Arte de títeres de Quanzhou

2015-05-06 15:05:53
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"Los hilos pasan así por debajo. Se tira de la cuerda desde abajo y la mano de la marioneta se mueve así, y gira de esta manera", nos presentó Liu Ji, artista de nivel nacional.

Los artistas manejan los títeres con hilos

El títere a tracción de agua es accionado mediante una noria antigua. Su estructura es simple y sus movimientos torpes. Pero en tiempos remotos, este tipo de títere podía utilizarse agrupados en grandes formaciones. Impulsados por el agua, danzaban en conjunto para disfrute del público.

La fabricación de todo títere conlleva un meticuloso trabajo artesanal. Las imágenes del Rey Mono, del Cerdito y del poderoso Rey Diablo Toro de las leyendas o novelas chinas aparecen en escena de forma vívida, despertando la imaginación del público y logrando mejores resultados que los actores de carne y hueso. Sus movimientos comprenden agilidad y sencilla belleza: tan exagerada como real.

"El títere de la provincia de Guangdong es diferente a los de otras regiones del país. Sus ojos son singularmente expresivos y se cierran, se abren y observan en distintas direcciones. Puede representar figuras de la ópera, que simulan ser reales.

Uno de los atributos más sobresalientes de nuestros títeres es el maquillaje, que imita al utilizado en las óperas chinas. El maquillaje les da la personalidad que se desea: la del personaje de noble corazón, la del valiente, la del cobarde, entre otras; dejando una fuerte impresión en los espectadores", dijo Liu.

En Quanzhou han surgido numerosos maestros de las funciones con marionetas, cuya creatividad ha enriquecido los estilos de esta manifestación de las artes escénicas. Jia Jiazou, es conocido como el representante de la escuela sureña de títeres chinos.

En el país ocurrieron desastrosas guerras en los siglos VIII y XII. Esta grave situación favoreció a Quanzhou ya que, para huir de ellas, gran cantidad de intelectuales y artistas de espectáculos folclóricos llegaron a la zona. La cultura en Quanzhou prosperó de una forma nunca antes vista.

La escasez de tierra y el auge del comercio contribuyeron grandilocuentemente al aumento del número de personas que se ganaban la vida en los escenarios. Según registros históricos, la mayor compañía de marionetas llegó a tener unos 300 miembros y la más pequeña alrededor de 100 artistas y empleados.

En el siglo XIV, la monarquía Ming prohibió todo tipo de comercio exterior y cerró las puertas de China al mundo por miedo a que se difundieran en el país la religión y las ideas occidentales.

El arte folclórico de Quanzhou sobrevivió a 400 años de aislamiento y resurge lleno de energía y vigor. El arte antiguo de los títeres se considera, por lo tanto, un fósil viviente.

Durante siglos, los titiriteros de Quanzhou han transmitido su arte de generación en generación. Una compañía de marionetas tenía, por lo regular, cuatro o seis artistas y unos 35 títeres, con un repertorio de 500 piezas. Vale la pena mencionar que los espectáculos de marionetas controlados por hilos en Quanzhou incluyen una música muy especial.

Los títeres en el escenario

En las compañías de marionetas de Quanzhou todavía se utilizan partituras ininteligibles para la gente de hoy día, así como instrumentos antiguos. Aún se realiza la vieja ceremonia de ingreso a la compañía de jóvenes artistas, quienes se convierten en discípulos de los maestros en este arte. Todo ello ha contribuido a la conservación de las características propias de las funciones de marionetas de Quanzhou.

Alrededor del siglo XVII, los titiriteros de Quanzhou ya eran capaces de presentar funciones espectaculares, con numerosos personajes y complicadas tramas. En el año 1793, durante el banquete que dio el emperador Qianlong de la dinastía Qing en su mansión temporal de Rehe, en honor de los funcionarios de la corte, se presentó una función de marionetas movidas por hilos.

En ese momento, nació en Quanzhou la "Compañía del Tigre", que presenta espectáculos rebosantes de expresividad. Las marionetas de este grupo pueden hacer movimientos con una gran perfección, como dar patadas, alcanzar y sostener una espada o mover los ojos.

En el Tercer Festival Internacional de Marionetas celebrado en Quanzhou, el público se dio cuenta de que las funciones de los distintos países parecen encaminarse hacia una misma dirección, a pesar del hecho de que los títeres llevaban trajes distintos y hablaban idiomas diferentes. Los espectáculos ingleses, belgas, españoles y japoneses se inclinan más al realismo.

