EE. UU. no puede difamar sobre Xinjiang

El Departamento de Estado de EE. UU. presentó recientemente al Congreso el informe anual de 2022 denominado "Ley de prevención de atrocidades y genocidio Eli Wiesel" y emitió la primera "Estrategia para pronosticar, prevenir y responder a atrocidades" en su historia, poniendo una vez más la etiqueta negra de “genocidio” y "trabajo forzado" a la región china de Xinjiang.

El difunto autor judío-estadounidense Elie Wiesel, sobreviviente del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial, defendió siempre la memoria de aquellos que perecieron en la tragedia. La parte estadounidense, que puso a este proyecto de ley su nombre para otorgarle legitimidad, realiza comentarios irresponsables sobre la situación de los derechos humanos en muchos países, incluida China. No es más que una mentira para encubrir el intento de interferir en los asuntos internos de otras naciones y mantener la hegemonía al tradicional estilo de Washington.

El llamado informe anual de 2022 presentado por el Departamento de Estado de EE. UU. continua con las tácticas consistentes en difundir rumores y difamar sobre la situación de Xinjiang, en particular, sobre la llamada "Ley de Prevención del Trabajo Forzado Uygur" que entró en vigencia el 21 de junio. Se escudan en los derechos humanos como arma para separar a Xinjiang del país. Tratan de aislar a Xinjiang de la cadena industrial global y crean artificialmente factores inestables en esa región china, para materializar el propósito de contener el desarrollo del país asiático. Por ejemplo, en la llamada "Ley de prevención del trabajo forzado uigur", Estados Unidos enumeró industrias clave en Xinjiang, como el algodón, el tomate y el polisilicio, como "prioridades sancionadas". ¿Así EE.UU. "protege los derechos humanos en Xinjiang"?

Los datos muestran que, de 2016 a 2021, el volumen total de importaciones y exportaciones de Xinjiang aumentó de 139,800 millones de yuanes a 156,900 millones de yuanes, con socios comerciales que abarcan más de 170 países y regiones. En los primeros cinco meses de este año, el volumen total de importaciones y exportaciones de Xinjiang fue de 67.410 millones de yuanes, un aumento del 30,9 %. El "círculo de amigos" para la cooperación económica y comercial ha seguido ampliándose.

De hecho, no importa qué informe, estrategia o proyecto de ley produzca Estados Unidos, la realidad es que no puede difamar sobre Xinjiang. Porque lo que la comunidad internacional ve es un Xinjiang que se está desarrollando por una vía segura, próspera y abierta; nada que ver con el llamado "genocidio" y el "trabajo forzoso".

A principios de julio, delegaciones comerciales extranjeras de 13 países de los cinco continentes visitaron Xinjiang y elogiaron el "dinamismo de los negocios aquí". Adnan Akfrat, presidente de la Asociación de Amistad y Promoción Comercial Turquía-China, cree que Xinjiang tiene una ventaja geográfica y que la iniciativa "la Franja y la Ruta" ha cambiado la vida y el entorno comercial de muchos países a lo largo de la ruta. Antes de venir a Xinjiang, Sami Abu Assi, la persona de contacto del Grupo de la Industria del Jugo de Uva de Siria en China, vio muchos informes negativos sobre Xinjiang en los medios de comunicación occidentales. Después de la visita, descubrió que todo eran mentiras.

Desde los inicios de su historia hasta el presente, la deuda de derechos humanos de los Estados Unidos ha crecido más y más. Cuanto más afirma vehementemente "proteger los derechos humanos", más ve el mundo en su campaña una sarta de calumnias. Estados Unidos no tiene moral para difamar sobre Xinjiang y, haciéndolo, solo expone su propia "negrura". Los hechos demostrarán que esos métodos de difundir rumores y difamar, desacoplar y romper vínculos son sólo efímeros obstáculos en el camino del desarrollo de Xinjiang.