Hungría ha extendido la política de precios máximos en combustibles y productos alimenticios básicos por otros tres meses para contrarrestar el aumento del costo de vida. Desde Budapest responsabilizan a la Unión Europea por haber impuesto las sanciones contra Rusia.
Las autoridades declararon que las sanciones no lograron debilitar las capacidades financieras de Moscú, y que causaron el aumento de los precios de los alimentos y la energía. Los últimos aumentos provocaron los niveles de inflación más altos de las últimas dos décadas en Hungría, y forzaron a su banco central a subir las tasas básicas de referencia a más del 11 %.