Leyenda sobre el agradecimiento al Díos de la Cocina

2015-12-09 16:58:21
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Desde más de dos mil años, China ha venido manteniendo la costumbre de hacer una ofrenda de despedida a la divinidad del hogar el día 23 del duodécimo mes lunar de todos los años para expresar agradecimiento al Dios de la Cocina. En China hay muchas leyendas al respecto. Aquí ofrecemos una.

La ofrenda ofrecida por los campesinos al Dios de Cocina

La ofrenda ofrecida por los campesinos al Dios de Cocina

El Dios de la cocina era un importante personaje entre los mitos antiguos y un funcionario mandado por el Emperador de Jade (divinidad soberana del taoísmo) a todas las familias. Todos los años, el Dios de la cocina rendía cuentas al emperador. Por esa razón, la gente le temía y respetaba, dando pie a la costumbre de hacer ofrendas de despedida a la divinidad del hogar.

Ding Xiang, esposa de un rico llamado Zhang Sheng, era bonita y simpática. Al principio, el matrimonio se llevaba bien y pasaban una vida en armonía.

Un día, cuando Zhang Sheng hacía negocios fuera de casa, encontró a una muchacha bonita llamada Hai Tang que le causó una buena impresión. Al saber que Zhang era rico, Hai Tang le expresó su admiración. Más tarde, se casó con Zhang y pasó a vivir en su casa. Pero al ver que Ding Xiang, la esposa oficial de Zhang, era más bonita que ella, Hai Tang se molestó mucho y obligó a Zhang a expulsar a Ding Xiang, su esposa oficial, de la casa.

Azúcar de cocina

Azúcar de cocina

Una vez que Ding Xiang fue obligada a abandonar la casa, Zhang Sheng y Hai Tang se divertían todos los días y gastaban el dinero de forma desenfrenada. En menos de dos años, la casa, antes rica, decayó en la pobreza. Al ver que Zhang Sheng era pobre, Hai Tang lo abandonó y se casó con otra persona. Zhang Sheng pasó a mendigar de puerta en puerta. Un día con una fuerte nevada, Zhang se mareó por el hambre y el frío a las puertas de una familia rica. Una sirvienta de esta familia lo vio y avisó a su ama. Con el permiso de la ama, la sirvienta ayudó a Zhang y lo llevó a la cocina. Un rato después, el ama pasó a verlo. Cuando Zhang advirtió que el ama en cuestión no era otra sino la ex-exposa abandonada por él mismo hacía dos años, sintió una gran vergüenza. Entonces, quiso esconderse, pero no encontró dónde. Finalmente, optó por la parte inferior de la cocina, o sea, en el fogón. Ding Xiang llegó a la cocina y no vio a nadie, lo cual le extrañó. De repente, vio que algo se movía en la parte inferior de la cocina y lo arrastró. Después de reconocerlo, se percató de que era Zhang Sheng, su ex-esposo, que ya había muerto quemado. Enojada, le embargó una profunda tristeza y al poco tiempo, Ding Xiang también falleció por depresión. Al enterarse de esta historia, el Emperador de Jade consideró que Zhang Sheng era bueno aún porque se atrevió a reconocer su error. Entonces, le denominó “Dios de la cocina”. Luego, la gente consideró a Ding Xiang como “Diosa” y pasó a colocar su estatua junto a la de Zhang Sheng en la cocina.

En la antigüedad, para que el Dios de la cocina hablara buenas palabras ante el Emperador de Jade, la gente solía usar “azúcar de cocina”, un azúcar elaborado con cebada, con el fin de agradecer a este Dios. Este azúcar era un poco dulce, pero muy glutinoso, tanto que incluso podía pegar la boca. La gente quería que el Dios de la cocina hablara más palabras buenas y menos malas. Naturalmente, era una esperanza interesante y cómica.

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