El cloisonné chino: Jingtailan

2015-04-10 17:28:09
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El Jingtailan es una artesanía pekinesa tradicional muy famosa. Los productos esmaltados aparecieron en China antes de la dinastía Yuan, cuya técnica alcanzó pleno desarrollo en el reinado Jingtai de la dinastía Ming. La señora Yu Huaiping, guía en la Fábrica de Esmaltado de Beijing, nos contó:

“El nombre ‘Jingtailan' tuvo su origen durante el reinado del emperador Jingtai de la dinastía Ming. Es un tipo de artesanía que pinta, aplica finos alambres y colorea sobre utensilios de cobre”.

El Jintailan fue elegido en 2006 por el gobierno Chino como parte del patrimonio cultural inmaterial y se trata de un símbolo de la cultura tradicional china. Ahora, vamos a la base de la protección de la técnica de producir el Jingtailan: la Fábrica de Esmaltado de Beijing, para conocer su proceso de producción.

La fábrica está situada en el Distrito de Dongcheng de Beijing, cuya superficie es mayor a 10 mil kilómetros cuadrados y cuenta con un edificio de 6 plantas. Los talleres, la sala de muestra y el centro comercial se concentran entre la planta baja y el segundo piso. A pesar de su espacio limitado, la fábrica está muy bien equipada.

Los pasos de fabricación del Jingtailan son: diseñar, moldear la pieza de cobre, aplicar finos alambres sobre la pieza moldeada, esmaltar la pieza, hornear la pieza, pulirla y al final bañarla en oro.

Aplicación de finos alambres

En el taller donde se aplican los finos hilos de metal, las mesas de trabajo están muy bien ordenadas. A pesar de las visitas continuas de los turistas, los artesanos se concentran en su trabajo. Los hilos de cobre de distintas formas no paran de llamar la atención a los turistas.

Al realizar la aplicación de alambres se trata de hacer contornos del dibujo que se necesita sobre la pieza de cobre moldeada con hilos muy finos de metal. La artesana Yan Kun, con 30 años de experiencia, nos presenta:

“La aplicación de alambre es hacer hilos metálicos exactamente iguales al diseño y después pegarlos a la pieza moldeada. Los utensilios necesarios son: tijeras, alicates, pinzas y un plato de bletilla striata”.

Los hilos de cobre utilizados en este proceso son pedazos de cobre, cuya amplitud varía de 2 a 3 milímetros. Los artesanos doblan el trozo en distintos dibujos utilizando las pinzas. La bletilla striata es un mucílago que se utiliza para fijar los hilos de cobre a la pieza temporalmente. A fin de que los hilos estén adheridos permanentemente, hace falta hornearla a 800 centígrados con el fundente. Dice Yanhua que tardará dos o tres meses para terminar el florero de un metro de altura en el que está trabajando.

¿Cómo convertir una pieza de cobre aglutinada con alambres en una obra de arte? Pues, la técnica de esmaltar juega un papel importante.

Esmaltado de la pieza

Aunque el proceso del esmaltado y el de la aplicación de alambres se realizan en el mismo taller, se distingue a primera vista su diferencia. En las mesas para esmaltar se encuentran varios platos, cada uno de ellos lleva “tintes” de distintos colores.

Estos ¨tintes¨ están hechos de polvos de mineral naturales de colores diferentes. A estos platos se les echa agua, después con un cuentagotas se aplican los tintes a los espacios abiertos entre los filamentos de cobre y al final se absorbe el agua con algodón. Estos pasos se repiten sobre cada espacio entre los filamentos de cobre. Para que el color sea igual en todos estos espacios, el trabajo de esmaltar tiene que ser llevado a cabo por el mismo artesano.

Luo Shuxiang se dedicó al proceso de esmaltado desde los 16 años, nos contó que lo más difícil de este proceso consiste en la preparación de los colores.

