Los medios occidentales guardan silencio sobre presuntas muertes causadas por la vacuna de Pfizer-BioNTech

En Noruega, 23 personas de avanzada edad han muerto después de recibir la vacuna contra la COVID-19 desarrollada por Pfizer junto con BioNTech. Según autoridades sanitarias noruegas, 13 de los decesos posiblemente estén directamente relacionados con los efectos secundarios de la vacuna.

Por su parte, una agencia de prensa alemana informó el jueves que diez personas en ese país habían fallecido después de recibir la misma vacuna. Tanto las autoridades noruegas como las alemanas, sin embargo, se han adelantado a subrayar que los muertos eran ancianos que arrastraban enfermedades graves.

Resulta llamativo, no obstante, que la inmensa mayoría de medios occidentales guarde silencio al respecto, mientras que critica sin fundamentos sólidos las vacunas desarrolladas por China y otras naciones, a las que etiqueta de “poco fiables”.

En una entrevista con el periódico chino “The Global Times”, varios expertos chinos coincidieron en que la limitada información que se ha hecho pública sobre las recientes muertes provocadas por la vacunación anticovídica en Europa hace que sea difícil evaluar si las mismas están directamente relacionadas con la vacuna.

Los científicos continúan reiterando que en la valoración sobre la idoneidad de una vacuna no solo se debe considerar su tasa de efectividad, sino también sus posibles efectos secundarios y su seguridad.