Las viviendas residenciales de los bai
La ciudad de Dali
Al llegar a Dali, capital de la etnia bai, aparecen de inmediato los edificios blancos, elegantes y bien alineados a la orilla del lago Erhai. Son viviendas residenciales de los bai. En el poblado Xizhou que yace al pie de la montaña Cangshan y a la ribera del lago Erhai se puede admirar la arquitectura típica de la etnia bai.
Los visitantes no salen de su asombro al ver que las paredes de unos tres metros de altura levantadas con infinitos guijarros aún se mantienen hoy desafiando el viento y la lluvia durante más de cien años. Los tejados de las casas llevan por lo general aleros curvados hacia arriba y motivos tallados en vigas transversales, columnas y puertas en forma de arco. Todas las familias se esmeran en adornar el pórtico de sus casas. Este tipo de portales se construyen en mármol esquizado, cuya parte superior se forma con tablas gruesas de madera que están decoradas con dos dragones que juegan con una bola o dos fénix volando hacia el sol.
Los tejados de las casas de los bai llevan por lo general aleros curvados hacia arriba.
Las viviendas de la etnia bai son construcciones cerradas que toman forma de patio. Cada una está compuesta por un muro a modo de cercado, la puerta principal, un muro-biombo levantado ante la puerta principal o justo después, el edificio principal y varias habitaciones laterales a derecha e izquierda del edificio central.
Según las condiciones económica de los dueños, las viviendas residenciales de los bai se levantan en distintos estilos arquitectónicos. Existe notable diferencia entre el tamaño de la puerta principal y el número de las habitaciones de cada patio. Por lo general, cada familia disfruta de un patio completo, que es extenso, cómodo y compacto en la distribución de las habitaciones. Sin embargo, la distribución de las construcciones de cada familia es variada. Por ejemplo, unas familias tienen "cuatro edificios y cinco espacios libres", que significa que todo el patio está compuesto por cuatro edificios, y cada uno de ellos se une por una pequeña habitación lateral. Así se forman cuatro espacios libres entre los edificios y las cámaras laterales. Si se incluye el centro abierto del patio, llegan a cinco espacios libres. Otras tienen "tres edificios y un muro biombo" o "dos edificios unidos por una pequeña habitación". El muro biombo con murales tallados sirve de decoración del patio simbolizando la felicidad y el éxito de la familia. Está hecho de ladrillos o mármoles, cuya parte superior ha sido adornada con tejas azules en forma de aleros curvados hacia arriba. Al pie del muro descansa una terraza rectangular de flores donde se plantan camelias, canelos y otras plantas leñosas que florecen todo el año.
Un mural de una residencia de los Bai.
En cada edificio hay tres habitaciones: la central sirve de sala y las laterales a la derecha e izquierda son dormitorios. En la sala central se dispone un gran biombo de madera de seis hojas con dibujos tallados. Por lo general, en la parte superior de la hoja se tallan grullas, gallos y pavos reales y en la inferior, aves, animales, peces, camarones así como plantas y flores. Las puertas y ventanas de las viviendas están pintadas en color rojo oscuro.
El conjunto arquitectónico del poblado Xizhou es un trasunto en menor escala de las viviendas residenciales de los bai, en el que se puede apreciar la esencia de la arquitectura étnica. Según datos históricos, Xizhou fue un poblado importante del reino Nanzhao. En aquel entonces, se convirtió en un centro político, económico, cultural y religioso de la localidad. Durante el apogeo de su desarrollo, Nanzhao trajo del centro de China el arte arquitectónico. Los bai lo combinaron con sus propios estilos creando así un estilo singular para sus viviendas residenciales.
La ciudad de Dali
Al llegar a Dali, capital de la etnia bai, aparecen de inmediato los edificios blancos, elegantes y bien alineados a la orilla del lago Erhai. Son viviendas residenciales de los bai. En el poblado Xizhou que yace al pie de la montaña Cangshan y a la ribera del lago Erhai se puede admirar la arquitectura típica de la etnia bai.
Los visitantes no salen de su asombro al ver que las paredes de unos tres metros de altura levantadas con infinitos guijarros aún se mantienen hoy desafiando el viento y la lluvia durante más de cien años. Los tejados de las casas llevan por lo general aleros curvados hacia arriba y motivos tallados en vigas transversales, columnas y puertas en forma de arco. Todas las familias se esmeran en adornar el pórtico de sus casas. Este tipo de portales se construyen en mármol esquizado, cuya parte superior se forma con tablas gruesas de madera que están decoradas con dos dragones que juegan con una bola o dos fénix volando hacia el sol.
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