Cuando los dos mayores países en desarrollo de los hemisferios oriental y occidental vuelvan a darse la mano

China y Brasil, a unos 18.800 kilómetros de distancia, son los mayores países en desarrollo de los hemisferios oriental y occidental, respectivamente. Cuando el Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, inicie el día 12 su visita a China, las dos potencias emergentes, separadas por océanos, volverán a darse la mano.

Se trata de la tercera visita de Estado de Lula a China y la primera a un país de fuera de la región desde que asumió la Presidencia de Brasil en enero de este año. Para el pueblo chino, el Presidente Lula es un viejo amigo. Durante su primer mandato presidencial (2003-2010), realizó dos visitas de Estado a China y asistió a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Durante la presidencia de Lula, las relaciones entre China y Brasil se han desarrollado exponencialmente. China se convirtió en el primer socio comercial de Brasil en 2009, posición que ha mantenido durante 14 años consecutivos. Brasil es el primer país latinoamericano que supera los 100.000 millones de dólares en intercambios comerciales con China.

En enero de este año, Lula, de 77 años, fue investido Presidente de Brasil por tercera vez. En un principio, el Presidente Lula tenía previsto venir a China a finales de marzo, pero su visita fue aplazada por motivos de salud. Tras recuperarse, reprogramó rápidamente su viaje, añadiendo 12 diputados más a los 27 senadores y diputados originales. La rapidez con la que se reprogramó la visita y el gran número de personas implicadas es un claro indicio de la gran importancia que la parte brasileña concede a esta visita a China.

Las cuestiones económicas fueron uno de los principales focos de atención de la visita de Lula. Lula se ha comprometido a promover la "reindustrialización" de Brasil, que actualmente se enfrenta a la carga de la recuperación post-epidémica. China está promoviendo un desarrollo de alta calidad y una apertura de alto nivel, que proporcionará oportunidades beneficiosas para todos los países del mundo, incluido Brasil.

Al mismo tiempo, en otro avance positivo para la facilitación del comercio y la inversión entre Brasil y China, el gobierno brasileño declaró a finales de marzo que había llegado a un acuerdo con China para liquidar el comercio en moneda local. Un experto del sector declaró que el acuerdo ayudaría a "evitar la interferencia del factor de dólar e impedir que aumenten los costes comerciales".

Cabe mencionar que la cooperación en ciencia y tecnología es otro apoyo importante para la cooperación China-Brasil. Esta cooperación se remonta a la década de 1980 y hasta ahora ha dado lugar a una serie de logros científicos como el Satélite China-Brasil de Recursos Terrestres, el Centro de Investigación e Innovación en Nanotecnología y el Centro de Clima y Energía. Entre ellos, el proyecto del Satélite de Recursos Terrestres China-Brasil (CBERS) ha sido aclamado como "modelo de cooperación Sur-Sur" y ha tenido un efecto de demostración al romper el monopolio tecnológico de los países desarrollados.

"La íntima amistad borra la lejanía". Este antiguo poema chino no podría ser más acertado para describir las relaciones entre China y Brasil. Ante la compleja y cambiante situación internacional, China y Brasil, como líderes de países en desarrollo, se oponen a la hegemonía y a la política de fuerza y apoyan un multilateralismo genuino. Los dos países mantienen una estrecha cooperación en organizaciones internacionales y mecanismos multilaterales como las Naciones Unidas, la OMC, el G20 y los BRICS, realzando la voz de los países en desarrollo y fortaleciendo la voz de la paz y el desarrollo.

¡El "viejo amigo del pueblo chino" está aquí! La visita de Lula a China es de gran interés para la comunidad internacional porque, como los mayores países en desarrollo de los hemisferios oriental y occidental, China y Brasil han desarrollado relaciones que no sólo son beneficiosas para ambas partes, sino también para el mundo. Se cree que bajo el liderazgo de los dos jefes de Estado, la cooperación mutuamente beneficiosa y amistosa entre China y Brasil en diversos campos se verá reforzada y mejorada, haciendo nuevas contribuciones a la estabilidad y prosperidad de la región y del mundo.