En EE. UU., ráfagas de viento contribuyeron a expandir un incendio forestal en una zona rural del norte de California. Las llamas alcanzaron una zona residencial y destruyeron alrededor de 100 casas y otros edificios.
Las autoridades indicaron que al menos dos personas resultaron heridas y miles fueron evacuadas de sus hogares. El incendio comenzó el 2 de septiembre y ya había consumido para el día 3 a más de 1.000 hectáreas en la zona.
El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró el estado de emergencia para el condado de Siskiyou. La declaración permitirá a los residentes acceder a ayuda federal y permitirá destinar recursos estatales.