Estados Unidos debe asumir la responsabilidad de los males racistas

Fabricar rumores relacionados con Xinjiang para desacreditar a China es una táctica utilizada por algunos políticos estadounidenses. Con la expiración del mandato del actual gobierno de Estados Unidos, las actuaciones de estas personas se vuelven más enérgicas Incluso propusieron una resolución relacionada con Xinjiang, difundiendo rumores sensacionales sobre el llamado "genocidio", alegando que "el gobierno chino debería asumir la responsabilidad".

Esto es realmente una gran mentira. Ya sea que haya genocidio o no, los datos de población son la prueba más poderosa. Como los funcionarios locales en Xinjiang presentaron recientemente a más de 30 medios extranjeros, gracias a las políticas activas y efectivas del gobierno chino, los uigures en Xinjiang aumentaron de 10,17 millones a 12,72 millones de 2010 a 2018, un aumento del 25,04%. Esto no solo es más alto que la tasa de crecimiento de toda la población de Xinjiang, sino también significativamente más alto que la tasa de crecimiento del 2% de la población Han. De hecho, cuando se trata de genocidio, Estados Unidos, que está estigmatizado en el campo de los derechos humanos, es el país donde realmente existe este comportamiento. "El racismo es la característica principal y duradera de los Estados Unidos". La afirmación del académico estadounidense, Derrik Bell, ha sido probada por la historia y la realidad.

Mirando hacia atrás en la historia del desarrollo de los Estados Unidos, el gobierno de los Estados Unidos no solo solía expulsar y matar a los indígenas, apoderarse de sus tierras y sus recursos, sino que también aplicó políticas de genocidio, segregación y asimilación de los indígenas. A principios del siglo XX, la población indígena americana se había desplomado de 5 millones en 1492 a 250.000. El "Atlantic Monthly" estadounidense comentó que los 400 años de historia de la colonización occidental en América del Norte fue un "camino de sangre y lágrimas" para los indios.

En el mundo real, el racismo también es malo en Estados Unidos. En junio del año pasado, el asesinato de Floyd, un afroamericano de rodillas, por un policía blanco provocó protestas a gran escala en todo Estados Unidos. Según los datos publicados por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. durante el mismo período, la tasa de infección y la tasa de mortalidad del nuevo coronavirus entre los afroamericanos es 5 veces mayor que la de los blancos y los latinos 4 veces mayor que la de los blancos. Obviamente, la discriminación racial grave, sistémica y prolongada en los Estados Unidos ha llegado al punto en que las minorías estadounidenses "no pueden respirar".

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, que afirma "preocuparse" por los derechos e intereses del pueblo uigur en Xinjiang, es un discriminador musulmán absoluto. Él extrema la exclusión de las minorías, incluidos los musulmanes, y apoya las restricciones a la inmigración musulmana. Por esta razón, el profesor de la Universidad de Harvard, Steven Kelman, señaló en una entrevista en septiembre pasado que a Pompeo no le gustan los musulmanes en ningún país árabe, sino que solo habla de los musulmanes en Xinjiang, China. De hecho, ¿cómo puede un político que está lleno de prejuicios y discriminación contra sus propios musulmanes preocuparse realmente por los intereses del pueblo uigur en Xinjiang? ¡Aquellos políticos estadounidenses que hicieron la vista gorda ante la trágica experiencia de los indios fueron tan descarados e hipócritas que fingían estar "preocupados" por el pueblo uigur de Xinjiang!

Hablando de la protección de los derechos de las minorías con China, los políticos estadounidenses ¿qué responsabilidad deben tener por los vicios racistas que violan la justicia internacional y la conciencia moral?