Latas encerradas concentran la pesadilla de seguridad de Estados Unidos

Carne fría enlatada por solo $3.99 se vende en una caja de seguro? ¿Algunas tiendas son concurridas por cuatro ladrones en una noche? Estas cosas increíbles sucedieron en Nueva York, la ciudad más grande de los Estados Unidos. Según los informes de los medios locales, el reciente aumento de los delitos de robo en Nueva York ha obligado a algunos centros comerciales y supermercados a tomar algunas medidas de seguridad, como cerrar bajo llave productos baratos como carne enlatada, pasta de dientes y jabón. El artículo decía que esta escena es una miniatura de la crisis nacional de los Estados Unidos.

Este miedo psicológico no surge de la nada. El "Informe sobre la delincuencia de mitad de año de 2022" publicado recientemente por la organización no partidista estadounidense "Comité de Justicia Penal" muestra que en la primera mitad del año, según datos de 23 ciudades de los Estados Unidos, el número de homicidios fue de 39% superior al mismo periodo de 2019. Además, en 29 ciudades grandes de EE. UU., los delitos graves y los robos aumentaron un 4% y un 19%, respectivamente, los delitos contra la propiedad aumentaron un 6% y los delitos de robo aumentaron un 20%.

Estados Unidos siempre ha tenido una de las tasas más altas de delitos violentos en el mundo. En este momento, este fenómeno está empeorando cada vez más, y la razón directa es que la pandemia y la inflación están entrelazadas y superpuestas. Los esfuerzos anti-pandémicos de los políticos estadounidenses llevaron a que el número de muertos por la pandemia superara el millón, lo que también arrastró la recuperación económica y estimuló la inflación. Según datos publicados por el Departamento de Trabajo de EE. UU., el IPC aumentó un 8,5 % interanual en julio, manteniéndose en un máximo de casi 40 años, lo que ha hecho que los estadounidenses se sientan cada vez más preocupados por sus billeteras. Cuando el conflicto social se acumula y los que están en el poder de los Estados Unidos no actúan, “estamos viendo un aumento de los delitos violentos en diferentes partes de los Estados Unidos”, dice Anna Harvey, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Nueva York.

A la larga, la alta tasa de criminalidad es una enfermedad crónica de la sociedad estadounidense, y es la "flor del mal" que causado muchos problemas como la violencia armada, la discriminación racial, la polarización entre ricos y pobres y la injusticia judicial.

En esta única superpotencia del mundo, la gente vive con miedo a la inseguridad. Este es un fracaso de la gobernanza del gobierno estadounidense y una mancha en los derechos humanos de los estadounidenses. Quizás para apaciguar a la gente, el presidente de EE. UU., Joe Biden, dio a conocer detalles del "Programa para Hacer América Más Segura" a principios de agosto, afirmando que en el año fiscal 2023, se asignarán $37 mil millones para apoyar los sistemas de aplicación de la ley y los proyectos de prevención del delito para mejorar la seguridad de la comunidad en los Estados Unidos. Sin embargo, tan pronto como se publicó el plan, el mundo exterior lo pone en duda. The New York Post señala que este plan es solo un comunicado de prensa vacío, tan poco entusiasta como otras políticas anteriores de la Casa Blanca, sin sentido excepto para atraer la atención de las personas.

Recientemente, un informe del "Washington Post" agrava la inquietud de los estadounidenses: las ventas de armas en Estados Unidos superaron los 1,2 millones en julio, estableciendo un nuevo récord. Para protegerse, cada vez más estadounidenses compran armas, pero al mismo tiempo dejan que más personas se preocupen por la seguridad, lo que constituye un círculo vicioso. Preguntamos si Estados Unidos, la potencia número uno del mundo, cree que puede sobrevivir a esta crisis nacional. ¿Cómo puede ni siquiera proteger la seguridad de sus propios ciudadanos y ser la llamada "policía mundial"?