“Por ejemplo, si una flor contiene nueve colores, tenemos que preparar todos esos colores, del más oscuro al más claro. Sólo de esta forma las flores pueden quedar vivas, lo mismo ocurre con el esmaltado de las hojas. Los colores los preparamos nosotros mismos, nos dan unos colores básicos, después los mezclamos para conseguir el que necesitamos.¨

Después de esmaltar, hay que fijar los molidos a la pieza para poder iniciar el proceso de horneado.

Proceso de horneado

Los talleres de horneado se encuentran apartados, en el taller principal hay tres hornos que son tan profundos como pozos, incluso el menos profundo mide lo mismo que un ser humano. El fuego que sale del horno es muy hermoso. Todos esos talleres tienen la puerta abierta durante todo el año, por lo tanto los artesanos trabajan con el viento de fuera y el color de dentro.

Este proceso consiste en hornear la pieza ya esmaltada a 800 grados centígrados. Los molidos de la piedra se derriten y luego se condensan, después de haberse enfriado se convertirán en brillante esmaltado.

Debido a la disminución del volumen, el esmalte reduce la altura de los hilos de cobre. Por eso, hay que repetir el proceso de esmaltar y hornear tres o cuatro veces para tener la espesura del esmalte deseada.

El artesano Le Yongke, lleva ya 37 años dedicado al proceso de horneado. Según él, esta técnica depende totalmente de la experiencia y la perspicacidad. ¿Cuánto tiempo la pieza necesita estar al horno? Así lo explicó:

“Unos materiales son más duros, mientras otros son más blandos. A los duros quizás hay que hornearlos durante dos minutos y un minuto puede ser suficiente para los blandos”.

Tras fijar el esmalte a la pieza, éste no queda completamente liso y por lo tanto es necesario pulirlo. Para este proceso se emplea la técnica del pulimento.

El pulimento

En el taller de pulimento se oyen los sonidos propios de la labor de pulir constantemente. Este taller es un espacio estrecho y largo, separado por una pieza de vidrio y un armazón de madera. Para evitar que en el proceso salpiquen el agua y las piedras, los pulidores llevan cubiertas semi-cerradas. Como en este proceso hay que arrojar agua para lubricar, el taller está colmado de vapor de agua.

Ren Lianyin se ha dedicado al pulimento del Jingtailan desde hace 34 años y nos explicó detalladamente este proceso:

“Primero hay que pulir para que los hijos de cobre salgan del esmalte, segundo hay que tapar la pieza del esmalte transparente y hornearla. Al final se pule nuevamente con piedra y carbón vegetal.

Tras todos estos procesos, hace falta bañar la pieza en oro para evitar que se oxide, también para que quede más bonita. Así, se ha finalizado una obra de Jingtailan.

El Jintailan es la artesanía tradicional más representativa de Beijing, la Fábrica de Esmaltado de Beijing es el resultado de la fusión de decenas de talleres pequeños en 1956. En el 2011, la Fábrica de Esmaltado de Beijing fue elegida como base de demostración de la protección y la fabricación del patrimonio cultural inmaterial a nivel nacional.

Uno los encargados de la fábrica, Wang Jianzhang, comentó:

“Ahora tenemos más de 200 empleados, 6 o 7 diseñadores profesionales y alrededor de 30 técnicos. Por lo tanto puedo decir que ahora tenemos grupos completos de diseño y fabricación”.

“En los últimos años hemos vendido bastante, el año pasado la venta era de más de 40 millones de yuanes”.

La Fábrica de Esmaltado de Beijing está abierta a los turistas, todos los días se ven extranjeros aficionados al Jingtailan presentándose para experimentar su encanto.

El Jingtailan es una artesanía pekinesa tradicional muy famosa. Los productos esmaltados aparecieron en China antes de la dinastía Yuan, cuya técnica alcanzó pleno desarrollo en el reinado Jingtai de la dinastía Ming. La señora Yu Huaiping, guía en la Fábrica de Esmaltado de Beijing, nos contó:

“El nombre ‘Jingtailan' tuvo su origen durante el reinado del emperador Jingtai de la dinastía Ming. Es un tipo de artesanía que pinta, aplica finos alambres y colorea sobre utensilios de cobre”.

