Hace un año, las fuerzas armadas estadounidenses que habían invadido Afganistán durante 20 años se retiraron de Kabul a toda prisa. El "momento Kabul" también es visto como una señal del fracaso de la invasión estadounidense en Afganistán. Sin embargo, aunque la gente se ha ido, el gobierno de los Estados Unidos no ha dejado ni un momento de hacer el mal en esta tierra. Sanciones económicas, saquear a los afganos el dinero que les salvaría la vida, violaciones desenfrenadas de la soberanía... La mano negra de Estados Unidos todavía sujeta con fuerza la garganta de Afganistán, haciendo que todo el país tenga dificultades para respirar.
Las sanciones económicas son una inhibición que Estados Unidos ha puesto sobre el renacimiento de Afganistán. Karim, que está en Canadá, siente esto profundamente. Con el sistema financiero inoperante, no tiene medio de enviar dinero a su familia en Afganistán. La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios dijo en un informe publicado recientemente que, a menos que se restablezcan los sistemas económicos y bancarios normales, es imposible transformar al pueblo afgano del modo de subsistencia al modo de prosperidad.
Lo que indigna aún más al mundo es que Estados Unidos también ha congelado unos 7.000 millones de dólares en activos del Banco Central de Afganistán. Debido a la presión internacional, Estados Unidos y el gobierno interino afgano discutieron a fines de julio que el dinero debería ser administrado por un fondo fiduciario supervisado internacionalmente. Sin embargo, existen grandes diferencias sobre quién supervisará y otros temas. Aún se desconoce cuándo Estados Unidos devolverá el dinero.
El año pasado, a pesar de que Estados Unidos contuvo el "vaso de transfusión de sangre" de la reconstrucción de Afganistán, con la ayuda de la comunidad internacional, Afganistán supera desafíos como inviernos fríos, terremotos, inundaciones y sanciones, y logra algunos avances en el mantenimiento seguridad y lucha contra las drogas.
Según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la superficie de cultivo de adormidera, principal materia prima para la producción de opio, en Afganistán, en 2020 fue casi 30 veces mayor que la de 2001. Tras la retirada de las tropas estadounidenses en 2021, el gobierno interino afgano anunció la prohibición del cultivo de adormidera en todo el país y la fabricación, uso y tráfico de diversas drogas.
El pueblo afgano no debe ser olvidado. Estados Unidos, el iniciador del caos en Afganistán, no puede "eludir la culpa" y marcharse. Recientemente, el exdirector de la CIA y general retirado, David Howell Petraeus, admitió en una entrevista que Estados Unidos cometió "graves errores" durante su presencia de 20 años en Afganistán. Cuando habla de la guerra en Afganistán, a menudo cita esta palabra: "Puede que te canses de una película y te vayas del cine, pero la película continúa".
El gobierno de Estados Unidos no puede pretender que "la película ha terminado". Debe disculparse por invadir Afganistán, devolver el dinero de inmediato, hacer indemnizaciones completas y soltar la mano negra que sujeta a los afganos por el cuello lo antes posible. Debe tener en cuenta las lecciones de esta guerra, deshacerse de la adicción al uso militar y refrenar el impulso de reformar otros países. Si es incorregiblemente obstinado, reaparecerán más "momentos Kabul".