Día 1: Viaje de placer
Beijing, convertida en una ciudad fantasma, respiraba tranquila y descansaba de los millones que ya habían emprendido el éxodo, ése que es el más multitudinario y asombroso del mundo, en el marco del Año Nuevo Chino o Festival de Primavera. Ante la dificultad de dejar atrás ese cuadro surrealista de silencio y paz, de aquella extraña versión de la capital china, comenzamos la aventura turística partiendo de la Beijing Raiway Station el día 20 de febrero, en tren cama y con un viaje por delante de 11 horas, transitando las vías junto a una colega del Departamento de Rumano de China Radio Internacional. El tiempo pasó muy rápidamente, como un tren, otro, el tren del tiempo que nadie controla. Las camas que se ofrecen a los viajeros son muy cómodas y la atención que brinda servicio a bordo es impecable.
Cerré mis ojos y descansé plácidamente. Un dragón golpeaba la puerta y decía palabras inteligibles. Eso creía, ya que en realidad era sólo parte de mis sueños. Confucio expresó que "Si un pájaro te dice que estás loco, debes estarlo, los pájaros no hablan" y supongo que también se aplica a seres mitológicos golpeando la portezuela de un compartimiento de tren en el transcurso de una velada apacible. Se trataba de la señorita del servicio, que nos avisaba que habíamos llegado a destino. Vale la pena destacar con este ejemplo que mi sueño flojo, al que estoy habituado, se transformó en un estado onírico profundo gracias al confort de las instalaciones del transporte.
Día 2: Paz
Xi'an es la ciudad capital de la provincia de Shaanxi en China. La traducción literal al español de su nombre en chino西安es: "Paz occidental". La población de la localidad es de unos 3.225.812 habitantes.
Al pisar y apreciar Xi'an una sensación placentera surcó mi cuerpo entero, un sentimiento de paz —valga la redundancia— y tranquilidad. A pesar de estar con los pies en la tierra de la capital de Shaanxi, me sentía como en casa. La historia de China presente ante todos mis sentidos, una ciudad que fue la capital de la China antigua por 10 dinastías y durante más de 1.100 años.
Nos dirigimos al hotel, que ubicamos fácilmente, y nos preparamos para comenzar la exploración de la ciudad.
La primera parada fue el Museo de Historia de Shaanxi. Lo primero que atrae la atención de los visitantes, y lo hace extremadamente atractivo, es su exquisita arquitectura típica de la Dinastía Tang (618-907). Es un sitio que a la vista resulta armonioso y lleno de vida.
Desde su apertura al público, en 1991, este museo es muy concurrido y resulta fundamental para conocer más acerca de la historia y cultura china. Entre las reliquias en exhibición, se encuentran más de 400 piezas de pinturas murales de los sepulcros de los nobles de la dinastía Tang. Los murales simbolizan gráficamente la forma de vida, las edificaciones, la caza y los intercambios culturales con el extranjero ocurridos durante la dinastía Tang. Los espejos de bronce de las dinastías Han y Tang y las monedas también se conservan muy bien. Además, se puede dar un vistazo desde muy cerca —y sin cristales de por medio— a un importante grupo de Guerreros de Terracota.
El museo abarca un área de 65.000m2, con más de 370.000 objetos exhibidos. El pabellón central se divide en tres salas: el Hall de Exhibición Básica, el Hall de temas y el Hall de Exhibición este. En el primero hacemos un recorrido por tres salones que nos hacen viajar 1.7 millones de años al pasado,para revelar los años de la Dinastía Qing (221 AC, 206 AC). En la segunda nos transportamos al período de la Dinastía Han y llegamos hasta el año 589 DC. Y en el tercer recinto encontramos objetos pertenecientes a las Dinastías Sui, Tang, Song, Yuan, Ming y Qing.
Tras dejar el Museo de Historia de Shaanxi, recorrimos las calles de la ciudad, disfrutando del hermoso día que hacía, de una Fiesta de Primavera en todos los sentidos. Luego fuimos a la Gran Pagoda del Ganso Salvaje, ubicada al sur de la ciudad. La misma fue construida durante la dinastía Tang en el año 648, a fines de albergar una serie de escritos budistas obtenidos por el monje Xuanzang en un viaje a la India. En el pasado, se inscribían en sus paredes los nombres de aquellos que pasaban las pruebas imperiales para convertirse en oficiales, fue costumbre en las dinastías Ming y Qing.
Alrededor de la pagoda se emplaza el Templo de la gracia maternal (Da Ci'en). Puesto en pie en el 589 y reconstruido en el 647 por orden del emperador Li Zhi.
Tras unas horas, con el placer de percibir con propios ojos tales maravillas, mi cuerpo sentenció impetuosamente: "Tiempo de descansar, hasta mañana".