China nunca cesa en la lucha contra el terrorismo

El canal CGTN del Grupo de Medios de China (CMG) lanzó el 2 de abril el documental “La Guerra entre Sombras: Desafíos del Combate al Terrorismo en Xinjiang”. Este es el cuarto episodio de una serie que trata sobre el mismo tema. Con entrevistas e investigaciones detalladas y objetivas, el documental reveló las operaciones terroristas del Movimiento Islámico del Turquestán Oriental (ETIM por sus siglas en inglés) y su conspiración para provocar golpes de estado y acciones separatistas en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang.

A través de este documental, se conocerá cómo China ha combatido al terrorismo con medidas efectivas y ha garantizado los derechos básicos de los habitantes locales.

En los últimos años, Xinjiang se ha convertido en el objeto de ataques de las fuerzas occidentales anti-China, que han inventado una serie de mentiras, tales como la supuesta "detención a gran escala", el "trabajo forzoso", la "represión religiosa" y “lavado cultural”, en un intento de ocultar la esencia del problema de Xinjiang, incitando al odio étnico y reprimiendo el desarrollo de China.

Las personas sensatas se darán cuenta de que la esencia del problema de Xinjiang radica en la lucha contra el terrorismo y el separatismo, y no tiene relación con derechos humanos, etnias o religión.

Según estadísticas incompletas, entre 1990 y 2016, Xinjiang fue escenario de miles de actos de violencia y acciones terroristas, los cuales provocaron grandes pérdidas humanas y materiales. Detrás de la escena estaban las fuerzas del extremismo religioso, la separación étnica y el terrorismo, con el ETIM como principal protagonista. Con el comando en el exterior, lanzaron videos terroristas, reclutaron y entrenaron personal, tejiendo una gran red a sus espaldas para proclamar la llamada "guerra santa" y el "establecimiento de un estado independiente". Muchas personas de minorías étnicas, incluidos jóvenes y mujeres, se han convertido en víctimas del grupo terrorista.

A través del documental, se ve el daño que provoca el extremismo religioso. Uno de los entrevistados todavía está inmerso en el "sueño del paraíso", e incluso afirma que podría "matar a su propio hijo en el nombre de Alá". Una joven, identificada como Almira Muhter, afirmó que, con la influencia del extremismo, quería participar en la "guerra santa" en el extranjero. Al final, lamentaba haber publicado información sobre extremismo en internet.

Para ayudar a la población local, el gobierno chino ha desarrollado, de acuerdo con la ley, campañas antiterroristas y antiextremista y ha priorizado las medidas preventivas. Un ejemplo es el establecimiento de centros de formación profesional. En las instituciones, los habitantes tienen oportunidades de recibir educación y formación para librarse de sus pensamientos erróneos y comenzar una nueva vida. Prácticas similares se han adoptado ampliamente en los países occidentales y están en concordia con las normas internacionales.

Gracias a las medidas efectivas, en los últimos cuatro años, en Xinjiang no ha ocurrido ningún acto terrorista. Además, se ha logrado un continuo desarrollo socioeconómico, librándose, junto con otras regiones de China, de la pobreza extrema.

China está en camino de luchar contra el terrorismo. Pese a las sombras, el país asiático tiene la confianza para enfrentar los desafíos y proteger la seguridad y estabilidad de Xinjiang. Al mismo tiempo, China está dispuesta a compartir e intercambiar experiencias al respecto, y contribuir con su sabiduría, a cuestiones mundiales de lucha contra el terrorismo y extremismo.