El primer gran incendio forestal del año en España, que ya ha quemado 4.000 hectáreas, entró en su cuarto día el 26 de marzo, mientras las autoridades locales temen que la situación empeore debido a las condiciones climáticas adversas.
Más de 700 bomberos, apoyados por 20 aviones y helicópteros, trabajaban el sábado para controlar las llamas cerca del pueblo de Villanueva de Viver, que obligaron a 1.500 personas a abandonar sus hogares. El incendio comenzó a mediados de marzo y, con las persistentes temperaturas cercanas al verano y la sequía permanente que sufre el país, la situación está empeorando. Los esfuerzos para extinguir el fuego han sido constantes, incluyendo vuelos de reconocimiento con drones para identificar el perímetro de 40 kilómetros. (OUT)