Este espectáculo de marionetas, "El Arco Iris de Cinco Lis", incluye la flor y nata del arte de los títeres de China. Cuenta una historia acaecida hace 850 años. Un mercader chino regresa a su pueblo natal, trayendo consigo a su esposa extranjera. Durante el viaje, monstruos con formas de serpientes y tortugas inquietaban a todos, y muchos se habían ahogado en el mar. Para remediar esta situación, el mercader decide hacer un puente por encima del océano. Con la ayuda del dios del mar, de los monjes budistas y de los pescadores, concluye con éxito esa misión y construye el puente más largo del mundo por aquel entonces: El Puente de los Cinco Lis.

Las marionetas movidas por hilos son las más sofisticadas de todos los títeres chinos, en cuanto a mecanismos de control se refiere. Mientras más complicada sea, mayor cantidad de hilos tendrá. Este viejo artista, Huang Yique, controla un mono-títere con más de 30 cables, mostrándole al público un animalito lleno de energía. Cuando el anciano le transmite al títere las habilidades adquiridas en sus más de 70 años de experiencia, le da vigor y vida.

Algunas personas quizás se pregunten por qué el arte de los títeres se desarrolló en distintos países del mundo aproximadamente al mismo tiempo. ¿Por qué los títeres del mundo tienen tantas cosas en común cuando no acontecieron los necesarios intercambios? A los títeres, sin embargo, eso no les importa. Tienen vida y alma propia. ¡Fueron y son indefectiblemente felices, graciosos y llenos de energía!

"Los hilos pasan así por debajo. Se tira de la cuerda desde abajo y la mano de la marioneta se mueve así, y gira de esta manera", nos presentó Liu Ji, artista de nivel nacional.

Los artistas manejan los títeres con hilos

El títere a tracción de agua es accionado mediante una noria antigua. Su estructura es simple y sus movimientos torpes. Pero en tiempos remotos, este tipo de títere podía utilizarse agrupados en grandes formaciones. Impulsados por el agua, danzaban en conjunto para disfrute del público.

La fabricación de todo títere conlleva un meticuloso trabajo artesanal. Las imágenes del Rey Mono, del Cerdito y del poderoso Rey Diablo Toro de las leyendas o novelas chinas aparecen en escena de forma vívida, despertando la imaginación del público y logrando mejores resultados que los actores de carne y hueso. Sus movimientos comprenden agilidad y sencilla belleza: tan exagerada como real.

"El títere de la provincia de Guangdong es diferente a los de otras regiones del país. Sus ojos son singularmente expresivos y se cierran, se abren y observan en distintas direcciones. Puede representar figuras de la ópera, que simulan ser reales.

Uno de los atributos más sobresalientes de nuestros títeres es el maquillaje, que imita al utilizado en las óperas chinas. El maquillaje les da la personalidad que se desea: la del personaje de noble corazón, la del valiente, la del cobarde, entre otras; dejando una fuerte impresión en los espectadores", dijo Liu.

En Quanzhou han surgido numerosos maestros de las funciones con marionetas, cuya creatividad ha enriquecido los estilos de esta manifestación de las artes escénicas. Jia Jiazou, es conocido como el representante de la escuela sureña de títeres chinos.

En el país ocurrieron desastrosas guerras en los siglos VIII y XII. Esta grave situación favoreció a Quanzhou ya que, para huir de ellas, gran cantidad de intelectuales y artistas de espectáculos folclóricos llegaron a la zona. La cultura en Quanzhou prosperó de una forma nunca antes vista.

La escasez de tierra y el auge del comercio contribuyeron grandilocuentemente al aumento del número de personas que se ganaban la vida en los escenarios. Según registros históricos, la mayor compañía de marionetas llegó a tener unos 300 miembros y la más pequeña alrededor de 100 artistas y empleados.

En el siglo XIV, la monarquía Ming prohibió todo tipo de comercio exterior y cerró las puertas de China al mundo por miedo a que se difundieran en el país la religión y las ideas occidentales.

El arte folclórico de Quanzhou sobrevivió a 400 años de aislamiento y resurge lleno de energía y vigor. El arte antiguo de los títeres se considera, por lo tanto, un fósil viviente.

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