La proliferación nuclear por parte de Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia es un peligroso acto retrógrado

CRI 2022-09-18 11:11:22
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El 15 de septiembre, el consejo de la Agencia Internacional de Energía Atómica discutió específicamente el tema de la cooperación en submarinos nucleares entre Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia. Esta es la cuarta vez que los estados miembros de la agencia deciden por consenso discutirlo bajo la forma de un tema formal separado, lo que frustró el intento de Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia de forzar la "aprobación del contrato en la reunión" a través de Operaciones de caja negra. En la reunión, la parte china enumeró los "siete problemas principales" de la cooperación de submarinos nucleares entre los Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, e hizo público su comportamiento peligroso y la evidencia de su perversa proliferación nuclear, de la que se hicieron eco ampliamente los miembros estados

El mismo día hace un año, Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia, a pesar de la oposición del mundo, insistieron en formar un pequeño círculo de "OKUS". El plan central era que Estados Unidos y Gran Bretaña ayudarían a Australia a construir en menos 8 submarinos nucleares. Por ello, la parte australiana rompió el contrato con Francia por 12 submarinos de propulsión convencional por valor de 90.000 millones de dólares australianos, lo que fue denunciado por los franceses como "traidor" y "mentiroso".

Durante el año pasado, la comunidad internacional condenó enérgicamente y se opuso a la cooperación de submarinos nucleares entre EE. UU., Reino Unido y Australia. Muchos analistas han señalado que la transferencia de materiales para armas nucleares involucrada en la cooperación trilateral es esencialmente la proliferación nuclear y representa una gran amenaza para la seguridad global. "OKUS puede aumentar el riesgo de una guerra nuclear", según Allan Behm, director del Programa de Asuntos Internacionales y de Seguridad del Instituto Australiano.

En términos generales, estos problemas se dividen principalmente en dos clasificaciones. Una es desorientar a la opinión pública y tratar de minimizar el "pecado original" de la proliferación nuclear mediante fraudulencia. La otra es el secuestro político, un intento de coaccionar a la secretaría de la agencia y utilizar al director general de la agencia para "blanquear".

Miramos la primera. Por ejemplo, en la Décima Conferencia de Revisión del Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares celebrada en agosto, Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia presentaron un documento de trabajo sobre la llamada "cooperación bajo la Asociación OKUS", tratando de utilizar el "reactor de energía de la marina" como una excusa para encubrir la esencia de proliferación nuclear. La transferencia ilegal de materiales para armas nucleares se presenta como un acto legal e inofensivo para engañar a la comunidad internacional.

Miramos la segunda. Para forzar la "aprobación de contrato en la reunión", Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia pasaron por alto a todos los miembros de la agencia y negociaron con la secretaría de la agencia sin autorización, tratando de obligar a la secretaría a proponer un plan de garantía y vigilancia para eximir la cooperación de la tres países en submarinos nucleares, y luego apoyándose en su propia ventaja de voto en el consejo para forzar su aprobación. Al mismo tiempo, los tres países también utilizaron al Director General para emitir un informe unilateral y engañoso para respaldar la proliferación nuclear.

En el mundo turbulento de hoy, el riesgo de proliferación nuclear va en aumento. El secretario general de la ONU, António Guterres, incluso advirtió que solo hay la diferencia de "un malentendido" o "un error de juicio" entre la humanidad y la destrucción del mundo con las armas nucleares. El mantenimiento de la seguridad nuclear es responsabilidad compartida de todos los países. El pequeño círculo entre los Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia está retrocediendo e intenta introducir el desastre del "compartimiento nuclear" en Asia-Pacífico, y la comunidad internacional nunca se quedará con brazos cruzados.

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