Una mirada latinoamericana a la crisis de la democracia de Estados Unidos: el impacto de la polarización

CGTN 2023-04-22 16:39:35
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La democracia en Estados Unidos preocupa también a América Latina. Una serie de factores y hechos innegables alejan cada día más al otrora paradigma de la democracia moderna de los valores que cimentaron la fortaleza de su gobierno y sociedad a través del siglo XX. 

Estados Unidos exhibió al mundo durante buena parte del siglo XX un modelo de democracia que tuvo logros considerables gracias al éxito de su sistema político y social, reflejado en la construcción de una sociedad de bienestar. Sin embargo, en las últimas décadas, el malestar y descontento de la propia sociedad estadounidense ha puesto en evidencia los graves problemas de este modelo. Según el especialista del Centro de Estudios Orientales de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Esteban Pool, en Estados Unidos existe hoy una polarización que ha exacerbado la división y la rivalidad política a niveles desconocidos hasta ahora.

"Yo creo que un problema más reciente que se ha ido exacerbando en los últimos años es el de la polarización. Uno percibe que hay cada vez menos consenso entre la clase política norteamericana y que hay divisiones crecientemente insalvables entre demócratas y republicanos que se dan a nivel federal, pero que probablemente generan también un efecto negativo a nivel local. Y esto es algo que no ocurría en el pasado, no ocurría en la misma medida. Demócratas y republicanos podían tener sus diferencias, pero tenían más consensos, mientras que ahora, parece que se percibiesen, sobre todo desde la elección de Donald Trump en 2016, como amenazas existenciales", destacó Esteban Pool.

Sin embargo, para María Fe Celi, analista política y antropóloga peruana asentada en China, lo que existe en Estados Unidos no es una polarización política, sino más bien una confluencia de intereses individuales que no responden a sus patrones democráticos de antaño. 

"Cuando los grupos de interés capturan el poder en Washington, que es donde se toman las decisiones más importantes para el país, sobre todo donde se juegan muchos intereses económicos, ya no hay nociones de sociedad, de colectivo, ya todo eso se ha erosionado o ha desaparecido. Entonces se responde a quien financia más y ya el resto no importa", expresó María Fe Celi.

Según un sondeo del prestigioso Centro de Investigación Pew, con sede en Washington, el 65 % de los estadounidenses asegura que el sistema democrático de su país necesita cambios importantes, al tiempo que el 57 % de los encuestados afirma que Estados Unidos ya no es un ejemplo de democracia. Pero, ¿qué explica de alguna manera este descontento? Según Esteban Pool, la explicación estaría en el aislamiento de Washington frente a las demandas reales de su población.

"Yo creo que el ciudadano estadounidense se siente un ciudadano y actúa como tal en el nivel local y hasta cierto punto en el estatal, pero ya al nivel federal mucho de esto de pierde vista, es decir, los senadores, los diputados, los políticos que están en Washington tienden a estar distantes de sus votantes. Tienden a veces a habitar un mundo distinto y a responder a otros intereses, que los de la gente de la calle", dijo Esteban Pool.

"En esta noción de democracia se ha perdido también la idea de que una parte fundamental es garantizar las condiciones materiales básicas en la ciudadanía. Y se está hablando más del procedimiento, de la forma, de la elección, pero no en la satisfacción de la gente. No se les escucha, entonces como resultado, no están contentos, porque en muchos casos ven que su vida está mucho peor que antes. Es interesante, por ejemplo, el tema de la esperanza de vida, en Estados Unidos ha disminuido. En ese sentido, ¿cómo manejar la insatisfacción de la población? Siempre echándole la culpa a otro", expresó la analista política peruana, Maria Fe Celi.

En este intento por culpar a otros de la actual crisis que atraviesa la democracia estadounidense, tal parece que Washington ha encontrado una forma de paliar la insatisfacción ciudadana, alentando una constante disputa con China. Según una encuesta del Centro de Investigación PEW, cuatro de cada diez estadounidenses consideran hoy a China como un país enemigo, el mismo que ahora el gobierno de Joe Biden ya no quiere llamar más, país en desarrollo. 

"Seamos objetivos, el PIB per cápita de China es similar al de Brasil y México. Según Estados Unidos, Brasil y México son países en vías de desarrollo. Y según declaró el ex primer ministro Li Keqiang en 2020, justamente cuando afirmó que se erradicaba la pobreza extrema en China, también dijo que alrededor del 40 % de la población todavía tenía ingresos mensuales en torno a 1000 yuanes (150 dólares)", destacó Esteban Pool.

"China podrá ser la primera economía en términos de PPA, la segunda en términos de PIB, pero aquí vive un quinto de la población mundial y cuando vemos el PIB per cápita, aún es muy bajo, y China todavía tiene muchos retos por delante. Que China haya tenido muchos avances no significa que sea un país desarrollado. Después del XX Congreso del PCCh recién se han establecido los lineamientos para que se pueda llegar a esa sociedad socialista moderna de bienestar", expresó Maria Fe Celi.

Lo que queda claro es que la polarización en Estados Unidos, ya sea por motivos partidistas o instigada desde grupos de interés están erosionando la democracia y dañando el sistema político que llevó al país norteamericano a ser un paradigma de bienestar mundial. Y de otro lado, culpar a otros de sus fracasos, no hace sino asegurar lo que parece ser su inminente declive.

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