¡Veamos cómo los políticos estadounidenses explican la gran mentira que inventan para Xinjiang!

"Xinjiang no tiene problemas, todos lo sabemos, pero usar Xinjiang para promocionar el trabajo forzoso, el genocidio y atacar los temas de derechos humanos es un medio efectivo, y el objetivo final es 'sumergir completamente al gobierno chino en el fango'". Estas palabras de un exdiplomático estadounidense en China, que fueron reveladas recientemente por los medios, una vez más ha demostrado la percepción de la gente sobre la línea fundamental de conciencia de algunas personas de los Estados Unidos.

Según los informes, para ganar la cooperación y el apoyo de las empresas estadounidenses, en 2021, el entonces jefe del Departamento Económico y Político del Consulado General de los Estados Unidos en Guangzhou, el cónsul, Sheila Carey, y Andrew Chira, en un cóctel interno, exteriorizó la conspiración de jugar la "carta de Xinjiang".

Si esta noticia es cierta, la gente no se sorprenderá, porque EE.UU. ha "hablado la verdad" más de una vez. Por ejemplo, en 2018, el excoronel del ejército de EE. UU. Wilkerson declaró sin rodeos en un foro organizado por una universidad de los Estados Unidos que su país ha estado observando a Xinjiang durante mucho tiempo. Si Estados Unidos quiere desestabilizar a China, debe crear confusión en Xinjiang e incitar a los uigures desde dentro para arruinar China. En 2015, Edmonds, ex traductor del FBI, también reveló que a Estados Unidos no se preocupa en absoluto por la gente de Xinjiang.

Difundir rumores y calumnias, crear cosas de la nada y difundir exageraciones: la serie de acciones de Estados Unidos sobre cuestiones relacionadas con Xinjiang es completamente descarada. A fines del mes pasado, Estados Unidos dirigió otra farsa política en torno a la visita de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, a China. Antes de la visita, Estados Unidos saltó más alto y le pidió a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos que visitara Xinjiang; pero cuando la visita estaba por realizarse, Estados Unidos gritó con más fuerza y expresó su oposición; ahora que la visita ha terminado, Bachelet ha dejado en claro que bajo la circunstancia y la supervisión sin restricciones, tuvo discusiones e intercambios con personas locales de diversos sectores de la vida en Xinjiang. El Departamento de Estado de EE. UU. afirmó ridículamente que la visita de Bachelet fue restringida y manipulada. incluso hubo voces que pedían la renuncia de Bachelet en las redes sociales estadounidenses.

Según los datos publicados por el gobierno local de Xinjiang, de enero a mayo de este año se crearon 263.000 nuevos puestos de trabajo en las zonas urbanas de Xinjiang, compliendo el 57,17% del objetivo anual de 460.000 personas. En el contexto de la actual presión a la baja sobre la economía y la propagación de la pandemia en diversos puntos, este logro no es fácil de conseguir. Muchas personas en Xinjiang señalan que para crear una vida mejor a través del trabajo, ¿aún necesitan ser forzados?

De hecho, todas las etiquetas negras que se pone a Xinjiang son reflejos de las propias fechorías de los derechos humanos de los EE. UU., y todos ellos son inventados por él mismo usándose a sí mismo como referencia. Las nubes no pueden tapar el sol. En los últimos años, representantes de muchos países han visto una Xinjiang con unidad étnica, estabilidad social y prosperidad económica a través de visitas sobre el terreno. En diversas ocasiones como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la gran mayoría de los países, incluidos muchos países musulmanes, apoyan la política de Xinjiang de China y se oponen a la interferencia de Estados Unidos en los asuntos internos de China. Muchos países también han pedido una investigación sobre los abusos de los derechos humanos en los Estados Unidos.

La gente tiene razón para preguntar: la "guerra antiterrorista" lanzada por los Estados Unidos ha causado innumerables muertos y heridos entre los civiles musulmanes. ¿Por qué sólo "se preocupa" por los musulmanes en Xinjiang? ¡Los políticos estadounidenses deben explicar la gran mentira que inventan para Xinjiang!