Diversión sobre el hielo en Beijing

Por Laura Olivera, 03-02-2015

En todas las ciudades del mundo donde las temperaturas caen bajo cero y la nieve invade los escenarios cotideanos, se ha sabido desarrollar espacios destinados exclusivamente para juegos y deportes invernales. Y Beijing es una de ellas.

2015-02-05 15:34:48 CRI

En todas las ciudades del mundo donde las temperaturas caen bajo cero y la nieve invade los escenarios cotideanos, se ha sabido desarrollar espacios destinados exclusivamente para juegos y deportes invernales. Y Beijing es una de ellas.

Los lagos de los parques de la capital se convierten naturalmente en excelentes pistas de patinaje. Son muchas las variantes que los parques ofrecen para la práctica de los juegos de invierno, por ejemplo: las sillas deslizantes las que pueden ser individuales o en pares y que ayudados por dos bastones similares a los utilizados por los esquiadores nos permiten deslizarnos sobre el hielo. También podemos acceder a unas muy divertidas bicicletas adaptadas especialmente para el hielo a las que se les ha sustituido la rueda delantera por un patín.

En los mismos lagos encontramos a quienes prefieren actividades menos agitadas, como los pescadores que con todo el equipo necesario perforan el hielo y se instalan en pequeñas sillas esperando a los incautos peces, dicen los más experimentados que el secreto de está práctica radica en utilizar señuelos artificiales ya que en esta estación del año no existe manera de mantener tibia a una lombriz. Pero lo más llamativo para ojos occidentales es ver a quienes acostumbran a nadar en otros sectores de los lagos congelados, y por asombroso que parezca ver a estos grupos de personas, entre los que predominan los adultos mayores, es que manejan poderosos argumentos provenientes de conocimientos de la medicina tradicional, como por ejemplo que la frecuencia de las enfermedades causadas por enfriamiento disminuye 60 veces. Y sostienen que bañarse en agua helada es un método curativo que sana muchas enfermedades, como la radiculitis, la hipertonía, la tuberculosis pulmonar, la diabetes sacarina, las enfermedades crónicas gastrointestinales, las inflamaciones de los órganos sexuales, los trastornos de los ciclos menstruales y las enfermedades cutáneas, entre otras.

Pero más allá de los parques, hay centros invernales dentro de la misma ciudad que están especialmente construidos para el esparcimiento de la gente. Cuentan con pistas artificiales de hielo y grandes rampas tanto para audaces esquiadores como para gente menos arriesgada pero si dispuesta a divertirse, pueden entonces lanzarse instalados dentro de seguras cámaras de goma, similares a las otrora utilizadas como parte interior de neumáticos de gran rodado, disfrutando de las pendientes nevadas como si estuvieran en una gran montaña, con la presencia de personal profesional supervisando la seguridad integral. El más reciente de estos centros, se encuentra en Wukesong. Aún en contrucción, ya se encuentra en funcionamiento y promete ser el centro invernal más grande de Asia.

En todas estas actividades veremos coincidir tres generaciones por lo menos, y nos asombrarán abuelos y niños patinando sobre el hielo con destreza casi profesional. Jóvenes parejas, amigos y familias completas a quienes no amilana la baja temperatura e integran estas actividades regularmente como parte de su vida en el frío invierno de Beijing.

La ciudad nos espera con las más diversas actividades lúdicas para ayudarnos a vencer el frío y entrar en calor de una forma, muy divertida.

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