miserable que comenzó a perder el apetito y ya no tenía la energía para levantarse de la cama. Wang la visitóy le preguntó qué la había enfermado tanto.
"Incluso yo no lo sé", dijo Yan Zhi. "Desde ese día me he sentido como si estuviera en trance. Parece que estoy viviendo de un tiempo prestado, pronto me despediré de este mundo".
"Mi marido está en viaje de negocios, así que todavía no tengo a nadie para enviar un mensaje al joven Sr. E Qiusun. Eso es un problema tuyo, mi querida, ¿no?", Dijo Wang con suavidad. "Estoy bastante seguro de que lo es", continuó bromeando, mientras Yan Zhi se sonrojó y se mantuvo así. "Ahora estás en una situación así, si le pedimos a él buscarte secretamente por la noche, no nos responderá a nosotros con una negativa".
"No puedo estar tan nervisosa ", suspiró Yan Zhi, "Mi salud ya es tan mala. Si él no discrimina a mi familia, por favor podríaél mandar un casamentero a mi casa para curarme. Pero nunca aceptaré una relación íntima secreta”. Wang asintió y se fue.
Un joven académico Su Jie, fue amante de la Sra. Wang desde su juventud. Después de casarse Wang, siguió manteniendo una relación íntima con ella. Al asegurar el esposo de Wang no estuve en casa, la visitó en la noche secretamente. Ella le contó lo que Yan Zhi había dicho, creyendo que se divertiría, y lo instó a que le hiciera saber al señor E Qiusun que tenía una admiradora. Este Su Jie estaba secretamente complacido con las noticias que podrían llevar a cabo sus propios propósitos, ya que había conocido durante algún tiempo la belleza de Yan Zhi. Bajo el riesgo de tener a Wang al tanto de su plan y arriesgarse a sus celos, Su sólo preguntó cosas normales. Pero sobre la mapa del patio de los Bianes, él conoció muchas detalles.
La noche siguiente, Su Jie subió a la pared, corrió directamente a donde estaba ella y golpeó su ventana con el dedo.
"¿Quién está ahí? ¿Qué es?”, preguntó Yan Zhi.
"Es el señor E Qiusun."
“He pensado en usted, señor, en términos de toda una vida, no de una tarde. Si realmente me amas, debes enviar a un tercero. No tendré nada que ver con encontrarnos de forma clandestina ”, contestó Yan Zhi.
Fingiendo estar de acuerdo, Su rogó fervientemente que pudiera sacudir su muñeca delgada en señal de esto, y como a ella no le gustaba parecer demasiado aturdida, reunió su fuerza enfermiza y abrió la puerta. Al momento que estaba dentro, Su Jie intentó abrazarla, la pobre enferma quedó sin fuerzas para defenderse. Ella se postró y se quedó sin aliento en el suelo, del cual él se apresuró a recuperarla.
"¿Quién te crees que eres, malvado joven?", dijo ella. "Eres muy diferente al amable Sr. E, que se compadecería de la indisposición de una mujer pobre en lugar de usarlo como un pretexto para estallar contra ella como un loco. Si continúas de esta manera, moriré, porque ¿para qué otra cosa puedo servir si mi virtud se pierde?”.
Los temores de que se conociera su engaño disuadieron a Su de cualquier otro intento, y él pidió simplemente una asignación, que ella le prometió, el día de su boda. Se opuso a que estaba demasiado lejos y le pidió que lo cambiara, y para deshacerse de él, dijo que lo vería cuando estuviera mejor. Pidió un recuerdo y, cuando ella se negó, le quitó un zapato bordado del pie y se lo llevó.
"He dado mi palabra señor", gritó ella, llamándolo de vuelta. "¿Qué más quieres? ¡La vergüenza y el reproche son regalos ruinosos, ten cuidado! No espero haber devuelto nada que haya llevado a tocarme tan íntimamente, pero si rompes la fe, ¡solo está la muerte!”
