La UE no debe dejar pasar el último "período de ventana" para resolver el conflicto de vehículos eléctricos

La Unión Europea planea gravar hasta el 36% durante cinco años las importaciones de vehículos eléctricos chinos, salvo que China presente una propuesta alternativa para cambiar la situación en el mercado, anunció el 20 de agosto la Comisión Europea. Si estos planteamientos proteccionistas de comercio llegan a materializarse, no sólo perjudicará gravemente los intereses de la industria automovilística china, sino también socavará la pertinente cooperación en materia de producción y cadena de suministro entre China y Europa. De igual modo, Europa sufrirá las consecuencias de la reacción.

En comparación con los resultados de la resolución preliminar anunciada en julio, la parte europea ha realizado una pequeña reducción de los tipos impositivos propuestos para varias empresas automovilísticas chinas. Bruselas impondrá aranceles adicionales del 17 % a BYD, en lugar del 17,4 % que preveía la tasa provisional decidida el mes pasado; del 19,3 % a Geely (frente al 19,9 %) y del 36,3 % a SAIC (frente al 37,6 %). La parte europea parece haber hecho cierto grado de concesiones, pero es más simbólico y no ha cambiado el abuso de las normas y procedimientos de la Organización Mundial del Comercio, la instrumentalización de las herramientas de investigación, en nombre de la "competencia justa" para socavar la naturaleza de la competencia imparcial.

De hecho, desde que la Comisión Europea decidió iniciar la investigación compensatoria sobre los vehículos eléctricos chinos en octubre del año pasado, una serie de prácticas de la parte europea han carecido de legitimidad y legalidad. Por un lado, la llamada "investigación" se inició sin la solicitud de la industria de la UE, lo que obviamente va en contra de la voluntad del mercado. Por otro lado, con el fin de alcanzar los objetivos preestablecidos, la Comisión Europea ha construido y exagerado el llamado programa de "subvenciones". Ha excluido a las empresas europeas y estadounidenses con un alto volumen de exportación, y ha seleccionado sólo a las empresas locales chinas. Hay muchos incumplimientos y falta de transparencia e injusticia tanto en los criterios de muestreo como en el proceso operativo.

La esencia de la cooperación China-UE es el beneficio mutuo y ganar-ganar. China siempre se ha comprometido, con la mayor sinceridad, a tratar adecuadamente las disputas comerciales con la parte europea a través del diálogo y la consulta. Pero esto no significa que China vaya a quedarse de brazos cruzados viendo cómo se perjudican sus propios intereses y se convierte en "víctima" de un comportamiento de protección comercial. China sometió el 9 de agosto las medidas compensatorias temporales sobre vehículos eléctricos de la UE al mecanismo de solución de diferencias de la OMC. Esto lanzó una clara señal al mundo exterior: China tomará todas las medidas necesarias para defender con firmeza los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas.

De acuerdo con la agenda europea, tras completar la divulgación de la resolución final para comentarios, la Comisión Europea someterá la decisión final a los Estados miembros, y emitirá la resolución final antes del 4 de noviembre. A medida que se acerca el "período de ventana" final, la parte europea debe escuchar atentamente las voces internas, sopesar los pros y los contras, y acelerar el debate con China sobre las soluciones adecuadas para evitar la escalada de fricciones comerciales y el impacto de la confianza mutua y la cooperación entre China y la UE. De lo contrario, la parte europea perderá más de lo que gane.