Hu Xueyan fue un comerciante de éxito en las postrimerías de la dinastía Qing. En 1874, estableció esta farmacia en la ciudad de Hangzhou. El día de su inauguración, Hu Xueyan escribió dos caracteres chinos que significaban no se puede engañar a los clientes, y luego ordenó que se grabaran en una tabla y la colgaran en su farmacia para fortalecer la disciplina y la administración.
Hu Xueyan contrató a los más famosos médicos de su provincia y les pidió que prepararan e investigaran las recetas antiguas para elaborar medicinas de calidad. Por eso, la fama de esta farmacia se extendió muy rápidamente por toda la provincia. En ese tiempo, había un refrán que decía así: la farmacia más conocida del norte es la de Tongrentang, mientras en el sur, sin duda alguna, es la de Huqingyutang. Por todo ello, Hu Xueyan, llegó a ser considerado el Rey de las medicinas del sur de China.
E n la antigua China, todas las farmacias disponían de médicos en su establecimiento. Cuando la gente pobre enfermaba, solían acudir a las farmacias para consultar al médico y, una vez obtenida la receta, el enfermo compraba las medicinas en la farmacia donde se hallaba el médico. Los ricos podían invitar a los facultativos a su casa para atender al paciente de su familia y mandar después a un criado a comprar las medicinas en cualquier farmacia de su confianza.
Al hablar de la fundación de la farmacia de Huqingyutang, no podemos pa sar por alto un relato interesante: Un día enfermó la esposa de Hu Xueyan, y Hu invitó al mejor médico de la ciudad de Hangzhou a su casa para examinarla. Después, envió inmediatamente a un criado a comprar las medicinas a la Farmacia de Zhongdetang, la más famosa en ese momento. Pero las medicinas compradas ya estaban caducadas y cuando el criado de Hu volvió a la farmacia para cambiarlas, el vendedor, con ironía, se negó cambiarlas:
-Sólo vendemos este tipo de medicinas. Si a tu dueño no le satisfacen las medicinas que vendemos, puede abrir su propia farmacia. Todo el mundo sabe que el señor Hu tiene una montaña de oro, Ja Ja...
Hu se enfadó mucho porque creía que el dueño y los empleados de la Farmacia de Zhongdetang no actuaban con re sponsabilidad y se puso manos a la obra para levantar una farmacia aún más grande que ella.
Hoy en día, la farmacia de Huqingyutang, muy bien conservada, es un gran conjunto de edificios antiguos, de diseño muy sencillo y ciertamente maravilloso. El gobierno local de la provincia de Zhengjiang y el ayuntamiento de la ciudad de Hangzhou la reconvirtieron en un museo de la medicina tradicional de China, abarcando una superficie de más de 3.000 metros cuadrados. Este museo se divide en cinco partes: una sala de exhibición general, un taller de elaboración de medicinas chinas, la clínica, una sala de recepción, y un restaurante de comida con propiedades medicinales. En China, este es el único museo de medicina tradicional a escala nacional.
|