Su se fue y regresó a la casa de Sra. Wang para pasar la noche. Se fue a la cama pero no pudo dejar de pensar en el zapato. Lo palpó furtivamente con la manga. ¿Dónde se había ido? Se levantó rápidamente, encendió la lámpara de acéite y sacudió toda su ropa en busca de ella. Cuestionó a Wang y cuando ella no contestó, sospechó que lo había escondido. Ella se echó a reír, haciéndolo aún más sospechoso. Incapaz de encontrar la paz, él le contó lo que había sucedido, y luego buscó a fondo con una vela, otra vez sin éxito. Regresó con desaliento a la cama, esperando secretamente que todavía estuviese tirado en la carretera donde la había dejado caer en la noche pasada con tanta timidéz. Se levantó temprano para buscarlo. Tampoco había logrado encontrar a ninguna cosa.
Wang había sido cortejada por un pícaro conocido como Mao Da (se entiende como “El Gran Mao”), quien descubrió que ella y Su Jie eran íntimos y decidió advertirle mediante un ataque encubierto. Al pasar por su puerta esa noche, lo había empujado y al encontrarlo sin barreras, se había deslizado hacia adentro. Acababa de llegar a la ventana cuando tropezó con algo suave, que cuando lo recogió resultó ser un zapato de mujer. Envuelto en un paño. Se había agachado para escuchar y quedó fascinado por el relato detallado de su huida, después de lo cual se había retirado.
Esperó Mao Da unos pocos días más, subió a la casa de Yan Zhi una noche. Pero por no estar familiarizado con la distribución terminó en las habitaciones de la casa de los Bianes, Mao Da se encontró con el padre de Yan Zhi frente a la ventana de su hija. El veterianrio se pueso tan furioso, que sacó a un machete y corrió directamente al hombre desconocido. Mao Da se dio la vuelta y huyó en pánico. Bian lo alcanzó justo cuando estaba a punto de escalar la pared, de modo que Mao quedó atrapado, giró y agarró el machete del Sr. Bian. En la pelea con el viejo y el grito de su esposa, Mao Da se encontró sin otra salida que matar al Sr. Bian con su propia arma.
Yan Zhi, un poco recuperada, salió de la cama tan pronto como escuchó los gritos y salió con una vela, que le mostró a su padre, con la cabeza abierta y sin poder hablar. Vivió poco tiempo.
Al pie del muro quedó el zapato bordado. Su madre lo miró y vio que era de Yan Zhi. Presionada por las preguntas de su madre, Yan Zhi confesó con lágrimas lo que había sucedido, excepto que para evitarle a Wang la vergüenza de su participación, dijo que el joven señor E había venido por su propia voluntad.
El crimen fue denunciado al amanecer, E Qiusun fue detenido por el gobierno de la ciudad. Un joven sincero de diecinueve años y nervioso como un bebé en el tribunal, E estaba aterrorizado por su capacidad de ser arrestado. En el tribunal no se le ocurrió nada que decir, y su temblor solo sirvió para reforzar la impresión de culpabilidad del magistrado. Fue encadenado y, incapaz de soportar la prueba, dejó la falsa carga sin oposición. Lo llevaron a la capital de la prefectura, donde fue azotado y azotado.
E intentó confrontar a Yan Zhi con el monstruoso mal que ella le había hecho. Pero el caso seguía empeorando, cuando E Qiusun quedó tan callado en frente de la chica por estar tan furioso, pareció que tenía cierta culpa.
Fue condenado a muerte. El caso fue revisado varias veces, pero sin cambio de veredicto.
Al final, el asunto se remitió para su juicio a las autoridades provinciales en la ciudad Jinan como capital de Shandong, en ese momento presidido como gobernador por Wu Nandai, quien dudó en el momento en que lo vio que E era de lo que estaban hechos los asesinos y envió a personas para interrogarlo. y en privado para escuchar todo lo que tenía que decir, lo que lo convenció aún más de que E había sido víctima de la injusticia. Volvió el asunto mentalmente durante varios días antes de llevarlo a juicio.
