¿Por qué las tragedias de los desastres naturales convertidos en desastres provocados por el hombre se repiten en la superpotencia?

500,000: esta es el número de muertes de EE.UU., que es más que el número total de muertes en la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam. Hoy, es el número acumulado de muertes por la neumonía de nuevo coronavirus alcanzado en los Estados Unidos el día 22. Anthony S. Fauci, destacado experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, lo calificó como un "hito histórico terrible".

76 personas: este es el número de muertes en los Estados Unidos causadas por tormentas este año hasta ahora. En Texas, se descubrió que las personas, incluidos niños, que habían escapado de la epidemia de nuevo coronavirus habían muerto de frío en sus dormitorios, automóviles, o patios traseros debido a la suspensión generalizada de la electricidad. The New York Times comentó que "una daga fría y afilada atravesó al mayor y más orgulloso productor de combustibles petroquímicos de Estados Unidos, y millones de personas quedaron atrapadas en lugares sin luz ni calor".

Estos dos conjuntos de números asombrosos reflejan la trágica situación del pueblo estadounidense que forcejean en el doble desastre de la epidemia y el desastre natural. La gente pregunta entonces: ¿Por qué se repiten las melancólicas tragedias humanas en la única superpotencia del mundo?

Al observar el acto de los políticos estadounidenses en la ayuda en casos de desastre, la respuesta no es difícil de entender.

En primer lugar, "el interés político es supremo" es una razón importante para la evolución de estos dos desastres naturales.

En las primeras etapas del brote, los políticos estadounidenses minimizaron la epidemia interna mientras se apresuraban a vender acciones antes del colapso de la bolsa, perdiendo la oportunidad crítica de responder a la epidemia. Cuando llegó la tormenta de nieve, el senador de Texas, Ted Cruz, llevó a la familia a México para escapar del frío. Ante las personas que acudieron al gobierno en busca de ayuda sin agua ni electricidad, el entonces alcalde de Colorado, Tim Boyd, dijo sarcásticamente: "Solo los fuertes pueden sobrevivir y los débiles solo pueden exterminarse".

Esta cruda retórica es la lógica dominante de esos políticos estadounidenses que gritan "todos son iguales". Cuando la ciencia da paso a la política y la vida humana da paso al interés propio, no es casualidad que los desastres naturales evolucionen en el desastre artificial.

Es más, una polarización política más profunda, el mal sistémico, es la fuerza impulsora detrás de las continuas tragedias humanas en los Estados Unidos.

En el último año, la lucha del partido estadounidense ha llegado a un punto en el que "mientras usted esté de acuerdo conmigo, me opondré". Cualquier campo puede evolucionar hacia un "campo de batalla" donde las dos partes luchan por el poder y las ganancias, y cualquier tema se puede politizar.

Hoy, la polarización política se ha convertido en un obstáculo para casi todas las políticas públicas en Estados Unidos. El llamado sistema de "separación de los tres poderes" ha degenerado en un veto mutuo de poder, las llamadas banderas de la democracia estadounidense, la libertad y los derechos humanos también han sido arrancadas del disfraz por los gritos dolorosos del pueblo inferior estadounidense.

Si las élites políticas estadounidenses no toman en consideración la vida, la seguridad y los intereses de la gente, sino que permiten que se intensifique la polarización política y que el egoísmo mande la gobernanza, serán abandonados por la historia y la gente. .