Pompeo está socavando a su propio país mediante la destrucción de los fundamentos de las relaciones China-EE.UU.

CRI 2020-09-11 23:12:46
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"¡Pueden enviar 100.000 personas!" Fue la respuesta del entonces presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter en julio de 1978 ante la consulta realizada por el líder de China de la época en relación a la posibilidad de que estudiantes chinos se formaran en Estados Unidos.

"¡Se espera que todos los Institutos Confucio en los Estados Unidos se cierren a finales de este año!" Fueron las declaraciones realizadas por el actual Secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo en septiembre de 2020, sobre los intercambios culturales existentes entre China y EE.UU.

También amenazó con lanzar más restricciones en las próximas semanas o meses a los estudiantes chinos que van a EE.UU.

Después de más de 40 años, el intercambio cultural, considerado la base de las relaciones China-EE.UU., enfrentan un grave desafío. Bajo la manipulación de políticos como Pompeo, en el último período, los chinos que estudian en EE.UU. han sido acosados, los intercambios educativos y académicos chino-estadounidenses se han visto interrumpidos, los medios de comunicación chinos han sido restringidos, y las visas de miles de estudiantes e investigadores del gigante asiático han sido revocadas sin razón convincente.

Una serie de actos perversos han expuesto el hecho de que los políticos estadounidenses están dispuestos a sacrificar los intereses nacionales para lograr sus objetivos. Esto ha causado un grave daño a las relaciones entre los dos países. Están utilizando una mentalidad con poca perspectiva para convertir a China en un "enemigo imaginario", con la intención de contener el desarrollo y promover el "desacoplamiento" entre China y EE.UU. en el campo cultural.

Al igual que los intercambios económicos y comerciales, la esencia cultural entre China y EE.UU. es de beneficio y ganancia mutua. Desde la diplomacia del ping-pong hasta los pandas amados por el pueblo estadounidense, los intercambios humanísticos han desempeñado un papel importante en la mejora de la comprensión mutua y la promoción del desarrollo estable de las relaciones entre China y EE.UU. durante los últimos 41 años desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Ante el repentino brote de la epidemia de la COVID-19, la solidaridad entre los ciudadanos chinos y estadounidenses ha sido conmovedora.

Juliet, de Pensilvania, es una profesora estadounidense que trabaja en una plataforma de enseñanza de inglés en línea de China. Cuando la epidemia estalló, compró 1.800 mascarillas para enviar a sus estudiantes chinos. Luego cuando el brote estuvo relativamente bajo control y la situación en EE.UU. empeoró, pasó de ser "remitente" a "destinatario" de las mascarillas. Cuando vio los sucesivos suministros enviados por los estudiantes chinos y sus familias, exclamó: "Estas máscaras vinieron de China con amor".

Es desgarrador que el amor entre los pueblos chino y estadounidense esté siendo suprimido sin piedad por políticos como Pompeo, que mantienen una mentalidad de guerra fría y siempre se opone a China. Actúan en contra la voluntad de ambos pueblos por sus propios intereses y harán que EE.UU. pague un alto precio por ello.

Por un lado, impedir que los estudiantes chinos vayan a los EE.UU. no sólo les reducirá a las universidades estadounidenses una gran cantidad de ingresos, sino que también supondrá un duro golpe a la innovación científica y tecnológica del país norteamericano. Según los datos pertinentes, los estudiantes chinos en EE.UU. representan alrededor de un tercio del número total de alumnos internacionales en el país, y el valor anual al que contribuyen supera los 15.000 millones de dólares. Cabe señalar que un informe publicado a mediados de junio por MacroPolo, Think Tank del Instituto Paulson, muestra que un tercio de los mejores talentos de inteligencia artificial de EE.UU. provienen de China. La interrupción forzada de los intercambios culturales entre China y EE.UU. sin duda dejará menos niveles de competencia en el campo de la ciencia y la tecnología.

Por otro lado, las tácticas y disfraces de los políticos de EE.UU. han avergonzado la imagen del país conocida por su apertura, tolerancia y diversidad y han socavado seriamente su poder blando. En tales circunstancias, ¿cuántos grandes talentos mundiales siguen dispuestos a confiar su futuro en EE.UU.?

Existe una amplia oposición en la sociedad de EE.UU. precisamente por la serie de acciones del grupo liderado por Pompeo que han socavado los intercambios culturales entre las dos naciones. Madeline Rose, directora ejecutiva del Centro de Estudios Chinos de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Johns Hopkins, señaló que si EE.UU. restringe totalmente a los estudiantes chinos, las universidades, los gobiernos estatales y locales, así como los líderes empresariales de EE.UU. inmediatamente desafiarán y cuestionarán eso. El sitio web del Project Syndicate comentó que será un desastre si EE.UU. impulsa un "desacoplamiento" en el campo humanístico, y que se verán perjudicados a sí mismo.

Es una ley inevitable en la historia de la humanidad que la apertura lleve al progreso y el cierre, al atraso.

Cuando los valores de apertura, tolerancia y diversidad se extingan, será inevitable que EE.UU. entre en decadencia.

El arrogante e ignorante grupo que Pompeo trata de utilizar para el "desacoplamiento" y las sanciones son su arma para defender a "América primero" y sus intereses políticos propios. Lo que no saben es que, al tomar la daga, al primero que apuñalarán será a su propio país y su gente.

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