La repetición de la "tragedia de Floyd" es una vergüenza de los Estados Unidos

Estos dos días, en la 51ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el representante de China expresó su profunda preocupación por la discriminación de las minorías étnicas por parte de los departamentos ejecutores de ley de algunos países, como los Estados Unidos, y pidió que tomen en serio sus propios problemas de racismo y discriminación racial y apliquen efectivamente la "Declaración y el Programa de Acción de Durban" para evitar la repetición de la "tragedia de Floyd".

"No puedo respirar". -Esta es la frase dejada por George Floyd, un hombre afroamericano que perdió la vida como resultado de las acciones de la policía en mayo de 2020. La tragedia provocó protestas masivas y disturbios que se extendieron por los Estados Unidos, pero no causó ninguna reflexión a las autoridades de los EE. UU. Según las estadísticas, un año después de que Floyd fuera asesinado la policía nacional mató al menos a 229 afroamericanos. Desde el comienzo de este año, ha habido una serie de incidentes violentos de aplicación de la ley por parte de la policía contra afroamericanos en los Estados Unidos. La crueldad de la aplicación de la ley es tremenda.

Por ejemplo, en junio de este año, la policía de la ciudad de Akron, Ohio, disparó más de 60 veces cuando perseguía a Jayland Walker, un joven africano sospechoso de infracciones de tráfico; El mismo mes, un hombre afroamericano en Connecticut quedó paralizado por el choque y la violencia en un automóvil policial. En julio, varios oficiales de policía en Oakland, Tennessee, golpearon y pisaron la cabeza de Brandon Carlloway, en la aplicación de la ley... Estas tragedias revelan una y otra vez la hipocresía de los derechos humanos de los Estados Unidos, y hacen que la gente vea que la sociedad estadounidense no es en absoluto el llamado paraíso "democrático" del que se jactan los políticos, sino una sociedad mórbida en la que el derecho básico a la vida de las personas es precario.

Muchos análisis señalan que bajo la realidad de la sociedad estadounidense, las minorías étnicas solo se valoran simbólicamente cuando se necesita la "política electoral". Los políticos estadounidenses no están interesados y motivados esencialmente para mejorar el entorno social y los defectos institucionales que engendran el racismo. Cuando no se puedan resolver los problemas sociales profundamente arraigados, como la discriminación de identidad, la brecha educativa y las garantías judiciales, los acontecimientos extremos provocados por el racismo continuarán surgiendo en los Estados Unidos.

La Declaración y el Programa de Acción de Durban aprobado por la Asamblea General de la ONU hace 21 años señala la necesidad de acciones nacionales e internacionales para combatir el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia a fin de garantizar el pleno disfrute de todos los derechos humanos. En agosto de este año, cuando el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU revisó el cumplimiento de EE. UU. sobre la Convención Internacional sobre la Eliminación de Discriminación Racial de todas las Formas, criticó a los Estados Unidos por su discriminación racial profundamente arraigada. En la 51ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, los participantes instaron a los Estados Unidos a tomar medidas efectivas para resolver el racismo sistémico en el país.

Frente a las críticas de la comunidad internacional, los Estados Unidos no debe hacerse sordo, sino que debe utilizarlas como un promotor para mejorar la situación de los derechos humanos en el país, revisar y cambiar globalmente sus leyes, políticas y medidas discriminatorias, investigar a fondo los casos de aplicación violenta de la ley y responsabilizar a los ejecutores violentos. Cuando Estados Unidos interfiera en asuntos de otros países en nombre de los derechos humanos, primero debe reparar su propia capa de derechos humanos acribillados y limpiar su propia casa.