"¿Alguien más sabía que se había hecho el arreglo?", le preguntó a Yan Zhi.
"No, nadie".
"¿Y había alguien más presente cuando conoció al señor E?"
"No, nadie", repitió ella.
Pidió que el joven fuera llevado ante él y le habló con amabilidad para tranquilizarlo.
"Una vez pasé por su puerta", se ofreció voluntariamente E Qiusun, "pero me apresuré cuando vi a mi antigua vecina, la señorita Wang, con una joven, desde cuando no hemos hablado".
"¿No dijiste con precisión", le disparó a Yan Zhi, amenazando con castigarla, "que nadie más estaba presente? ¿Cómo es que este vecino estaba allí?”.
"La señorita Wang estaba allí, sí", dijo Yan Zhi, asustada, "pero ella no estuvo involucrada en lo que sucedió".
El gobernador detuvo el procedimiento y ordenó el arresto de Wang. La detuvieron y la llevaron directamente ante el tribunal sin permitirle ningún contacto con Yan Zhi.
"¿Quién fue el asesino?", le preguntó.
"No lo sé", respondió Wang.
"Yan Zhi ha confesado", dijo con ardor, "que eres muy consciente de la identidad del asesino de Bian. ¿Por qué lo ocultas?”.
"¡Eso es una mentira!", gritó ella. “La chica ligera quería a este macho. Puede que haya dicho que la ayudaría a conseguir una, pero solo como una broma. Cómo consiguió que su hombre elegante entrara en la casa, estoy seguro de que no lo sé. Eso fue lo que ella hizo.”
El gobernador, al cuestionarlo de cerca, provocó las circunstancias de la "broma" y luego pidió Yan Zhi.
"Dices que esta mujer no sabía nada de lo que sucedió", le reprochó. "¿Cómo puede ser eso, cuando ella acaba de admitir la complicidad?". Yan Zhi se echó a llorar.
"No era digno de mi padre", sollozó, "y causó su cruel muerte, y no tenía idea de cuántos años llevaría el caso. Sinceramente, simplemente no podía soportar arrastrar a nadie más a eso ".
"¿Lo hiciste?", le preguntó el gobernador a Wang, "¿en algún momento después de esta broma, se lo mencionaste a alguien más?".
"A nadie", dijo ella.
"¿Cómo puedes decir eso?", preguntó con enojo, "¿desde cuándo un hombre y una esposa no pueden tener secretos entre sí en la cama?".
"Mi esposo ha estado fuera por algún tiempo".
"Eso puede ser así, pero el objetivo de cualquier broma es mostrar la propia inteligencia a expensas de la estupidez de otro. No debe acreditarse que a nadie se lo dijeron. Él ordenó a todos sus dedos encadenados y ella se rompió.
"Le dije a Su Jie", confesó ella, con lo cual el gobernador liberó a E y arrestó a Su.
"No sé nada", dijo cuando fue traído.
"¡Ningún caballero pasa la noche con una puta!", dijo el gobernador y lo aseguró fuertemente.
"Muy bien", confesó Su, "le hice una mala pasada, pero no me atreví a regresar después de haber perdido el zapato. No sé nada del asesinato”.
"¡El robo no se detiene en ninguna parte!", dijo el gobernador.
Lo aseguró una vez más, y Su admitió la falsa acusación también, en lugar de enfrentar la tortura. La perspicacia de Wu fue elogiada por todos lados cuando la confesión fue reportada a sus superiores. La prueba fue concluyente, y Su fue remitido bajo sentencia de muerte, para ser ejecutado ese otoño.
Siendo indulgente y maleducado como era, Su fue también por todo lo que uno de los principales eruditos de Shandong y, al enterarse de la elogiada sagacidad y simpatía por la erudición del Inspector Shi Yushan, compuso una lírica conmovedora redactando la injusticia a él. Shi pidió leer su confesión.
