Un ferrocarril que recorre el desierto más grande de China entró en funcionamiento después de más de 3 años de construcción.
La vía férrea se extiende por más 2.700 kilómetros, de los cuales, el 65 % se encuentra dentro del desierto. La línea conecta pueblos y ciudades a lo largo del borde del segundo desierto de dunas de arenas más grande del mundo, el Taklamakan.
El ferrocarril tiene como objetivo facilitar los viajes y la logística de los productos característicos de la región autónoma uygur de Xinjiang, como el algodón, las nueces, los dátiles y los minerales.