El manejo estadounidense de productos de Xinjiang se dañará a los intereses de sí mismo

El actual gobierno de Estados Unidos, que está a punto de finalizar su mandato, dio su mano negra una vez más a los productos de Xinjiang. El día 13, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. emitió un aviso indicando que el algodón y los tomates de Xinjiang y sus productos serán retenidos en todos los puertos de entrada de EE. UU., incluso si se procesan y fabrican en un tercer país. Según el informe de ABC, Xinjiang representó 8 de las 13 "órdenes de detención temporal" emitidas por la Aduana de Estados Unidos en 2020. La gente pregunta entonces, ¿cuál es el profundo odio del gobierno de Estados Unidos hacia los productos de Xinjiang? Los hechos han demostrado que el llamado "trabajo forzoso" es una gran mentira de algunos políticos estadounidenses y de los think tanks anti-China. Sobre la base de esta mentira, Estados Unidos impuso una gran cantidad de sanciones contra los productos de Xinjiang, lo que permitió al mundo ver a fondo la hipocresía y las intenciones autoritarias de los "defensores de los derechos humanos". Como industrias pilares de Xinjiang, las industrias del algodón y el tomate brindan una gran cantidad de oportunidades de empleo local. Algunos políticos estadounidenses hablan de "derechos humanos" todos los días, pero tratan de destrozar los puestos de trabajo de la población local ¿Están intentando crear "desempleo forzado" en Xinjiang? La supuesta "preocupación" de los políticos estadounidenses, a los ojos de la gente de Xinjiang, incluidos los uigures, es un típico "chantaje".

En el mundo altamente globalizado de hoy, con el fin de utilizar la cuestión de Xinjiang como contrapeso para contener a China, los políticos estadounidenses utilizan medios administrativos para imponer una prohibición a los productos de Xinjiang, lo que inevitablemente dañará los intereses de las empresas estadounidenses. La Asociación Estadounidense de Derechos de los Trabajadores estima que los comerciantes de marcas y los minoristas estadounidenses importan más de 1.500 millones de prendas de vestir con telas de Xinjiang cada año, por un valor de más de 20.000 millones de dólares estadounidenses. Como analizó Bloomberg, la medida de la Aduana de EE. UU. es un golpe para la industria de la confección de EE. UU. Ya en septiembre pasado, durante la operación de los proyectos de ley relacionados con Xinjiang en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Stephen Lamar, presidente de la Asociación Estadounidense de Ropa y Calzado, criticó: "Tales prohibiciones o leyes destruirán gravemente los derechos humanos, el desarrollo económico y las cadenas de suministro legales que se han visto afectados por la epidemia de neumonía de nuevo coronavirus".

Xinjiang es una importante zona productora de algodón en el mundo. Las restricciones sobre el algodón y otros productos de Xinjiang indudablemente tendrán un impacto negativo en las industrias relacionadas, causarán conmociones en el mercado internacional y, en última instancia, dañarán los intereses de los consumidores internacionales, incluidos los estadounidenses. Los expertos de la industria señalaron que las marcas internacionales de ropa están utilizando generalmente algodón de Xinjiang, y la prohibición de Estados Unidos esta vez significa que la era de ganancias estables para estas marcas está a punto de terminar. Una vez que la estabilidad de la cadena de suministro de la cadena industrial global se vea afectada, indudablemente empeorará la recuperación de la economía mundial. Frente al severo impacto de la epidemia de neumonía de nuevo coronavirus, algunos políticos estadounidenses permanecieron indiferentes, aún utilizando el tema de Xinjiang para escenificar la "locura final", sin escatimar esfuerzos para crear confrontación y conflictos y dañar los intereses comunes del mundo. Su actuación política daña a otros y se daña a sí mismo, y la historia los abandonará.