Los enfrentamientos entre palestinos y policías israelíes estallaron en Jerusalén el 28 de enero por la noche tras dos ataques antiisraelíes en la disputada ciudad santa.
La policía israelí entró en barrios árabes de la ciudad en busca de personas que pudieran haber ayudado a los agresores en los ataques anteriores, lo que desató enfrentamientos con palestinos.
El 27 por la noche, un palestino residente en Jerusalén oriental mató a tiros a siete israelíes e hirió a otros tres. El 28 por la mañana, un palestino de 13 años de la ciudad disparó contra un grupo de israelíes, hiriendo a dos de ellos.
La policía señaló en un comunicado que "las fuerzas se están enfrentando a lanzamientos de piedras, cócteles molotov y fuegos artificiales", y añadió que el aumento de la disponibilidad operativa de la policía "continuará en los próximos días".