Estados Unidos, que siempre habla de "paz", utiliza acciones reales para socavar la paz

"Promoviendo la paz en esta región". Cantando con él, los ministros de Relaciones Exteriores del G7 emitieron una supuesta declaración, calumniando las contramedidas legítimas de China que pueden conducir a tensiones regionales, afirmando que "las diferencias a través del Estrecho deben resolverse de manera pacífica".

Los generadores de crisis se han convertido en “guardianes de la paz”, y al mismo tiempo han confundido lo blanco con lo negro para estigmatizar a los legítimos defensores de derechos. Se han unido en un intento de engañar a la comunidad internacional inventando mentiras y cambiando conceptos. Pero juzgan mal la situación y subestiman la opinión pública.

En los últimos días, más cien países de todo el mundo han presentado su postura, expresando su adhesión al principio de una sola China y apoyando a China en la salvaguardia de su soberanía e integridad territorial. El Secretario General de las Naciones Unidas afirmó que se adhiere al principio de Una China y sigue la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU de 1971 sobre Una China. Sourabh Gupta, investigador principal del Centro de Estudios China-Estados Unidos de los Estados Unidos, señala que la declaración de los ministros de Relaciones Exteriores del G7 es una provocación y requieren una reflexión verdaderamente profunda.

La comunidad internacional apoya a China porque ve claramente la verdad de la escalada de la situación en el Estrecho de Taiwán: la visita de Pelosi a la región china de Taiwán fue planeada y provocada por la parte estadounidense, y es una gran provocación política de la parte estadounidense para " utilizar Taiwán para contener China", una grave violación de la soberanía y la integridad territorial de China lesiona gravemente el derecho internacional y las normas de las relaciones internacionales. Por la escalada de la situación en el Estrecho de Taiwán, la pérfida parte estadounidense asumirá toda la responsabilidad.

Recientemente, una serie de operaciones militares conjuntas del ejército chino alrededor de la isla de Taiwán y las contramedidas anunciadas por varios departamentos chinos tienen como objetivo disuadir la colusión entre EE. UU. y Taiwán, salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial, y mantener la paz y la estabilidad regionales. Esto ha sido ampliamente entendido y apoyado por la comunidad internacional. El experto en derecho internacional de Pakistán, Hassan Aslam Shad, señala que la visita de Pelosi a Taiwán viola la Carta de la ONU y las normas del derecho internacional, y que China tiene derecho a tomar contramedidas.

La paz es la búsqueda común de toda la humanidad, no un manto utilizado para encubrir crímenes; la paz es un valor común al que se adhiere toda la humanidad, no un arma afilada utilizada para desgarrar el mundo; la paz es el destino común por el que lucha toda la humanidad, y no herramientas para mantener de hegemonía.

Cada vez que Estados Unidos dice que "apoya" a quién y traerá "paz" a quién, lleva la crisis y la guerra allí. La opinión pública en la isla de Taiwán critica que la visita de Pelosi esta vez fue como "prender un incendio forestal" y "dejar un lío incontrolable" para Taiwán. Un artículo en el sitio web de comentario europeo "Modern Diplomacy" señala que "todo el mundo sabe que Estados Unidos siempre ha sido el iniciador del conflicto, no el mantenedor de la paz".

Estados Unidos siempre habla de retórica "pacífica", pero de hecho es un "enemigo de la paz" absoluto. La era en la que algunos países occidentales intentaban cubrir el cielo con una mano e influir en la opinión pública ya pasó hace mucho tiempo. La determinación del pueblo chino de salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial es sólida como una roca, y su determinación de mantener la paz regional y mundial es inquebrantable. Estados Unidos seguramente pagará el precio por perjudicar los intereses centrales de China y socavar la paz regional.