Cuando la epidemia está muy crítica, algunos políticos los EE. UU. todavía están obsesionados con echar agua inmunda

2020-03-27 17:06:02
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"La propuesta del Departamento de Estado de EE. UU. (en la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del G7) tocó una línea roja. No se puede aceptar el llamado de esta manera el virus e intentar difundir este tipo de información", dijo un diplomático europeo. Esto apunta directamente al intento del Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, de incorporar el término "virus de Wuhan" en la Declaración conjunta de los Ministros de Relaciones Exteriores del G7. Debido al comportamiento absurdo de Pompeo, la Asociación de Ministros de Relaciones Exteriores del G7 no emitió una declaración conjunta.

Europa ciertamente lamenta esto. Aún más decepcionado, probablemente esré Pompeo que está obsesionado con avivar el fuego. El ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, dijo después de la reunión que la crisis actual no debe ser consumida con fines políticos. Para responder efectivamente a la epidemia, cualquier otra consideración debe dar paso a la solidaridad y la cooperación internacional. Esto es ampliamente considerado como una crítica no identificada a Pompeo.

Según los datos estadísticos publicados por la Universidad Johns Hopkins en los Estados Unidos, hasta las 7:00 del 26 de marzo, hora de Beijing, los Estados Unidos han reportado 65.285 casos confirmados de nuevo coronavirus, 926 muertes y más de 10.000 nuevos casos por tercer día consecutivo. Un portavoz de la Organización Mundial de la Salud pronosticó el 24 que Estados Unidos podría convertirse en el "epicentro" de la epidemia mundial de nuevo coronavirus.

Por un lado, la situación epidémica es muy severa, pero por otro lado, constantemente está echando culpa a otros para eludir su responsabilidad. El desempeño de algunos políticos estadounidenses puede describirse como el obstáculo de la prevención y el control de la epidemia actual.

Desde el 6 de marzo, Pompeo utilizó públicamente el término "virus de Wuhan" ante el mundo exterior. Desde entonces, algunos políticos estadounidenses han seguido difamando a China. Aunque el líder estadounidense afirmó hace unos días que no usaría el término "virus chino", a juzgar por las palabras y los hechos de Pompeo, algunos políticos estadounidenses no han dejado de lado su hostilidad y prejuicio contra China, y todavía están tratando de aprovechar todas las oportunidades para calumniar a China tratando de desviar las acusaciones de la gente de la falla de resistencia de gobierno estadounidense a la epidemia.

Pero según los informes de los medios de comunicación estadounidenses, incluso ahora, es difícil para la gente común en los Estados Unidos solicitar la prueba de nuevo coronavirus, y la escasez de camas de hospital y suministros médicos ha seguido empeorando. Tomando como ejemplo el estado de Nueva York, una de las áreas más severamente afectadas en los Estados Unidos, el gobernador Andrew Cuomo dijo el 24 que la demanda de camas en el estado de Nueva York en el pico del brote se espera que llegue a 140.000, pero actualmente faltan casi 90.000. También dijo enojado que el gobierno federal comunicó que le enviaría 400 respiradores, pero necesita 30.000.

Como resultado, las jugadas de Pompeo en el G7 también han sido criticadas en los Estados Unidos. El ex subsecretario de Estado adjunto, Brett McGregor, dijo que la morgue en la ciudad de Nueva York estaba llena, que el hospital se enfrentaba a una ruina, pero que el equipo para salvar vidas aún no había llegado a Nueva York. Rush Doshi, investigador principal de la Brookings Institution de los Estados Unidos, criticó el término "virus de Wuhan" y el arruinamiento de la declaración conjunta de los Ministros de Relaciones Exteriores del G7 durante la propagación de la epidemia mundial.

China aconseja que algunos políticos estadounidenses escuchen las voces racionales a nivel nacional e internacional y dejen de calumniar a China de inmediato. Sus acciones no ayudarán a los Estados Unidos a superar el brote de 100.000 contagios, sino que también obstaculizarán seriamente la cooperación internacional en la lucha contra la epidemia.

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