El incidente del Nord Stream debe investigarse a fondo

El 22 de marzo, el veterano periodista de investigación estadounidense, Seymour Hersh, publicó en plataformas de medios sociales que el informe del supuesto grupo "progubernamental ucraniano" que destruyó el gasoducto Nord Stream era una noticia falsa. La noticia falsa fue creada y difundida por el servicio de inteligencia estadounidense para ocultar la verdad.

Hace aproximadamente un mes y medio, Hersh, citando fuentes cercanas a la situación, escribió que la administración de Joe Biden había planeado volar el gasoducto Nord Stream, que transporta gas ruso a Europa. Esta vez, Hersh proporcionó igualmente abundantes detalles y pruebas. La información cita fuentes diplomáticas con conocimiento de la situación que dicen que el canciller alemán, Olaf Scholz, discutió la destrucción del Nord Stream con el presidente estadounidense Joe Biden durante su visita a Estados Unidos a principios de este mes. Posteriormente, se encargó a la CIA que colaborara con el Servicio Federal de Inteligencia alemán para preparar una "tapadera" que encubriera la explosión del gasoducto Nord Stream. La fuente señaló: "La CIA lanzó el proyecto para refutar las acusaciones de que Biden había ordenado la destrucción del gasoducto".

Si las últimas revelaciones de Hersh son ciertas, es aún más importante que la ONU tome la iniciativa en una investigación internacional sobre el asunto del Nord Stream y averigüe la verdad rápidamente. Cabe señalar que pocos días después de la visita del canciller alemán a Estados Unidos, el New York Times y el semanario alemán Die Zeit publicaron informes casi simultáneos en los que se afirmaba que un grupo "proucraniano" estaba detrás del incidente del Nord Stream. A la luz de las últimas revelaciones de Hersh, la gente se pregunta: ¿se trata de una coincidencia?

La comunidad internacional se ha hecho muchas preguntas sobre las informaciones que apuntan a que el llamado grupo "proucraniano" es responsable de la explosión el gasoducto Nord Stream. El director general de la consultora de riesgos estratégicos globales Ciprion, Krupp, señaló que los tramos del gasoducto Nord Stream estaban perfectamente cortados, lo que supone que los autores de la explosión fueron bastante precisos en sus cálculos, una tarea que difícilmente habría podido realizar una organización civil, excepto las fuerzas especiales militares del mundo. Jeffrey Sachs, profesor de la Universidad de Columbia, argumentó que volar el gasoducto Nord Stream sería una empresa enorme y que sólo Estados Unidos tendría la motivación y la capacidad para llevar a cabo la destrucción. Está claro que los informes de los medios de comunicación estadounidenses y alemanes no son creíbles, sino más bien un encubrimiento, lo que aumenta la credibilidad de las revelaciones de Hersh.

Anteriormente, Rusia presentó una propuesta de resolución en el Consejo de Seguridad centrado en impulsar una investigación internacional por parte de la ONU. Sin embargo, Estados Unidos y otros miembros occidentales del Consejo de Seguridad se opusieron. Como organismo internacional más autorizado y representativo, una investigación internacional bajo los auspicios de la ONU ayudará a crear sinergias con las investigaciones existentes y a aclarar la verdad con mayor rapidez. ¿Por qué Estados Unidos se esfuerza tanto en impedirlo? 

Ante las pruebas cada vez más numerosas, una simple negación por parte del Gobierno de Estados Unidos no es suficiente. Si realmente tiene la conciencia limpia, debe responder a las numerosas preguntas y preocupaciones de la comunidad internacional y apoyar la investigación internacional dirigida por la ONU sobre el incidente del Nord Stream. De lo contrario, su silencio no es más que un consentimiento tácito.