La Sociedad Chauá trata de salvar las araucarias brasileñas

Las araucarias de Brasil son una de las variedades de árboles más amenazadas del país. Juegan un papel crucial en el ecosistema forestal, y hay varias iniciativas para tratar de salvarlas.

Los bosques de araucarias son característicos del sur de Brasil. Esta variedad de pino, con su distintiva copa, es el mayor símbolo de su ecosistema, que cuenta con 300 tipos de árboles.

Pero no más del 3 por ciento de las araucarias originales de Brasil siguen en pie, y los expertos señalan que podrían extinguirse en 50 años. Para evitarlo, la organización no gubernamental Sociedad Chauá ha puesto en marcha un programa. En sus viveros han criado más de 40 mil unidades, que se plantarán en los bosques de araucarias que todavía resisten a la destrucción.

"Con el actual estado de degradación, tras tanta deforestación, el bosque está muy fragmentado, con pequeñas áreas no continuas. Y con frecuencia son bastante diferentes a cómo eran originalmente, con mucha menos diversidad, con un número mucho más pequeño de variedades. Así que lo que necesitamos hacer es dar un impulso, para que este ecosistema pueda reconstuirse solo", dijo Pablo Hoffmann, fundador de la Sociedad Chauá.

Esta ONG y su fundador han recibido un premio internacional del Fondo Whitley para la Naturaleza, que incluye una ayuda de unas 40 mil libras, unos 50 mil dólares.

"Para lograr los árboles jóvenes, necesitamos las semillas. Así que el primer paso es encontrar los árboles que necesitamos y entonces, recoger las semillas. Cuando el árbol es demasiado alto, tenemos que subir con equipos especiales y tijeras de podar, para coger las semillas de la copa", dijo Oliver Bizarro, ingeniero forestal de la Sociedad Chauá.

Los árboles necesitan crecer durante un par de años en viveros, para alcanzar el tamaño y la fuerza necesarios para sobrevivir en el bosque.

"Es muy gratificante, porque no trabaja mucha gente en esto, y el medio ambiente ha estado sufriendo mucho. Ha estado sufriendo muchos años con la deforestación. Así que para mí es un honor poder ayudar", dijo Patricia Gurski, ingeniera forestal de la Sociedad Chauá.

Los nutritivos piñones que dan las araucarias son algunos de los obsequios que ofrecen, aunque un ecosistema sano vale todavía mucho más, si se puede garantizar su existencia.