"¡La justicia ha abortado!", Dijo Shi, golpeando el escritorio, después de haber repasado la confesión varias veces, y solicitó a la policía y al poder judicial un nuevo juicio.
"¿Dónde dejó caer el zapato?", le preguntó al Sr. Su.
"Lo olvidé, pero aún estaba en mi manga cuando llamé a la puerta de Wang".
A continuación, Wang fue interrogado.
"¿Cuántos otros amigos hombres ilícitos tienes además de Su?".
"Ninguno".
"Como dice el libertinaje, eso es muy exclusivo".
"Su y yo nos conocemos desde que teníamos nuestros dientes de leche, así que no podía decir que no. Sí, he tenido otras proposiciones, pero nunca he soñado con aceptarlas ".
Se le pidió que corroborara esto identificando a los hombres en cuestión.
"Mao Da, que vive en nuestro distrito, me lo ha pedido varias veces y siempre lo he rechazado".
“¿Un acceso repentino de honor, tal vez?” Dijo Shi, y le ordenó que la azotaran, soltándola solo cuando le suplicó que no había habido nadie, y que se golpeara la cabeza hasta que la sangre corriera. Luego fue interrogada de nuevo.
"¿No se han aprovechado los visitantes de la ausencia de su marido?".
“Deudores y aduladores, sí. Recibí algunas visitas de... ”, y aquí nombró a dos rufianes locales que habían mostrado interés en ella, pero nada más.
Un veterinario con apellido Bian que vivía en la ciudad de Dongchang tenía una hija cuyo nombre de bebé era Yan Zhi (significa colorante en idioma español). Era una niña bonita e inteligente, amado mucho por su papá. Su papá quería se casara con el hijo de una familia culta, pero ninguna de las familias nobles cercanas quería un casamiento con la hija del veterinario. Por eso, poco a poco, ella se convirtió en una chica a la que le pasaron los años y sin haberse casado.
Su mejor amiga era la Sra. Wang, quien estuvo casada con el Sr. Gong del otro lado de la calle de los Bianes, era una mujer frívola. Ella visitaba mucho a la joven Yan Zhi para charlar con ella. Estaba saliendo un día cuando vieron a un joven pasar por la puerta, muy elegante por su cara y vestido de luto blanco. Yan Zhi, que estaba más cautivada, lo bañó con miradas amorosas, pero bajó la cabeza y se apresuró a acercarse. Ella siguió mirando hacia él hasta que estuvo ya lejos.
"Una captura envidiable para una niña como tú, mi querida Yan Zhi", dijo Wang, que había percibido su interés. Las mejillas de Yan Zhi se pusieron rojas, pero estaba demasiado conmovida como para decir una palabra.
"¿Sabes quién es él?", Preguntó Wang.
"No lo sé."
“Él es E Qiusun, el joven intelectual de la calle sur, hijo del difunto señor Xiaolian. Solíamos vivir en la misma calle. Así es como lo conozco. No hay un hombre más encantador qué él en este mundo. Acaba de fallecer su esposa, como se puede ver en su ropa con color blanco (el vestido de luto en antigua china era de color blanco). Si te gusta él, ¿por qué no hacer que alguien mande el mensaje en tu nombre?”
Yan Zhi no dijo nada, y Wang se fue con una sonrisa.
Pasaron los días, y no ocurrió nada. Yan Zhi sospechaba que Sra. Wang no había encontrado el tiempo para ir o que el joven era demasiado elegante para comunicar con la familia como los Bianes, y esto la puso en un dilema de reflexión tan miserable que comenzó a perder el apetito y ya no tenía la energía para levantarse de la cama. Wang la visitóy le preguntó qué la había enfermado tanto.
"Incluso yo no lo sé", dijo Yan Zhi. "Desde ese día me he sentido como si estuviera en trance. Parece que estoy viviendo de un tiempo prestado, pronto me despediré de este mundo".
