Los aranceles estadounidenses perjudicarán gravemente la industria española del aceite de oliva

El presidente de la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (ASOLIVA), Rafael Pico, explicó a Xinhua que los aranceles estadoundienses perjudicarán gravemente a los productores de aceite de oliva y también a otros sectores.
　 El 18 de este mes, entraron en vigor los aranceles del 25 por ciento que impuso EEUU a los productos agrícolas europeos y que, en España, afectan a productos como la carne de cerdo, los lácteos, el vino embotellado o el aceite de oliva.
　 Según dijo Pico a Xinhua, el arancel al aceite de oliva embotellado español significa que el producto será "expulsado" del mercado estadounidense, al que exporta actualmente al año alrededor de 200.000 toneladas.
　 El aceite de oliva español se vende en grandes cadenas de tiendas, como Wallmart, donde "los precios son muy importantes" y, de esta forma, el aceite de otros países como Italia, Grecia, Australia, Túnez y Marruecos, a los que no afecta la nueva tarifa, serán mucho más baratos y más atractivos para los clientes.
　 El 10 de octubre, productores de aceitunas de toda España se manifestaron en Madrid bajo el lema "precios justos para unos olivos vivos" y exigieron medidas que garanticen un futuro "digno" para un sector del que dependen unas 250.000 familias.
　 "Hay muchas industrias con exportaciones localizadas en los Estados Unidos que tendrán que cerrar sus puertas, mientras otras verán reducida su capacidad", advirtió Pico.
　 Sin embargo, añadió "no solo estamos hablando del aceite de oliva, sino de todo el producto que no podremos exportar".
　 Los aranceles son "una decisión política de la Administración (del presidente estadounidense, Donald) Trump destinada a presionar a la Unión Europea (UE) para que acepte los productos agrícolas estadounidenses", opinó Pico.
　 "Lo que Trump está buscando es un acuerdo agrícola con la Unión Europea", explicó, y agregó que "hace tres años, la UE se negó a abrir conversaciones sobre cualquier acuerdo porque Estados Unidos quiere exportar carne tratada con hormonas y productos genéticamente modificados y la UE no quiere abrir ese mercado".
　Por eso, insistió, "esta es una medida para presionar a la UE", que requiere una "respuesta política de Europa".
　 No obstante, dudó de que esa respuesta llegue debido a que algunos productos como el aceite de oliva italiano y el champán francés no están incluidos en las nuevas tarifas, lo que dificulta que la UE encuentre una solución.