Institutos Confucio en Estados Unidos, ¿son una amenaza de China?

CRI 2020-08-15 23:16:48
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En un comunicado emitido este jueves, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, calificó al Centro de los Institutos Confucio de Estados Unidos como una "misión extranjera" y al Instituto Confucio como una organización de propaganda del Partido Comunista de China. Estas declaraciones corresponden a una nueva difamación de un proyecto de cooperación entre China y Estados Unidos.

El centro estadounidense de los Institutos Confucio, fundado en 2013, tiene su sede en Washington. El presidente de la Universidad George Washington, Steven Knapp, fue el primer titular de la junta del centro. Afirmó en ese momento, que ambos países debían estar felices de tener esta oficina, porque los estadounidenses interesados en la cultura china tendrían más oportunidades en mejorar el mandarín y conocer más sobre el gigante asíatico, además era positivo para fortalecer la amistad entre ambos pueblos.

El centro estadounidense de los Institutos Confucio respondió oficialmente a la declaración de Pompeo el mismo día: “las universidades estadounidenses administraron sus propios Institutos Confucio. El centro estadounidense no puede influir en ellos en absoluto, por lo que, por supuesto, no hay influencia negativa”.

El Instituto Confucio se fundó hace 16 años y trabaja para ayudar a las personas en el extranjero a comprender mejor la cultura china y el idioma. Países occidentales como Alemania, Francia y España también han creado instituciones similares en todo el mundo con propósito de difundir su idioma y cultura, cuya aparición ocurrió mucho antes de la fundación del Instituto Confucio.

Todos los Institutos Confucio son instituciones educativas sin fines de lucro establecidas conjuntamente por universidades chinas y extranjeras. En Estados Unidos, por ejemplo, las sedes de los Institutos Confucio son solicitadas voluntariamente por las universidades estadounidenses y establecidas mediante la cooperación con las universidades chinas sobre la base del respeto mutuo, la consulta amistosa, la igualdad y el beneficio común. Según las estadísticas, desde 2006, se han establecido 81 Institutos y 13 Aulas Confucio en Estados Unidos.

Sin embargo, en los últimos años, los Institutos Confucio han tenido problemas constantes con las autoridades estadounidenses. El Departamento de Defensa y el Congreso de EE. UU. han emitido políticas o leyes para impedir el funcionamiento de los Institutos Confucio en el país. Algunas facultades y universidades estadounidenses se han visto obligadas a romper los lazos con los Institutos Confucio.

Esta escalada de la acción estadounidense contra los Institutos Confucio es un nuevo paso en los recientes y frenéticos ataques ideológicos que los políticos estadounidenses han lanzado contra China. Las acciones desmedidas van desde estudiantes chinos que cursan materias académicas en EE.UU. y son intimidados, interrogados e incluso encarcelados, sin ningún motivo; hasta catedráticos chinos cuyas visas fueron canceladas y está restringida la entrada a Estados Unidos, el hostigamiento comprende a las organizaciones de medios chinos y periodistas en EE.UU. que fueron reprimidos y expulsados sin razón, el intercambio cultural entre China y Estados Unidos se ve obstaculizado por la locura de algunos mandatarios locales.

Detrás de esto se encuentra tanto la derrota del gobierno de Estados Unidos en la prevención de la epidemia como sus intentos de desviar la ira pública, así como los preparativos para las próximas elecciones, que consisten en difundir especulaciones sobre China para recaudar votos.

Las acciones de políticos como Pompeo son duramente condenadas por muchas figuras previsoras de la sociedad estadounidense. El profesor de Harvard, Ezra Feivel Vogel, escribió en un artículo reciente que el intercambio entre China y Estados Unidos es muy beneficioso para el país norteamericano. No es prudente que Estados Unidos esté obstaculizando el intercambio normal de personal entre los dos países. En una entrevista con BBC, el conocido economista estadounidense, Jeffrey Sachs, también criticó el enfoque anti-China, diciendo que hay una fuerza interna que intenta lanzar una nueva Guerra Fría contra China, y si sigue con esta acción, Estados Unidos caerá en una mayor polémica y peligro.

El intercambio y la cooperación entre China y Estados Unidos corresponden a las necesidades del momento y también a los intereses de ambos países. Enfoques como la propagación de "amenaza de China" por parte de políticos como Pompeo y la obstrucción violenta del intercambio cultural entre los dos países estarán condenados al fracaso.

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