"Mi marido está en viaje de negocios, así que todavía no tengo a nadie para enviar un mensaje al joven Sr. E Qiusun. Eso es un problema tuyo, mi querida, ¿no?", Dijo Wang con suavidad. "Estoy bastante seguro de que lo es", continuó bromeando, mientras Yan Zhi se sonrojó y se mantuvo así. "Ahora estás en una situación así, si le pedimos a él buscarte secretamente por la noche, no nos responderá a nosotros con una negativa".
"No puedo estar tan nervisosa ", suspiró Yan Zhi, "Mi salud ya es tan mala. Si él no discrimina a mi familia, por favor podríaél mandar un casamentero a mi casa para curarme. Pero nunca aceptaré una relación íntima secreta”. Wang asintió y se fue.
Un joven académico Su Jie, fue amante de la Sra. Wang desde su juventud. Después de casarse Wang, siguió manteniendo una relación íntima con ella. Al asegurar el esposo de Wang no estuve en casa, la visitó en la noche secretamente. Ella le contó lo que Yan Zhi había dicho, creyendo que se divertiría, y lo instó a que le hiciera saber al señor E Qiusun que tenía una admiradora. Este Su Jie estaba secretamente complacido con las noticias que podrían llevar a cabo sus propios propósitos, ya que había conocido durante algún tiempo la belleza de Yan Zhi. Bajo el riesgo de tener a Wang al tanto de su plan y arriesgarse a sus celos, Su sólo preguntó cosas normales. Pero sobre la mapa del patio de los Bianes, él conoció muchas detalles.
Shi hizo revisar a todos estos hombres y los arrestaron. Cuando se reunieron, los llevó al templo del dios de la ciudad, donde los hizo postrarse ante el altar y habló de la siguiente manera:
“Una comunicación divina me ha sido concedida en un sueño que me informa que uno de los suyos fue el asesino. Ahora hablamos con los dioses, y ¡ay de quien miente! Un perdón aún es posible si el culpable se presenta, de lo contrario se hará justicia sin piedad ".
Declararon al unísono que no habían tenido nada que ver con el asesinato. Shi puso los instrumentos en el suelo listos, y cuando se les levantó el pelo y se les desnudaron los muslos, juntos lanzaron un grito de injusta injusticia, después de lo cual ordenó que se liberaran.
"Que los espíritus señalen al hombre culpable, ya que no se presentará", dijo Shi. Hizo que las ventanas del pasillo estuvieran oscurecidas con colchones de fieltro hasta que no quedara ninguna grieta, luego hicieron que los prisioneros se desnudaran hasta la cintura y los llevaran a la oscuridad, donde se les dio recipientes con agua y se les pidió que los lavaran completamente. Luego se alinearon contra la pared.
"Frente a la pared y no te muevas", les advirtió. "Los dioses escribirán en la espalda del asesino".
Al cabo de un rato los llamó y los examinó. "Este es el asesino", dijo, señalando a Mao Da.
En realidad, lo que había hecho era tener la pared enlucida con cenizas y sus manos lavadas en alquitrán de carbón. El asesino, temeroso de que los dioses escribieran sobre él, escondió su espalda contra la pared, que la coloreaba de color gris, y la protegió con las manos cuando salía, lo que dejó marcas de alquitrán. Esto confirmó la sospecha de Shi sobre Mao, quien ahora salió con la verdad bajo una cruel tortura.
La sentencia dictada fue la siguiente:
“Su Jie: Tengo un desastre causado por problemas éticos. Él y Wang eran amigos cuando eran jóvenes, pero se convirtieron en su amante. Después de conocer los asuntos de Yan Zhi, espero tener una relación sexual poco ética con Rouge. Sube la pared como un pícaro, como un pájaro cayendo al suelo. Pretendiendo ser E Qiusun, engaña a la chica para que abra la puerta. Su culpa llevó a toda la tragedia. Su comportamiento es inmoral y no puede igualar la reputación de los intelectuales. Pero ya recibió el castigo que merecía, canceló su título, prohibió los exámenes académicos y dejó un camino hacia el futuro.
