El 23 de enero, la capital china Beijing despertó nevada, en medio de las celebraciones con motivo de la Fiesta de la Primavera.
El 23 de enero, la capital china Beijing despertó nevada, en medio de las celebraciones con motivo de la Fiesta de la Primavera.
Múltiples ciudades chinas dieron la bienvenida a las primeras nevadas del Año del Conejo. Entre las 8 de la noche del 22 de enero y las 6 de la tarde del 23 de enero, se observaron nevadas en la región autónoma de Mongolia Interior; Beijing; en las provincias de Liaoning y Jilin, en el noreste; en las montañas Tianshan de Xinjiang, en el noroeste, y en el centro y el oeste de Gansu.
Las temperaturas en partes centrales y orientales del país seguirán bajando. Muchos observatorios meteorológicos han emitido alertas por las bajas temperaturas, los fuertes vientos y las carreteras heladas.
Al mismo tiempo, según la oficina meteorológica local, las temperaturas mínimas en Mohe, la ciudad más septentrional de China, cayeron hasta los -53 grados Celsius, las más bajas jamás registradas aquí. Las temperaturas en Mohe, en la provincia de Heilongjiang, han bajado de los -50 grados Celsius durante tres días consecutivos. A medida que el frío extremo sigue golpeando Heilongjiang, varias áreas en la Gran Cordillera de Khingan han registrado sus temperaturas más gélidas. Las autoridades han alertado que, pese a que la temporada de viajes ha llegado a su punto álgido durante la Fiesta de la Primavera, turistas y residentes locales deben mantenerse a salvo y en lugares cálidos, debido a que la baja visibilidad puede provocar accidentes de tráfico.