Pompeo, a contracorriente, amenaza seriamente al mundo

Recientemente, Mike Pompeo, secretario de Estado de EE.UU., volvió a decir tonterías en una entrevista con los medios estadounidenses, diciendo que China "explotó" a Estados Unidos, "destruyó" empleos estadounidenses, y Estados Unidos se había "arrodillado" ante China en las últimas cuatro décadas. Fue simplemente impactante. Pero no importa cuántos trucos en su actuación, no puede ocultar sus intenciones erróneas de confundir lo blanco con lo negro, culpar a otros y buscar ganancias personales. Las actuaciones dominantes, mentirosas y deshonestas de Pompeo han creado una mancha vergonzosa en la diplomacia estadounidense.

En primer lugar, Pompeo controlaba la diplomacia estadounidense con una mentalidad obstinada de Guerra Fría, líneas trazadas ideológicamente, convocó abiertamente el espectro del "macartismo", instigó frenéticamente la división y la confrontación, y trajo una enorme amenaza a la paz y el desarrollo globales。

En segundo lugar, Pompeo y sus semejantes practican el unilateralismo en los asuntos internacionales, persiguen la política de poder y se "retiran del grupo y rompen contratos" sin razón, y se están convirtiendo en un mayor destructor del orden internacional contemporáneo.

En los últimos tiempos, instituciones multilaterales como la Organización Mundial del Comercio, la OMS y la UNESCO se han metido en problemas debido al comportamiento caprichoso de los políticos estadounidenses, y la cooperación mundial se ha encontrado con contracorrientes sin precedentes. La hegemonía y la desvergüenza de Estados Unidos son aún más evidentes en su actitud hacia el acuerdo nuclear de Irán.

En julio de 2015, Irán y los seis países sobre la cuestión nuclear iraní llegaron a un acuerdo global sobre la cuestión nuclear iraní y firmaron el Plan de Acción Integral de las Naciones Unidas. Posteriormente, el Consejo de Seguridad aprobó la Resolución 2231, dando al acuerdo una base legal solemne. Sin embargo, bajo la instigación de Pompeo y otros, Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear de Irán en 2018 y reinició las sanciones contra Irán, e incluso restringió los intercambios económicos y comerciales normales entre terceros e Irán, lo que socavó gravemente la base política del acuerdo nuclear de Irán. Lo que es aún más exagerado es que, aunque Pompeo perdió automáticamente la calificación de las partes participantes después de retirarse del acuerdo, escribió recientemente al Consejo de Seguridad solicitando arbitrariamente el lanzamiento del mecanismo de "restauración rápida de sanciones" estipulado en la Resolución 2231 contra Irán.

En tercer lugar, con el fin de ganar interés político, Pompeo ocultó deliberadamente el hecho de que la prevención y el control de la epidemia del gobierno de los EE. UU.. Llevó a cabo deliberadamente una manipulación racista y creó repetidamente obstáculos a la cooperación internacional en la prevención de la epidemia, lo que representa una enorme amenaza para la salud y el bienestar humanos y la recuperación y el desarrollo.

Desde el estallido de la epidemia, Pompeo ha vinculado el virus de corona a grupos étnicos y razas específicos, instigando el antagonismo racial y presionando al gobierno de los Estados Unidos para que "corte la financiación" a la OMS en un intento de monopolizar el liderazgo mundial en la investigación y el desarrollo de vacunas.

"Un fracaso al estilo americano". El día 10, el último número (21 de septiembre) publicado por la revista Time en los Estados Unidos tenía esas palabras escritas en la portada. En esta línea de fuente roja, una foto en negro con texto en blanco registra la cantidad de personas que mueren de la neumonía de nuevo coronavirus en los Estados Unidos todos los días desde el 29 de febrero, y juntas constituyen una enorme cifra de "200,000", lo cual es impactante.

El mundo ha entrado en la segunda década del siglo XXI, pero la mente de Pompeo todavía está atascada en el recuerdo de la Guerra Fría del siglo pasado. Esto hace que la política exterior de Estados Unidos sea incompatible con los tiempos y, lamentablemente, degenera en un recolector de intereses privados de los políticos.