Mao Da: desempleados con muy mala moral, pícaros y villanos en la ciudad. Tratar de tener una relación íntima con Wang fue rechazado, pero todavía hay intentos malvados. Después de descubrir accidentalmente los zapatos de Yan Zhi y toda la historia, intentó ingresar a la casa de los Bianes para violar a la niña. Después de encontrarse con el veterinario Bian, en realidad mató al anciano. Es un demonio, una buena sociedad no puede permitir su comportamiento. Según la ley, se le exige que sea condenado a muerte.
Yan Zhi: Ya una mujer adulta, pero aún no está casada. Ella se ve muy hermosa, como un hada en la luna. Su buen amor por E Qiusun ha conducido objetivamente a la conducta criminal de muchos tipos malos, y también a la muerte de su padre y al arresto de E Qiusun. Aunque su comportamiento condujo a la tragedia, mantuvo la línea moral, no recibió el engaño de los malos, es una chica muy pura. El gobierno debe ayudar su deseo de amor, el jefe local de su distrito puede ser su casamentero para formar un nuevo matromonio”.
El tribunal terminó el proceso legal del caso, toda la ciudad conoció sus conclusiones.
No fue hasta el interrogatorio del gobernador Wu que Yan Zhi se dio cuenta de lo mal que había estado E. A regañadientes, contuvo las lágrimas cuando se encontraron en el suelo de la sala, incapaz de expresar el pesar que obviamente le aquejaba. Sintió la sinceridad de su pasión y la profundidad de su devoción, pero también consideró lo ridículo que se vería si se casara con una mujer de origen humilde, señalaba y miraba a diario por la multitud del tribunal. El problema lo molestó día y noche, pero no estaba ni cerca de dominarse a sí mismo. El veredicto finalmente lo decidió. El funcionario regaló a la familia E los bienes de la boda, también mandó la banda músical para casar con la chica.
Comentario del autor, el maestro de la historia extraña: ¡En efecto! La atención en un juez es de vital importancia. Uno puede ser consciente de que la aflicción del plumtree es inocente, pero ¿quién refleja que la pera marchita es tan víctima? Hay una grieta en cada palmo de oscuridad que solo la investigación juiciosa revelará. ¡Ay! los hombres toman el sol a la luz de los sabios veredictos de los sabios, ajenos a su laboriosa labor, mientras que los que tienen autoridad sobre la gente desperdician sus días en el tablero de ajedrez y transmiten decisiones desde edredones de seda, sin pensar nunca en dar vida a un dedo por su Los cuidados de los subordinados o el peligro de su gente. Cuando el tambor anuncia que la corte está abierta, se sientan majestuosamente, silenciando los gritos a su alrededor con grilletes. ¡No es de extrañar, entonces, que la injusticia nade en la cuenca cubierta!
Liao Zhai Zhi Yi (Extraños cuentos de un estudio chino o extrañas historias de un estudio chino) es una colección de cuentos chinos clásicos escritos por Pu Songling. Estos son cuentos fantásticos que involucran seres sobrenaturales. Un tema recurrente es el del erudito seducido por una mujer-zorra o un fantasma, más a menudo descrito como benevolente que feroz, pero sin embargo peligroso por su naturaleza yin. El autor es Pu Songling, unos de los novelistas más importantes de la Dinastía Qing. Generalmente se considera que Pu Songling empezó a elaborar Cuentos Extraños de Liao Zhai después de su viaje al sur y no se compiló el libro hasta el año 1679. Después de gastar años en el sistema de examen imperial chino, Pu regresó a su tierra natal, trabajó como docente privado los siguientes 42 años. Gracias a esta época, Pu Songling tendría la oportunidad de colectar más que 490 cuentos sobrenaturales, para terminar esta gran obra clásica. El académico y poeta chino Guo Moruo le dedicó un comentario: “Bajo su pluma, crea fantasmas y monstruos más nobles que los seres humanos, ironiza con malos y corruptos, profundamente, a través de sus palabras”.