¿Qué refleja exactamente la discrepancia entre los dos lados del Atlántico?

CRI 2020-02-17 15:11:33
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El 14 de febrero se inauguró la 56ª Conferencia de Seguridad de Munich (CSM). Como han señalado los medios occidentales, frente a los cambios sin precedentes en el globo, la reunión más grande e influyente de la política de seguridad internacional en Munich está cambiando de la "reunión familiar occidental" a "réquiem occidental".

El tema de la conferencia de este año "desoccidentalización", que refleja profundamente la ansiedad y la preocupación de Europa en los últimos años. Los países europeos creen que la llamada "desoccidentalización" es que Estados Unidos ya no es "occidental".

Bajo el lema de la "prioridad de EE.UU.", las relaciones transatlánticas han cambiado gradualmente, y se requiere que Europa brinde más beneficios a EEUU y aumente el gasto militar para EEUU. Incluso si esto perjudica los intereses de los socios europeos, el Secretario de Estado Mike Pompeo se jactó en la actual conferencia de Munich de que "la muerte de la alianza transatlántica es totalmente exagerada y Occidente está a punto de ganar la victoria".

Al respecto, respondió el presidente francés Macron que Europa "se está convirtiendo en un continente sin confianza en el futuro", y Europa debería dejar de ser "un socio secundario de los Estados Unidos". Desde la victoria del Occidente hasta la desoccidentalización, uno no puede evitar preguntarse, ¿qué refleja exactamente la discrepancia entre los dos lados del Atlántico?

Primero, Estados Unidos ignora las preocupaciones europeas. Cuando se trata de los principales intereses económicos y asuntos de seguridad de Europa, el país norteamericano hace su parte y no tiene en cuenta las preocupaciones de los socios europeos, como sus acciones de retirarse de la UNESCO y del Consejo Internacional de Derechos Humanos; retirarse del Acuerdo de París, el acuerdo nuclear de Irán y el Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio; bloquear el proyecto de cooperación de gasoducto Nord Stream 2 entre Europa y Rusia; obligar a los aliados de la OTAN a aumentar significativamente el gasto militar. Todo esto entristece a los socios europeos.

El presidente alemán Franz-Walter Steinmeier, señaló sin rodeos en la conferencia que el "grande de Estados Unidos una vez más" viene con el "sacrificio de los intereses de sus aliados más cercanos".

En segundo lugar, la amenaza de una guerra comercial estadounidense ha enojado a Europa. Impulsados por la "prioridad de EE.UU.", los conflictos de intereses entre los Estados Unidos y Europa surgen constantemente. Según la "Voz de Alemania", Donald Trump acusó a la UE de colocar barreras "increíbles" a los productos estadounidenses, diciendo que "es hora de negociaciones serias con la UE". El semanario alemán "Focus" comentó que la UE ya está en el "blanco" de la guerra comercial de Trump en el momento de las elecciones estadounidenses.

Con las disputas en el comercio del acero, los aranceles sobre productos agrícolas y automóviles, la recaudación de impuestos por servicios digitales y los subsidios a los aviones Airbus, los conflictos de intereses entre los EEUU y Europa están a punto de estallar.

Tercero, Europa está muy alerta por la interferencia de Estados Unidos en Europa y en sus relaciones con el extranjero. Por un lado, Estados Unidos promueve valores compartidos entre Estados Unidos y Europa, y por otro lado pone cuñas dentro de Europa para actividades separatistas. Como apoyar abiertamente el Brexit y cortejar sin motivo a países de la "Nueva Europa" como Polonia y Hungría. Además, Estados Unidos ha seguido interfiriendo en los intercambios y la cooperación entre China y la UE. En ocasiones internacionales importantes, ha promovido públicamente la teoría de la amenaza china, tratando de hacer que Europa "respalde" a Estados Unidos, y cree que China es el "enemigo" común de Estados Unidos y Europa.

Es una pena que Europa haya estado vigilante durante mucho tiempo sobre el “engaño” histérico de EEUU. El día 15, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, se reunió con el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, y dijo que algunos países han hecho muchas críticas y acusaciones contra China, de hecho por los celos del exitoso desarrollo de China. Borrell cree que China no es un país beligerante y la UE da la bienvenida un mayor papel de China en la comunidad internacional.

Parece que frente a lo que ha hecho el otro lado del Atlántico, los países europeos finalmente tienen un entendimiento más sobrio. De hecho, Europa no debe enredarse en la "desoccidentalización". El consejo del ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, en su discurso en la conferencia de Munich es suficiente para cambiar la mentalidad de Europa: "Tenemos que deshacernos de la división de Oriente y Occidente e ir más allá de las diferencias entre Sur y Norte, en un esfuerzo por construir una comunidad de destino para la humanidad". En otras palabras, solo con salir de Occidente y superar a Occidente puede Europa salir de la "desoccidentalización". (Luo/Mauricio)

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