¿Hasta cuándo el compromiso de “cuatro no y una involuntariedad” de Estados Unidos deja de flotar en el aire?

2022-06-15 08:36:37
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El 13 de junio, Yang Jiechi, miembro del Buró Político del Comité Central del PCCh y director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Comité Central del PCCh, sostuvo una reunión en Luxemburgo con el Asistente de Seguridad Nacional del Presidente de EE. UU., Jaka Sullivan, durante más de cuatro horas. A juzgar por la información divulgada después de la reunión, las dos partes mantuvieron una comunicación e intercambios sinceros, profundos y constructivos, y acordaron implementar el importante consenso alcanzado por los dos jefes de Estado como línea principal, fortalecer el contacto y el diálogo, reducir los malentendidos y juicios erróneos, y gestionar y controlar adecuadamente las diferencias.

Esta es la cuarta reunión cara a cara entre los dos funcionarios de alto nivel de China y Estados Unidos en dos años, luego de las reuniones en Anchorage, Zúrich y Roma. En general, esta reunión muestra al mundo exterior que China y los Estados Unidos están dispuestos a mantener el intercambio y la comunicación. En particular, la parte china ha adoptado una actitud responsable y continua trabajando arduamente para promover que la parte estadounidense implemente el consenso alcanzado por los dos jefes de Estado y hacer la nueva contribución al manejo de la compleja relación entre China y Estados Unidos.

Actualmente, las relaciones entre China y Estados Unidos se encuentran en una encrucijada crítica. El rasgo característico de esta encrucijada es que los tomadores de decisiones no solo necesitan saber a dónde ir, sino también cómo dar verdaderamente sus pasos. Con respecto a lo primero, de hecho, ha habido un consenso durante mucho tiempo entre los líderes de China y Estados Unidos. Los tres principios del presidente Xi Jinping de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación en la que todos ganan, y los reiterados compromisos del presidente, Joe Biden, con "cuatro no y una involuntariedad" (no busca desatar una "nueva Guerra Fría", no busca cambiar el sistema chino, no busca la lucha contra China a través de fortalecer las relaciones de alianza, no apoyar la "independencia de Taiwán" y no tener la intención de entablar conflicto con China) son el contenido concreto de este consenso.

Pero el problema es que el importante consenso alcanzado por los líderes de China y Estados Unidos no ha sido implementado en Estados Unidos hasta el momento, e incluso las acciones de Estados Unidos van en contra de las declaraciones del líder estadounidense. En marcado contraste, China ha mostrado sinceridad y buena voluntad al implementar el consenso alcanzado por los dos jefes de Estado.

A juzgar por el contenido divulgado en esta reunión, la parte china ha expresado claramente la idea de promover la mejora de las relaciones chino-estadounidenses, es decir, tantear el camino y el método para materializar los tres principios. Al mismo tiempo, la parte china también ha expresado claramente su esperanza de que la parte estadounidense traduzca la declaración de "cuatro no y una involuntariedad" del presidente Biden en acciones prácticas y avance con China a la misma dirección.

Obviamente, el desarrollo de las relaciones chino-estadounidenses no es una obligación unilateral de China, ni es un modelo asimétrico en el que la parte estadounidense causa problemas y China es responsable. El principal obstáculo que enfrentan las relaciones entre China y los Estados Unidos en la actualidad es que los Estados Unidos, acostumbrados al pensamiento hegemónico y ser supersticioso al poder de potencia, continúan empujando las relaciones entre China y los Estados Unidos fuera del camino original de una manera muy obstinada y santurrona.

Tanto la experiencia histórica como la realidad actual muestran que si EE. UU. tiene la misma buena voluntad que China, sigue los tres principios propuestos por el líder chino y empuja pragmáticamente las relaciones entre China y EE a la órbita de buen desarrollo, no solo beneficia a las relaciones sino-estadounidenses, sino también ayuda a resolver los problemas actuales que enfrenta Estados Unidos.

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