El culto al emperador Huangdi

2016-07-28 09:54:15
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Por JIAO FENG

Desde épocas remotas, las ofrendas sacrificiales han sido parte integral del ritual chino para adorar a dioses o antepasados. Antiguamente, las personas vivían convencidas de que el alma podía existir sin el cuerpo, creencia que dio pie a la adopción del ceremonial del sacrificio.

En su condición de fenómeno cultural de China, el sacrificio o culto demuestra respeto hacia los difuntos, al tratarlos como si estuvieran vivos. En ocasiones especiales se adoptan ciertas ceremonias sacrificiales para recordar a los santos difuntos, a la vez que se confirma la voluntad indefectible de los sucesores de dar continuidad a un legado, por medio del mantenimiento del linaje, ya sea familiar, étnico o de toda una nación.

Tumba del emperador Huangdi. Yu Xiangjun

Tumba del emperador Huangdi. Yu Xiangjun

En reconocimiento a los destacados aportes que el legendario emperador Huangdi (Amarillo) hizo a la nación china, las sucesivas generaciones de connacionales le han rendido tributo por medio de importantes rituales.

Cuando fungía como cacique tribal hace más de 5000 años, el emperador Huangdi consiguió unir a todo el país, dando lugar a la noción de China como concepto unitario, por lo que desde entonces es considerado el primer antepasado de la civilización china.

Según cuenta la leyenda, Huangdi nació en la colina Xuanyuan, por eso es conocido por el sobrenombre de Huangdi de Xuanyuan. Poco después de su nacimiento, el niño que con el tiempo se convertiría en el emperador Huangdi ya era capaz de hablar con fluidez, y con apenas 15 años de edad era muy versado. Al cumplir los 20 años heredó el trono de la tribu de Youxiong.

Con el paso del tiempo, las fuerzas de Youxiong consolidaron su poderío y ampliaron los territorios bajo su dominio. Por aquel entonces, las guerras entre tribus de las llanuras centrales propiciaban un estado de permanente caos. Huangdi, al frente de sus huestes, conquistó numerosas tribus pequeñas y débiles y unificó las tierras en la cuenca del río Amarillo. Poco después, se unió al emperador Yandi para derrotar a Chiyou, un guerrero mitológico, tras lo cual estableció las bases de la cultura china. En consecuencia, a los chinos contemporáneos también se les considera descendientes de los emperadores Huangdi y Yandi.

Los registros históricos dejan constancia del traspaso del poder al emperador Huangdi tras la muerte del emperador Yandi. El nuevo y prolongado reinado se caracterizó por la estabilidad política y el progreso cultural, amén de generar numerosas invenciones e innovaciones, como los caracteres de la escritura china, el calendario, la manufactura de instrumentos musicales, las ciencias médicas, la estipulación de pesos y medidas, la cría del gusano de seda y la confección de ropa con dicho tejido, así como la siembra de semillas, con la cual se estableció la línea de desarrollo de la cultura China en estrecho vínculo con la agricultura. Sus hazañas se convirtieron en motivo de veneración colectiva.

Después de su muerte, se construyeron templos y altares en su honor y se le rindieron innumerables ceremonias por miles de años. Además de considerarlo el antepasado consanguíneo por antonomasia, las sucesivas generaciones de chinos no se cansan de glorificar su calidad de símbolo del espíritu nacional.

Ceremonia conmemorativa pública

El emperador Huangdi fue enterrado en Qiaoshan, al norte del distrito de Huangling, provincia de Shaanxi. Yu Xiangjun

El emperador Huangdi fue enterrado en Qiaoshan, al norte del distrito de Huangling, provincia de Shaanxi. Yu Xiangjun

Los anales de la historia dan fe de la existencia de dos tipos de ceremonias sacrificiales en memoria del emperador Huangdi: una se lleva a cabo en templos de todo el país, y la otra se efectúa en su mausoleo.

La ceremonia de adoración en el mausoleo del emperador tiene larga data. Refieren los historiadores que el emperador Huangdi fue enterrado en la colina Qiaoshan, 1 km al norte del distrito de Huangling (Shaanxi). En épocas tan tempranas como el año 110 a.c., el emperador Wu de la dinastía Han veneró al emperador Huangdi en aquel sitio, al recorrer el norte de la región. Durante la dinastía Tang (960-1279), en el mismo lugar se edificó un templo para rendir culto al emperador Huangdi. La corte imperial de la dinastía Song (960-1279) adoraba al desaparecido soberano en su mausoleo cada tres años.

