El científico español Estanislao Nistal valora el tratamiento de la COVID-19 en China

Han pasado tres años desde la aparición de la COVID-19. Durante este tiempo el mundo ha necesitado de un duro confinamiento para superar las consecuencias de un virus del que poco se conocía en su inicio, y del que, con el paso del tiempo, gracias a la ciencia y a la adaptación natural del virus para su supervivencia, se está aprendiendo a superar esta crisis nunca antes vivida.

La pandemia de COVID-19 se extendió por el mundo entero durante el primer trimestre de 2020. El desconocimiento y la lentitud en la toma de decisiones de muchos Gobiernos propiciaron que el nuevo coronavirus se extendiera de manera rápida por los cinco continentes. Entre los pocos países que lograron una política exitosa de contención del virus está la República Popular China. Durante 2020 y 2021 China lideró la política de cero COVID siendo el país con menos contagiados por número de habitantes del mundo. En China han fallecido por COVID-19 algo más de 60.000 personas, según cifras oficiales, mientras que en países como Estados Unidos el número de fallecidos asciende a un millón ciento veinticinco mil personas. El índice de fallecimientos en Estados Unidos por millón de habitantes está en 3.358 personas, mientras que en China se sitúa en 4 personas por cada millón de habitantes.

"Inicialmente, China fue capaz de contener rápidamente la transmisión del virus y de confinar a aquellas personas que estaban infectadas. Fue capaz de establecer una política de salud pública que prevenía también la salida del virus a otros países y durante mucho tiempo ha sido un país modélico en el sentido de prevenir nuevos casos. En esta situación se plantea ya un contexto en el que a nivel mundial el virus se transmite a grandes niveles en todos los países, y China ha sido todavía capaz de mantener unos índices de transmisión muy bajos durante los últimos tres años", dijo Estanislao Nistal, investigador y doctor del centro de microbiología y virología de la Universidad CEU San Pablo

Los datos de contagiados y fallecidos en el mundo durante estos tres años de pandemia dejan patente la política china de anteponer la salud de sus ciudadanos a cualquier política económica. China ha apostado por la investigación y el desarrollo de vacunas desde la aparición de la enfermedad. El 31 de diciembre de 2020 China anunció la aprobación de Sinopharm, su primera vacuna. En la actualidad son tres las vacunas distribuidas por China, las desarrolladas por CanSino, Sinopharm y Sinovac. Esta última fue distribuida de manera rápida y efectiva en numerosos países de Latinoamérica, entre ellos en Chile, donde demostró su eficacia alcanzando hasta un 80 % de efectividad.

"China fue un país que desde el principio apostó por técnicas clásicas de fabricación de vacunas, tanto la de Sinovac como la de Sinopharm son vacunas basadas en cultivos celulares. El virus es capaz de crecerse en estas células de una manera rápida, y la producción sigue métodos estándar conocidos hasta la fecha, y eso es lo que permitió que China liderara la producción de vacunas de una manera clásica, con un sistema de producción clásico, y lo que permitió la vacunación rápida en muchos países. En este sentido, China lideró lo que es prevenir nuevos casos, y la transmisión del virus, no solamente en China sino en otros países del mundo", dijo Estanislao Nistal.

Desde el 8 de enero China ha cambiado su política frente a la pandemia. El país ha abierto sus fronteras y ha dejado de exigir un periodo de cuarentena para las personas que llegan. El Gobierno chino aprobó, además, un decálogo de medidas destinadas a poner fin a las restricciones de movilidad para los contagiados y sus contactos, lo que está permitiendo recuperar la normalidad del país.

"Es un virus que está circulando por todo el mundo, y China era uno de los últimos países en donde esto no estaba ocurriendo. China había implementado la vacunación en su población y China se puede enfrentar al virus, lo que pasa es que al igual que el resto de países del mundo, tienen que ser conscientes de que es necesario un refuerzo vacunal para prevenir casos graves. Pero sí, es algo que tarde o temprano había que hacer", dijo Estanislao Nistal.

Las autoridades chinas trabajan sin descanso en el beneficio de los ciudadanos y, por eso, están aumentando de manera notable la capacidad de servicio de las instituciones médicas rurales y comunitarias. La Comisión Nacional de Salud quiere dar una respuesta eficaz a los desafíos de movilidad que plantea la Fiesta de la Primavera. En los últimos días se han aumentado en 1,17 millones los oxímetros en las clínicas de las zonas rurales y se están ampliando los servicios de telemedicina.