La ONU ha advertido del agravamiento de la situación humanitaria en Pakistán, tras la intensificación de las inundaciones provocadas por las lluvias monzónicas, que han afectado a más de 33 millones de personas a lo largo del país.
Desde mediados de junio, las inundaciones han dejado al menos 1.300 muertos y 12.000 heridos, además de haber ocasionado severos daños a las viviendas, negocios e infraestructuras viales como carreteras y puentes. La Organización Mundial de la Salud reportó que cerca de 1.500 centros de salud han sufrido daños, al tiempo que se están agotando las existencias de medicamentos, suministros y artículos quirúrgicos.
El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que viajará a Pakistán para expresar su solidaridad con el pueblo pakistaní y pedir apoyo masivo de la comunidad internacional, al tiempo de exhortar la adopción de medidas efectivas para luchar contra el cambio climático.