Durante la dinastía Ming (1368-1644), el mausoleo fue considerado santuario donde el emperador de turno debía hacer ofrendas al honorable antepasado. Fungía, asimismo, como recinto donde se acumulaba, inscrita sobre piedra, toda la información relativa al protocolo de las elegías, las fechas ceremoniales, las ofrendas y los funcionarios encargados del ceremonial.

Los emperadores de la dinastía Qing (1616-1911) presidieron la ceremonia en templos imperiales en Beijing, o enviaban a funcionarios cada tres años para hacer ofrendas en el mausoleo. Cuando se fundó la República de China, en 1912, Sun Yat-Sen escribió una oración fúnebre y envió a un alto funcionario a presentar respetos en el mausoleo, demostrando así el apego del nuevo gobierno al sentido de orgullo nacional.

Las estadísticas muestran que los emperadores de la dinastía Ming enviaron funcionarios al mausoleo en 14 ocasiones. Hubo 30 y 26 visitas durante la dinastía Qing y tras el establecimiento de la República de China, respectivamente. En 1937, el Kuomintang y el Partido Comunista de China (PCCh) celebraron una ceremonia conmemorativa conjunta en el mausoleo del emperador Huangdi, ocasión en que Mao Zedong redactó la elegía a nombre del PCCh.

Gran ceremonia en el pueblo natal de Huangdi

El cumpleaños del emperador Huangdi se celebra el tercer día del tercer mes lunar, en el Festival de Shangsi. Durante el feriado, la gente se va de romería por las vías fluviales. Esta costumbre onomástica data del siglo VIII a.n.e.

Hoy se cree que el emperador Huangdi nació en la actual ciudad de Xinzheng (Henan). Los registros históricos muestran que desde la dinastía Tang la ceremonia de sacrificio se ha ido convirtiendo en una tradición que ha ido prosperando hasta hoy día.

La ceremonia consta de nueve partes, a saber, un saludo de 21 salvas de artillería, la colocación de una ofrenda floral, oferta de incienso, adoración, lecturas de elegías, interpretación de cantos espirituales, danzas acompañadas de música, bendiciones al país y oraciones por la unidad de la naturaleza y la humanidad. El principal orador es Xu Jialu, vicepresidente del Comité Permanente de la X Asamblea Popular Nacional.

Esta grandiosa ceremonia no solo fomenta la excelente cultura tradicional del pueblo, a la vez que venera al antepasado por sus méritos y virtudes, sino que también destaca el tema de la búsqueda de raíces y el culto a los antepasados, como símbolo de la continuación del linaje.

Ceremonia de adoración en el distrito de Jinyun

Gran ceremonia en el pueblo natal de Huangdi. CIPG

Gran ceremonia en el pueblo natal de Huangdi. CIPG

Ubicado en la ciudad de Lishui, provincia de Zhejiang, el distrito de Jinyun acoge el mausoleo del emperador Huangdi desde la dinastía Tang. Cuenta la leyenda que fue en este sitio que el monarca devino inmortal.

Jinyun fue un antiguo clan que perteneció a la tribu del emperador Yandi. Como el clan vivía cerca de la tribu del emperador Huangdi, ambos grupos compartían similares estilos de vida nómada y forjaron una estrecha relación. Jinyun se unió más adelante a la tribu del emperador Huangdi. Después de que este último unificara las llanuras centrales, el clan Jinyun recibió de manos del monarca el territorio del actual Zhejiang, dejando establecida la comarca como Jinyun.

Transcurrido un periodo prolongado, el clan de Jinyun se integró a la población local. A pesar de ello no se olvidó de sus raíces y en el siglo IV construyó el Salón Jinyun para adorar al emperador Huangdi.

El siglo IV abarca un período de especial trascendencia para la historia china. En aquellos tiempos, el pueblo sufría por las guerras incesantes, lo que llevó a que muchos se refugiaran en la fe religiosa. Por otro lado, muchos miembros de la etnia han se desplazaron al sur. El establecimiento del monumento conmemorativo les proporcionó alivio espiritual. De tal suerte, Jinyun también se convirtió en tierra santa para aquellos que procuraban en reencuentro con sus raíces y la oportunidad de adorar al emperador Huangdi.