El Jintailan fue elegido en 2006 por el gobierno Chino como parte del patrimonio cultural inmaterial y se trata de un símbolo de la cultura tradicional china. Ahora, vamos a la base de la protección de la técnica de producir el Jingtailan: la Fábrica de Esmaltado de Beijing, para conocer su proceso de producción.

La fábrica está situada en el Distrito de Dongcheng de Beijing, cuya superficie es mayor a 10 mil kilómetros cuadrados y cuenta con un edificio de 6 plantas. Los talleres, la sala de muestra y el centro comercial se concentran entre la planta baja y el segundo piso. A pesar de su espacio limitado, la fábrica está muy bien equipada.

Los pasos de fabricación del Jingtailan son: diseñar, moldear la pieza de cobre, aplicar finos alambres sobre la pieza moldeada, esmaltar la pieza, hornear la pieza, pulirla y al final bañarla en oro.

Aplicación de finos alambres

En el taller donde se aplican los finos hilos de metal, las mesas de trabajo están muy bien ordenadas. A pesar de las visitas continuas de los turistas, los artesanos se concentran en su trabajo. Los hilos de cobre de distintas formas no paran de llamar la atención a los turistas.

Al realizar la aplicación de alambres se trata de hacer contornos del dibujo que se necesita sobre la pieza de cobre moldeada con hilos muy finos de metal. La artesana Yan Kun, con 30 años de experiencia, nos presenta:

“La aplicación de alambre es hacer hilos metálicos exactamente iguales al diseño y después pegarlos a la pieza moldeada. Los utensilios necesarios son: tijeras, alicates, pinzas y un plato de bletilla striata”.

Los hilos de cobre utilizados en este proceso son pedazos de cobre, cuya amplitud varía de 2 a 3 milímetros. Los artesanos doblan el trozo en distintos dibujos utilizando las pinzas. La bletilla striata es un mucílago que se utiliza para fijar los hilos de cobre a la pieza temporalmente. A fin de que los hilos estén adheridos permanentemente, hace falta hornearla a 800 centígrados con el fundente. Dice Yanhua que tardará dos o tres meses para terminar el florero de un metro de altura en el que está trabajando.

¿Cómo convertir una pieza de cobre aglutinada con alambres en una obra de arte? Pues, la técnica de esmaltar juega un papel importante.

Esmaltado de la pieza

Aunque el proceso del esmaltado y el de la aplicación de alambres se realizan en el mismo taller, se distingue a primera vista su diferencia. En las mesas para esmaltar se encuentran varios platos, cada uno de ellos lleva “tintes” de distintos colores.

Estos ¨tintes¨ están hechos de polvos de mineral naturales de colores diferentes. A estos platos se les echa agua, después con un cuentagotas se aplican los tintes a los espacios abiertos entre los filamentos de cobre y al final se absorbe el agua con algodón. Estos pasos se repiten sobre cada espacio entre los filamentos de cobre. Para que el color sea igual en todos estos espacios, el trabajo de esmaltar tiene que ser llevado a cabo por el mismo artesano.

Luo Shuxiang se dedicó al proceso de esmaltado desde los 16 años, nos contó que lo más difícil de este proceso consiste en la preparación de los colores.

“Por ejemplo, si una flor contiene nueve colores, tenemos que preparar todos esos colores, del más oscuro al más claro. Sólo de esta forma las flores pueden quedar vivas, lo mismo ocurre con el esmaltado de las hojas. Los colores los preparamos nosotros mismos, nos dan unos colores básicos, después los mezclamos para conseguir el que necesitamos.¨

Después de esmaltar, hay que fijar los molidos a la pieza para poder iniciar el proceso de horneado.

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