Que ciertos políticos estadounidenses no sean pecadores que traicionan la historia

El 3 de septiembre es el 75 aniversario de la victoria de la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Guerra Mundial Antifascista. Mirando hacia el pasado, el pueblo chino ha atravesado 14 años de sangrientas batallas, ha pagado un alto precio de más de 35 millones de bajas, ganó la Guerra de Resistencia contra Japón e hizo grandes contribuciones a la victoria final de la Guerra Mundial Antifascista.

En la década de 1930, Japón, Alemania y otro país fascista lanzaron descaradamente la Segunda Guerra Mundial, que se puede llamar una catástrofe extremadamente dolorosa en la historia de la humanidad. En ese momento, la guerra que estalló en Asia, Europa, África y otros lugares causó acumulativamente más de 100 millones de víctimas en todo el mundo, lo que llevó al "momento más oscuro" de la civilización humana. En esa contienda sobre el futuro y el destino del mundo, China se unió a la Unión Soviética, los Estados Unidos, el Reino Unido y otros aliados para luchar mano a mano contra el enemigo en los campos de batalla del este y el oeste, y finalmente derrotó al fascismo y defendió la paz y la justicia mundiales. Después del final de la Segunda Guerra Mundial, un nuevo orden de relaciones internacionales modernas, representado por las Naciones Unidas, surgió en el momento histórico y trajo un impacto profundo en la estructura mundial.

Pero lo lamentable es que en Estados Unidos, uno de los aliados de la Segunda Guerra Mundial, algunos políticos que ahora dominan el poder político parecen sufrir una "amnesia" histórica. Las acciones del Secretario de Estado Pompeo y otros ya han traicionado el patrimonio histórico de la guerra mundial antifascista. Los dos principales errores que cometieron con su perseverancia han sido ampliamente condenados por la comunidad internacional.

En primer lugar, Pompeo y sus semejantes han traicionado a la solidaridad y la cooperación, la riqueza espiritual más preciosa de la guerra antifascista mundial. La epidemia de la COVID-19 se puede llamar una crisis de salud pública mundial en el siglo. La humanidad no tiene más remedio que cooperar sinceramente para ganar esta batalla sin el humo de armas de fuego. Desde el estallido de la epidemia, el principal líder de China ha enfatizado repetidamente que la solidaridad y la cooperación son las armas más poderosas para superar la epidemia. Los jefes de agencias multilaterales como las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud, así como los líderes de los principales países occidentales han advertido repetidamente a ciertos políticos estadounidenses que no politicen la epidemia, y han enfatizado que la comunidad internacional debe estar unida para superar las dificultades.

En segundo lugar, Pompeo y sus semejantes ignoran el deseo de la comunidad internacional de un desarrollo pacífico, inventaron mentiras sobre la llamada "amenaza de China", instigan la confrontación ideológica y claman por el lanzamiento de una "nueva guerra fría" contra China, que violaba gravemente la tendencia de desarrollo de la época. La victoria de la Guerra Mundial Antifascista hace 75 años se debió a que el desarrollo pacífico corresponde con las expectativas comunes de la mayoría de los países. Como decía la "Carta de las Naciones Unidas" al principio: "Nosotros, los pueblos de las Naciones Unidas, estamos decididos a salvar a las generaciones futuras del flagelo de la guerra". Las reglas internacionales multilaterales establecidas después de la Segunda Guerra Mundial con las Naciones Unidas como núcleo se ajustaban a la necesidad de democratización de las relaciones internacionales.

Para el mundo, es responsabilidad compartida de todas las partes evitar que vuelvan a ocurrir tragedias históricas. En el importante momento del 75 aniversario de la victoria de la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Guerra Mundial Antifascista, todos los países sólo pueden mantener conjuntamente el orden internacional y el sistema internacional con las Naciones Unidas como núcleo, construir activamente un nuevo tipo de relaciones internacionales centradas en la cooperación de beneficio mutuo y hacer avanzar conjuntamente el mundo.