En el año 748, el emperador Li Longji, de la dinastía Tang, promulgó un edicto imperial para cambiar el nombre de “Colina Jinyun” por “Colina Xiandu” y el de “Salón Jinyun” por el de “Templo Conmemorativo del Emperador Huangdi”, dando así origen a los dos patrones ceremoniales de China, uno en el mausoleo del norte; y el otro en el templo conmemorativo del sur.

La ceremonia de adoración del distrito de Jinyun no ha dejado de desarrollarse en términos de escala y etiqueta. El Día del Barrido de Tumbas pertenece a los cultos populares y tiene relación con el Festival del Doble Nueve, ambas fechas de adoración pública. Al combinar las costumbres populares tradicionales locales, las ceremonias heredan y promueven la excelencia de la cultura tradicional, contribuyendo así al incremento de la cohesión nacional.

Ceremonia de adoración en el distrito de Jinyun. CIPG

Ceremonia de adoración en el distrito de Jinyun. CIPG

En 2011, la ceremonia de adoración del distrito de Jinyun fue incluida en la lista de patrimonios culturales inmateriales de la nación.

Por JIAO FENG

Desde épocas remotas, las ofrendas sacrificiales han sido parte integral del ritual chino para adorar a dioses o antepasados. Antiguamente, las personas vivían convencidas de que el alma podía existir sin el cuerpo, creencia que dio pie a la adopción del ceremonial del sacrificio.

En su condición de fenómeno cultural de China, el sacrificio o culto demuestra respeto hacia los difuntos, al tratarlos como si estuvieran vivos. En ocasiones especiales se adoptan ciertas ceremonias sacrificiales para recordar a los santos difuntos, a la vez que se confirma la voluntad indefectible de los sucesores de dar continuidad a un legado, por medio del mantenimiento del linaje, ya sea familiar, étnico o de toda una nación.

Tumba del emperador Huangdi. Yu Xiangjun

Tumba del emperador Huangdi. Yu Xiangjun

En reconocimiento a los destacados aportes que el legendario emperador Huangdi (Amarillo) hizo a la nación china, las sucesivas generaciones de connacionales le han rendido tributo por medio de importantes rituales.

Cuando fungía como cacique tribal hace más de 5000 años, el emperador Huangdi consiguió unir a todo el país, dando lugar a la noción de China como concepto unitario, por lo que desde entonces es considerado el primer antepasado de la civilización china.

Según cuenta la leyenda, Huangdi nació en la colina Xuanyuan, por eso es conocido por el sobrenombre de Huangdi de Xuanyuan. Poco después de su nacimiento, el niño que con el tiempo se convertiría en el emperador Huangdi ya era capaz de hablar con fluidez, y con apenas 15 años de edad era muy versado. Al cumplir los 20 años heredó el trono de la tribu de Youxiong.

Con el paso del tiempo, las fuerzas de Youxiong consolidaron su poderío y ampliaron los territorios bajo su dominio. Por aquel entonces, las guerras entre tribus de las llanuras centrales propiciaban un estado de permanente caos. Huangdi, al frente de sus huestes, conquistó numerosas tribus pequeñas y débiles y unificó las tierras en la cuenca del río Amarillo. Poco después, se unió al emperador Yandi para derrotar a Chiyou, un guerrero mitológico, tras lo cual estableció las bases de la cultura china. En consecuencia, a los chinos contemporáneos también se les considera descendientes de los emperadores Huangdi y Yandi.

Los registros históricos dejan constancia del traspaso del poder al emperador Huangdi tras la muerte del emperador Yandi. El nuevo y prolongado reinado se caracterizó por la estabilidad política y el progreso cultural, amén de generar numerosas invenciones e innovaciones, como los caracteres de la escritura china, el calendario, la manufactura de instrumentos musicales, las ciencias médicas, la estipulación de pesos y medidas, la cría del gusano de seda y la confección de ropa con dicho tejido, así como la siembra de semillas, con la cual se estableció la línea de desarrollo de la cultura China en estrecho vínculo con la agricultura. Sus hazañas se convirtieron en motivo de veneración colectiva.

Después de su muerte, se construyeron templos y altares en su honor y se le rindieron innumerables ceremonias por miles de años. Además de considerarlo el antepasado consanguíneo por antonomasia, las sucesivas generaciones de chinos no se cansan de glorificar su calidad de símbolo del espíritu nacional.

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